miércoles, 27 de enero de 2016

LOS REFUGIADOS: AL GARETE (Deia, 27 - 01 - 2016)


LOS REFUGIADOS: AL GARETE…

Curiosa contradicción: se les llama “refugiados” pero viven a la intemperie…
… Tienen patria, pero la abandonan porque previamente ha sido ella la que les ha abandonado. Sus patrias se han convertido en lugares inhóspitos en los que vivir constituye una condena. Por eso huyen, y cuando alguien les pregunta adónde van no saben qué responder, porque para ellos es más importante de dónde vienen que adónde van: van a cualquier lugar en el que puedan vivir sin que los peligros y la muerte les pisen los talones. Dejan todo entre las ruinas de ciudades desbastadas y arruinadas por guerras, inhabitables porque los desiertos avanzan con crueldad sepultando las áreas cultivables, víctimas por tanto de un cambio climático que obedece al desmesurado desarrollo, mucho más preocupado por general dinero que por servir a la Humanidad. Dejan atrás los lugares en que nacieron y vivieron porque se han convertido en infiernos administrados y gobernados por sátrapas y dictadores que lo someten todo a sus caprichos. Van a otros lugares del Planeta Tierra, en que habitan, con la esperanza de que nadie les cierre ninguna puerta, con la ilusión de que haya personas, como ellas, que les acojan con las manos abiertas, los brazos extendidos y sonrisas en los semblantes. El hambre corporal que les aqueja se mezcla con el miedo que les llevó a huir, y con el hambre de afecto y de complicidad.
Víctimas de nuestra propia vergüenza los humanos de los países desarrollados hemos articulado medidas y hemos firmado Tratados que muestran nuestra hospitalidad hacia quienes huyen de las barbaries de todo tipo y golpean con los nudillos en nuestras puertas. No fueron pocos los que firmaron el Tratado de Schengen que suprimía los controles en las fronteras interiores del espacio europeo. 26 países llegaron a firmarle, y algunos otros lo firmaron tras añadir algunas condiciones. Europa se convirtió entonces (1995, año de vigencia) en un lugar de acogida, pero nadie profetizó que el riesgo no estaba en que los europeos se movieran libremente por Europa, sino en que llegaran los parias de la Tierra procedentes de todos los rincones del planeta. Los europeos nos sentíamos felices, protegidos por una frontera natural que parecía inexpugnable: el mar y los océanos.
El Schengenland (Espacio de Schengen), sin embargo, era un espacio seguro cuya garantía era que sus fronteras exteriores ejercieran un control riguroso de las entradas en dicho Espacio: se acompañó de medidas de cooperación y colaboración entre los servicios de policía y las autoridades judiciales de los 26 países para luchar, principalmente, contra la delincuencia organizada. No es necesario profundizar demasiado en lo que fue el acuerdo que gestó la creación del Espacio Schengen, porque el fracaso resulta ya evidente. ¿Qué ha fallado? Probablemente todo, porque partió de unos supuestos que nunca han llegado a ser reales. Parecía que la reestructuración de Europa supondría un cierto éxodo de quienes, procedentes de la Europa pobre, querrían aposentarse en la desarrollada y rica, pero el éxodo de africanos que han huido de las guerras, del hambre y de la explotación brutal de sus recursos naturales ha superado incluso a las más pesimistas previsiones. Ningún mar ni océano ha detenido a los hambrientos. Han sido muchos los que se han arriesgado a la muerte para proteger sus vidas, convencidos de que una muerte mientras se lucha por ennoblecer la vida es más digna que una vida rendida ante el constante lamento de la muerte.
Todo debería haber estado previsto por el propio Tratado que establece que toda persona que haya entrado regularmente por una frontera exterior al Espacio Schengen tendrá derecho a circular libremente por dicho espacio, al menos durante tres meses, que es tiempo suficiente para regular algunas situaciones y alargarlas sin límite ninguno. A este acuerdo hay que añadir los acuerdos puntuales entre países pertenecientes a Schengen y otros países americanos y asiáticos, mediante los cuales basta con la presentación de sus respectivos carnets de identificación para que la entrada en el país pueda realizarse. Pero el propio Tratado se ha visto respondido, y combatido, desde los gobiernos de los mismos países que se adhirieron a él. La razón hay que buscarla en el hecho de que el posicionamiento ante la realidad de los pobres, de los que sufren las consecuencias de guerras injustas, de quienes ven arruinadas sus casas por las catástrofes naturales que provoca el cambio climático, de los parias de la Tierra, tiene que ver con la Ética y con la Ideología de quien gobierna cada país, mucho más que con la visión que puedan tener las Instituciones europeas.
La Política se ha supeditado a la Economía. El poder que enarbolan las Instituciones económicas, o las grandes multinacionales, se ha impuesto al dictamen de las conciencias justas y rectas, y es eso lo que ha llevado a que los gobiernos nacionales se hayan impuesto a los Tratados trasnacionales. Las fronteras han vuelto a imponer sus costumbres. Italia ha recuperado el control de su frontera con Eslovenia. Hungría ha levantado cientos de kilómetros de alambradas. En Lesbos, Grecia, se han habilitado campamentos en los que viven y conviven muchos miles de refugiados procedentes del norte de África. Bruselas ha citado a los responsables de Suecia, Alemania y Dinamarca para recordarles una sola palabra, “Schengen”, que ya ha perdido casi todo su significado. Porque esos tres países han cerrado sus fronteras intensificando sus controles. Suecia exige documentaciones formales que los refugiados casi nunca pueden presentar en las ventanillas pertinentes, por lo que son expulsados. Alemania ha mostrado su disposición a controlar meticulosamente los expedientes de cada uno de los refugiados que llega. Dinamarca va a confiscar los bienes de los refugiados que lleguen a sus fronteras para financiar su manutención. Y Grecia ha empezado a arrestar a quienes auxilien a los refugiados, empezando por los tres españoles de la ONG Proem-aid, y los dos daneses de la ONG Team Humanity, en Lesbos.
Este comportamiento de los gobiernos europeos ha provocado las críticas de la CE. Jean Claude Juncker ha acusado a los países por no cumplir lo acordado. Las cifras son concluyentes: de los 160.000 refugiados que deberían haber sido acogidos en Europa según el acuerdo suscrito, solo 272 refugiados han sido acogidos. La pregunta es: ¿dónde se encuentran ahora mismo los 159.728 restantes? La afirmación de Juncker (“No hemos resuelto nada”) ha adolecido de inconsistencia (“Nos hemos quedado en buenas intenciones, pero los países no cumplen sus compromisos, y es hora de empezar a hacerlo”). La respuesta del país en que pivota la política europea, -Alemania-, ha sido poco esperanzadora: desde su silla de ruedas Schauble ha pedido dinero a los otros países europeos, y ha adelantado que cabe que se cierren las fronteras alemanas a los refugiados, por cierto, en la misma línea del ex canciller socialdemócrata Schröder.
Esto es lo que hay. A la crisis de los inmigrantes ha sucedido la crisis de los refugiados, después vendrá en final del Espacio Schengen. Como si se tratara de una premonición Juncker ha llegado a decir que “sin Schengen no tiene sentido el euro; quien acabe con Schengen enterrará el mercado interior (europeo)”, advirtiendo del peligro de desintegración de la UE. Del mismo modo pienso yo. Las guerras de las que huyen los refugiados que llegan a Europa son participadas por países desarrollados que defienden intereses trasnacionales. Europa, que pergeñó en Luxemburgo el “Schengenland”, debe abandonar el testimonialismo y volver a mostrar su rostro más humano, su vertiente más solidaria.
¡Que viva, y perviva, Schengen!


Fdo.  JOSU MONTALBAN         

domingo, 24 de enero de 2016

EL PRÓXIMO LEHENDAKARI (El Diario Norte, 24 - 01 - 2016)


EL  PRÓXIMO  LEHENDAKARI

¿Quién será el próximo Lehendakari? Mejor, ¿de qué partido será el próximo Lehendakari?

La Elecciones vascas están próximas, son las siguientes, salvo que vuelvan a celebrarse Elecciones Generales. El telón ya se ha levantado, aunque el attrezzo no esté aún listo y el escenario se muestre desvencijado, dando la impresión de que el desarrollo de la obra será incierto. Hay tres factores esenciales que llenan de incertidumbre el futuro y que, a la vez, ayudan a que nos hagamos conjeturas.

Hay un primer factor: El PNV ostenta, ahora mismo, el poder en las más importantes instituciones vascas. No solo ocupa la Lehendakaritza sino que gobierna en las tres Diputaciones Forales y en los Ayuntamientos de las tres capitales de los Territorios. Su poder es omnipresente en Euskadi, auxiliado por el acuerdo político que mantiene con el PSE en todas las Instituciones.
Un segundo factor: Según los resultados del 20D Podemos ha sido la fuerza más votada en la Comunidad Autónoma. Ha aventajado al PNV en más de quince mil votos, y ha dejado a la Izquierda Abertzale con una presencia casi testimonial en las Cortes Españolas. Los resultados han sido un acicate para Podemos, que ya ha anunciado que aspira a gobernar Euskadi y conquistar el cielo de los vascos. Tan convencidos de sus posibilidades están que han anunciado que “pondrán fin a la hegemonía histórica del PNV, (ya que) hay dos modelos de país, uno el del PNV y otro el de Podemos”. Y, ¡atrevidos ellos!, aseguran que son ellos “los que hablan el idioma que la gente entiende”.

A esto es preciso añadir que en tales Elecciones Generales el gran caladero de votos ha estado en la Izquierda Abertzale, gracias a esa promesa de ejercer el “derecho a decidir”, que también defienden el PNV y EHBildu, pero que suena mucho más accesible y admisible en boca de Podemos que en boca de Bildu.

Un tercer factor: Cabe la posibilidad de que el candidato a Lehendakari por EHBildu sea Arnaldo Otegi si llega a superar las trabas que le viene poniendo la Justicia. La expectación que han desatado tales trabas, así como la favorable exposición mediática de Otegi, al que le son perdonadas cargas y circunstancias que a otros les convierten en ex etarras o partidarios de la pasada violencia de ETA, están formando parte, ya hoy, de la campaña electoral que se iniciará cuando Urkullu lo decida. La campaña a favor, con Otegi a la cabeza, ya está bien avanzada, y aunque no haya sido proclamado como candidato, a nadie se le ocurre siquiera dudar de que lo sea si la Justicia no se lo impide.

Con estos tres factores hay que improvisar un posible desenlace que solo las urnas ´resolverán. El espacio electoral va a estar muy constreñido en Euskadi, porque PP y PSE también tienen sus espacios que, por haber sido suficientemente esquilmados ya solo pueden engordar.

¿En qué términos van a plantear sus campañas los tres actores principales, según las previsiones? Urkullu llevará su cartapacio lleno de documentos y datos correspondientes a los últimos cuatro años en que ha gobernado la Comunidad Autónoma. Podemos tendrá que recurrir a entronizar en la “vieja” política tanto al PNV como a EHBildu, si bien el apelativo “casta” lo reservará para el PNV, supongo. Y Otegi hará valer su bagaje, junto a su condición de represaliado, para intentar arrinconar en el lado de la intrascendencia a quien Podemos ponga sobre la peana.

Será un tiempo nuevo que ya ofrece todo tipo de incertidumbres. Y, como ha venido ocurriendo, volverá a ser el PSE, con cuántos hombres, mujeres e ideas pueda aportar, el que sea llamado para poner orden y cordura en el desaguisado, el que haga que cuando se alce el telón el escenario no sea un aposento lleno de cochambre ni sea como el camarote de los Hermanos Marx. ¡Se abre un tiempo tan interesante como divertido!

Fdo.  JOSU  MONTALBÁN


martes, 12 de enero de 2016

REFLEXIONES ANTE EL NUEVO TIEMPO (DEIA, 12 - 01 - 2016)


REFLEXIONES ANTE EL NUEVO TIEMPO

El 20-D ha dejado perplejos a muchos analistas, a muchos periodistas, a muchos opinadores y a muchos líderes políticos. Se han analizado muchos factores, incluso se han tenido en cuenta muchas circunstancias que han concurrido en estas elecciones y no estuvieron presentes en otras Elecciones Generales, pero no se ha profundizado lo suficiente porque a nadie le ha interesado mucho hacerlo. Sin embargo, estas fiestas navideñas dan para casi todo. En la tranquilidad del sofá, el tiempo parece alargarse sin medida de modo que alcanza para pensar, para reflexionar, para escudriñar en los viejos periódicos y volver a interpretar los datos que analizamos con el escaso rigor al que someten las prisas y los estados de ánimo. Supongo que lo que a mí me sucede le sucederá también a quienes, como yo, están preocupados por la vida, -la suya y la de todos-, porque se sienten atañidos por el posible sufrimiento de los humanos.
Este artículo no va de sufrimientos, va más bien de interpretaciones encadenadas que tienen que ver con los resultados electorales del 20-D, y cuanto de ellos puede desprenderse.
Las Elecciones Generales han venido caracterizándose en Euskadi por su comportamiento diferente a como se han comportado en el resto de España. El hecho de que la Izquierda Abertzale (IA) no pudiera presentarse (por prescripción facultativa) a algunas Elecciones durante bastantes convocatorias dibujó un mapa algo complicado en el que era difícil saber cuántos escaños correspondían realmente a los partidos, y cuántos a aquella circunstancia derivada de la existencia de ETA y de sus entusiastas. En aquella situación casi todo estaba sobrevalorado y sobredimensionado, pero el 20-D la concurrencia a las Elecciones no ha sufrido merma ninguna por sanción, a la vez que afluyeron dos nuevas opciones (Podemos y Ciudadanos), emergentes, cuya influencia aún estaba por determinar. Una vez consumados los comicios cada cual ha hecho su lectura de los resultados con una prudencia, no propia de sabios, sino de temerosos y pacatos.
En Euskadi ha ganado Podemos. (Al PNV cabe puntualizarle, desde la mejor intención, que su lectura anteponiendo el número de escaños al de los votos introducidos en las urnas, tiene su antecedente en los resultados de aquellas elecciones autonómicas en que el PSE obtuvo más escaños que el PNV aunque menos votos: una lectura demasiado apasionada de aquel resultado, junto a la cerrazón de EE, llevó a la Lehendakaritza a Ardanza en lugar de a Txiki Benegas). Y Podemos no ha ganado por poco, que ha sido por más de quince mil votos. Si las Elecciones hubieran sido autonómicas Podemos habría conquistado la Lehendakaritza con cierta holgura. Es tiempo, por tanto, de hacer importantes reflexiones. La primera de ellas es la que se desprende de ese hecho, que llevaría a Ajuria Enea a una Lehendakari de Podemos, salvo que se produjera una suma de siglas demasiado complicada. Podemos se haría con 21 escaños en la Cámara Vasca, y el PNV quedaría a cuatro escaños de diferencia, por debajo claro.
Otra conclusión: la victoria en escaños de las formaciones de izquierdas sería aplastante. 47 escaños representarían a fuerzas progresistas o de izquierdas (Podemos, PSE, Bildu, IU), mientras que solo 28 escaños representarían a fuerzas más conservadoras (PNV, PP o Ciudadanos). Es muy difícil sacar conclusiones precisas de este hecho, principalmente porque los vascos y las vascas tal vez no se comporten  del mismo modo en las próximas elecciones autonómicas, pero si llegaran a comportarse del mismo modo en las autonómicas los acuerdos para la formación del gobierno retratarían a los partidos, de modo que sería posible un Gobierno que aglutinara a las fuerzas de izquierdas, o bien el “miedo escénico” llevaría a Podemos a pactar con el PNV para lograr una mayoría absoluta, aunque ajustada. De este modo probarían ese mejunje que ha venido impregnando la política vasca a través de gobiernos acordados entre el PNV y el PSE, que han permitido serenar la política y atemperar a los vascos más beligerantes.
Otra conclusión: si establecemos una nomenclatura que a todas las formaciones las califique como vascas, porque ejercen su acción en Euskadi, pero que añada otro calificativo (“vasquista” o “españolista”) según su vinculación nacionalista-abertzale, o españolista (ya sé que suena mal la palabra pero no encuentro otra, quizás “estatalista”), las formaciones vasco-españolistas (o vasco-estatalistas) habrían obtenido más del sesenta y uno por ciento de los votos. Aunque pueda resultar algo gratuito me permito la conclusión de Euskadi y los vascos han ganado en españolidad en estas últimas elecciones.
Sin embargo, estas conclusiones están cargadas de dudas, sobre todo porque el debate político que tiene lugar en Euskadi es algo enrevesado, y cualquier conclusión hecha a la ligera corre el riesgo de olvidarse de procesos históricos, evoluciones electorales y matices del momento presente que convertirían tales conclusiones en meras ocurrencias.
A lo largo de la Historia ha quedado constatado que el PNV le unen más lazos con el socialismo y el republicanismo vascos que con el abertzalismo extremo de la IA. ¿Cómo se comportará Podemos-Euskadi, teniendo en cuenta que su éxito electoral ha tenido lugar gracias a que ha recogido muchos votos que votaban antes a la IA? Podemos es una formación oportunista que acopia sus votos de las formas más variadas. Por ejemplo, su propuesta de ejercer el llamado, recientemente, “derecho a decidir vinculante” ha sido presentado como una línea roja, a pesar de que no lo quieran ejercer realmente ni las Mareas gallegas ni el Compromís valenciano, aunque sí la formación catalana de Ada Colau. ¿Cómo tratará Podemos este asunto en Euskadi? ¿De qué modo piensa Podemos satisfacer a los miles y miles de votantes que han hecho el tránsito desde el independentismo abertzale a sus filas? ¿Cómo va a reaccionar el PNV a cualquier iniciativa arriesgada de este estilo teniendo en cuenta las características de su electorado? ¿Cómo van a responder SORTU y la IA a la irrupción de Podemos en la Política Vasca mediante su estrategia de pillaje de votos? ¿Qué papel va a jugar Arnaldo Otegi en el futuro? ¿Capitaneará Bildu la nueva situación o instará a los suyos a acordar tácticas y estrategias con Podemos? ¿Y si así fuera, será Otegi el candidato de Podemos en las Elecciones Autonómicas?
Ya ven, queridos lectores, que los resultados electorales han dejado, también en Euskadi, todos los espacios abiertos. Caben las conjeturas, las elucubraciones, las interpretaciones más diversas, las complacencias de todos los signos, las previsiones y las premoniciones. Yo, que no tengo (como han visto) la solución de nada, os las dejo aquí con el deseo de que todos y todas seais (seamos) muy felices en el 2016.


FDO.  JOSU MONTALBAN   

jueves, 7 de enero de 2016

ELECCIONES GENERALES: ¿QUIÉN HA GANADO EN EUSKADI? (El Diario Norte, 7 de Enero de 2016)


ELECCIONES GENERALES: ¿QUIÉN HA GANADO EN EUSKADI?

¿Cómo deben ser leídos e interpretados los resultados de las Elecciones Generales del 20-D en Euskadi?

En una primera lectura lineal no cabe duda de que ha ganado Podemos, que ha obtenido el mayor número de votos: su victoria sobre el PNV ha sido holgada (15.000 votos de diferencia), y su victoria sobre Bildu  mucho más holgada aún (132.000 votos). Pero una cosa son los resultados y otra son las interpretaciones, en cuestión de resultados opera la aritmética, mientras que las interpretaciones se supeditan al modo de leer y a las intenciones con que se valoran las cifras y su evolución a lo largo del tiempo.

Comienza un tiempo nuevo que va a agitar la vida política en Euskadi porque se han producido dos hechos encadenados: ha ganado con creces la izquierda (Podemos, PSE, Bildu e IU), y han ganado las fuerzas vasco-españolas, salvo que alguien interprete que Podemos no es un partido de ámbito español, que todo cabe en este “maremágnum” vasco.
Corre en la opinión pública una interpretación interesada que relaciona la importante pérdida de votos de Bildu con la abundante cosecha de votos de Podemos, como si respondiera a una estrategia tendente a ejercer lo más pronto posible el nefasto “derecho a decidir vinculante”. Sin embargo el anuncio de Podemos añadió que en el ejercicio de ese derecho a decidir Podemos se posicionará a favor de la permanencia de Euskadi en España. De modo que en el Parlamento Vasco habrá 46 parlamentarios vasco-españoles, y 29 parlamentarios vascos-vascos, divididos en nacionalistas e independentistas.

Estos resultados, ¿van a cambiar las tendencias, usos, costumbres y vivencias acendradas en la Política vasca? Me temo que no. Lo que determine el futuro será aquellos que hagan posible los números, pero será difícil que la simbiosis PNV-PSE se rompa, como será difícil que PNV y Bildu lleguen a entendimientos solventes, porque son demasiados los recelos y las desconfianzas entre ellos, históricamente separados. ¿Y Podemos?  Podemos tendrá presente que su comportamiento en Euskadi, donde ha cosechado 316.000 votos, influye mucho en el resto de España, donde ha logrado cinco millones de votos. Hay otra vicisitud más que puede marcar el futuro. Una alianza, más que probable, entre Podemos y Bildu, obligaría a una gran alianza del resto de las fuerzas políticas.
Esta es mi interpretación, pero el futuro es tan incierto como incomprensibles han sido los resultados del 20-D.


FDO.  JOSU MONTALBAN