martes, 28 de junio de 2016

EN EUSKADI..."SORPASSO" (El Diario Norte, 28 - 06 - 2016)


EN EUSKADI… “SORPASSO”

Allí donde no puso demasiado interés “Unidos-Podemos” (UP, a partir de ahora en este escrito), ha culminado un “sorpasso”. ¿A quién? Al PNV, y a EH Bildu, y a quienes pudieran oponer alguna resistencia, PP y PSE incluidos. Sin embargo hay comportamientos de los vascos y las vascas que se repiten, por ejemplo, que los votantes de las Elecciones Generales aún mantienen su confianza en las formaciones de ámbito estatal (PP ha subido 5.500 votos respecto a Diciembre; PSE ha subido 1.700 votos), lo cual hace pensar que el Estado (español) les interesa más en esta ocasión que cuando tienen lugar las elecciones autonómicas. Para culminar la interpretación del recuento final hay que subrayar que el “sorpasso” propinado por UP ha tenido como alimentadores a los nacionalistas e independentistas, porque el PNV ha dejado por el camino más de 16.000 votos entre Diciembre y Junio, y EHBildu ha dejado también más de 31.000 votos. En realidad no todos han ido a parar a UP, porque también esta nueva formación ha perdido casi 16.000 votos, pero ya ocupa la primera posición en la Comunidad Autónoma Vasca.
No soy partidario de establecer comparaciones entre los resultados de procesos electorales de ámbito diferente, porque los ciudadanos optan por una u otra opción según el ámbito territorial, según la Institución para la que se escojan representantes, o las diversas circunstancias que concurran en cada momento, pero en esta ocasión se ha producido un “sorpasso” de una formación de ámbito estatal a todo el mundo nacionalista (PNV y EHBildu). Solo queda ya que UP de Euskadi se defina como una fuerza de ámbito nacional (español), o no. Dada la extraordinaria ambigüedad que administran sus “militantes” cuando les conviene, no me extraña nada que no se definan en ninguno de los dos sentidos y lo dejen todo en manos del inexistente, -en el marco legal-, “derecho a decidir”, que no se va a desarrollar nunca porque ni es posible hacerlo ni, entre otras cosas, le conviene a nadie hacerlo.
Un diario de ámbito estatal ha titulado una de sus informaciones del siguiente modo: “Podemos y PSE, a dos de la mayoría absoluta (en Euskadi)”. No sé bien si la relación entre ambos la establece el periodista por su condición de partidos de izquierdas o por considerar a ambos de ámbito estatal. Lo cierto es que no resulta sencilla la combinación, porque el PSE no debe aceptar el “derecho a decidir” que UP propone, ni ante las mieles de participar en un Gobierno Autonómico de coalición. En todo caso la colaboración en un Gobierno Vasco le puede venir al PSE por muy diferentes vías (confluencias), sin perjuicio de que ya haya presidido el Gobierno Vasco con Patxi López como Lehendakari, circunstancia ésta que muy bien podría volver a repetirse.
Hasta las próximas Elecciones Autonómicas es tiempo de incertidumbres, de cálculos interesados, de estrategias nobles o diabólicas, de encuestas tendenciosas, de pesquisas más o menos enrevesadas, de decisiones trascendentales. Soy consciente de que los resultados del 26J son exclusivos de esa concreta ocasión, pero la llegada de Unidos-Podemos, sin otro principio ideológico ni posicionamiento político que el mostrarse partidario del “derecho a decidir”, obliga a estar atentos, porque los vascos podemos caer irremisiblemente en un erial ideológico y político en el que los vascos y las vascas no sepan a qué criterios acogerse para elegir a quienes deban dirigir y administrar su futuro.
Si UP es la fuerza mayoritaria, debe actuar como tal, y fijar posicionamientos claros y concretos respecto a todos los asuntos que conciernen a los vascos, máxime teniendo en cuenta que el Estatuto de Autonomía por el que se rigen gran parte de nuestras competencias es muy exigente y obliga a grandes dosis de responsabilidad y a muchos y denodados esfuerzos. Hoy por hoy, UP solo es un nubarrón sobre nuestra Comunidad Autónoma, pero lo han querido así la mayoría de los vascos y las vascas. Sus predicaciones han surtido efecto, pero da la impresión de que no cuentan con quienes sean capaces de producir trigo. La democracia, a veces, te pone ante estas tesituras, ante una formación mayoritaria, dirigida por atrevidos diletantes, que no tienen en sus filas a quien se preste a representarlos en las Instituciones con las necesarias garantías. Quizás por eso han salido a buscar a esa persona “capaz” fuera de sus filas, pero hasta ahora las condiciones que han exigido no han parecido asumibles a los capaces de llevarlas a cabo.
Este es el riesgo. La certeza es que el “sorpasso” al nacionalismo jeltzale y al independentismo abertzale ha sido una realidad.


Fdo.  JOSU  MONTALBAN           

lunes, 27 de junio de 2016

26J: RESUELTAS LAS DUDAS (LaInformacion.com, 27 - 06 - 2016)


26J: RESUELTAS LAS DUDAS

El 26J ya ha pasado y el balance no ha podido ser más triste para las izquierdas españolas. La derecha no sólo ha ganado poder y consistencia (14 escaños más) sino que se ha impuesto a la nueva derecha emergente, Ciudadanos, a la que le ha “chuleado” ocho escaños. Las izquierdas, empeñadas en su tradicional lucha intestina, han claudicado porque la estrategia suicida de IU ha terminado como cabía esperar, es decir en suicidio, y Podemos apenas ha servido para facilitar el arma al suicida Garzón. Y, ¿qué decir del PSOE? Que ha conseguido seguir en la segunda posición, -que no es poco teniendo en cuenta las amenazas-, aunque sufriendo un retroceso importante (cinco escaños), lo cual ha sido inevitable tras una campaña desarrollada con la vista puesta en el espejo retrovisor, obsesionado por la amenaza de Pablo Iglesias (Turrión, que no Posse) y Alberto Garzón que con la disculpa de adelantar al PP tenían como objetivo inmediato convertir al PSOE en una reliquia.
Las izquierdas siempre han adolecido de ciertas dosis de “prematuridad”. En muchas ocasiones empiezan a ver los resultados positivos de sus acciones antes de haber consolidado los métodos y las estrategias para conseguirlos. Peor aún, son capaces de emplearse con toda su violencia en la lucha de las izquierdas entre sí sin apercibirse de que la lucha eficaz y útil ha de estar en la discusión entre la derecha y la izquierda. Se entregan tanto a un falso purismo interior que olvidan dónde están realmente los adversarios o enemigos. De modo que ahora urge plantear el futuro, el inmediato y el otro, a medio plazo, para recuperar las posiciones, consolidar las ideas y proyectos y volver a la lucha, eso sí, con la lección muy bien aprendida.
Ahora, a negociar, porque la mayoría del PP no es suficiente. Sin embargo, tras escuchar a los líderes políticos durante la campaña, obsesionados en decir que interpretarían y seguirían lo que los ciudadanos y electores les dictaran, solo cabe una actitud: permitir que el triunfador indiscutible, PP, sea quien gobierne, por dos razones, porque los ciudadanos así lo han dispuesto, y porque la zafiedad de Pablo Iglesias y de Alberto Garzón así lo han facilitado. ¿Para qué más reflexiones? La derecha a gobernar y las izquierdas a oponerse, al rincón de meditar, para que las próximas elecciones, dentro de cuatro años, no las sorprendan otra vez avituallándose y más entregados a la euforia que al recto discernimiento y juicio.
No cabe ninguna alternativa de izquierdas porque la aritmética, que es una ciencia exacta, no lo permite. Y, además, porque algunas izquierdas se han mostrado indispuestas para construir una Izquierda amplia y útil que podamos escribir con letras mayúsculas. Queda la esperanza de que las izquierdas, que lo necesitan, aprendan de sus propios errores. En la noche del domingo se han producido dos escenas esclarecedoras. Frente a la sede del PP, en la calle Génova, con Rajoy asomado a un balcón engalanado para el momento, los fieles del PP han agitado sus banderolas azules, al lado de otras rojigualdas, coreando con entusiasmo el slogan de Podemos: “Sí se puede”. Por su parte, en otra plaza de Madrid, Pablo Iglesias el “derrotado” ha pronunciado un discurso “mitinero” mucho más apropiado para pedir el voto que para justificar los votos que los ciudadanos le han negado, y por si fuera poco, puño en alto, la han emprendido con canciones de lucha propias del rojerío, más lógicas para otros momentos, de enardecimiento y pasión, y no de ese momento de derrota y abatimiento.
Vivimos una especie de vida al revés. Revolucionarios vestidos de Dolce & Gabbana aprietan el puño para reivindicar nada, después de haberse declarado ambidiestros, marxistas-leninistas y socialdemócratas, según cuadrara para la ocasión. Líderes conservadores premiados con otros cuatro años de gobierno tras haber sido sorprendidos robando lo que nos pertenecía a todos, a manos llenas. ¡La vida al revés!
El entusiasmo es algo útil y bello, pero si se expresa en momentos más apropiados para el abatimiento y la reflexión subsiguiente, se convierte en una impostura absurda. Decía Tierno Galván que a él le gustaba reflexionar del mismo modo que las gallinas usan para beber agua, tomándola con el pico y elevando la cabeza y la mirada al cielo para pensar mientras tanto. A lo derrotados de “Unidos Podemos” les gusta más la euforia impostada que la reflexión metódica y responsable. Lo malo es que, de ese modo, no han sido capaces de darse cuenta de que se han cargado la Izquierda… De momento.


Fdo.  JOSU  MONTALBÁN        

sábado, 18 de junio de 2016

PABLO IGLESIAS Y LA CIZAÑA (LaInformacion.com, 19 - 06 - 2016)


PABLO IGLESIAS Y LA CIZAÑA

Siguiendo con su miserable estrategia de sembrar cizaña en medio del trigo, Pablo Iglesias (Turrión, que no Posse) afirmó hace bien poco que el Presidente Zapatero había sido “el mejor Presidente de la Democracia”. Y como “mejor presidente” que fue le ha respondido con contundencia afirmando que, dado que fue también el Presidente del PSOE, el mérito no es tanto suyo como de todo el PSOE, para quien reclamó la titularidad de la socialdemocracia española. Dijo más, por ejemplo que España “necesita un Gobierno equilibrado entre la responsabilidad y el compromiso social, y eso solo lo representa el PSOE”. Concluyó que “está muy bien que todos quieran ser socialdemócratas, pero para socialdemocracia el PSOE”.
¿Qué pretende Pablo Iglesias con esos piropos dirigidos a Zapatero? Solamente sembrar discordias donde solo hay sano debate. El debate ha venido acompañando al PSOE desde su formación, sin embargo, a pesar de la intensidad con que se ha desarrollado, en ningún momento ha llegado a provocar ninguna ruptura seria. El PSOE, como formación potente destinada a gobernar en España, ha venido abarcando un amplio abanico ideológico que ha aglutinado tanto a formaciones liberal-democráticas cercanas al centro político como a formaciones puramente socialistas (o a antiguas formaciones comunistas) que comprendieron las virtudes que engloba un partido de las características del PSOE. Pablo Iglesias sabe todo esto, y sabe también que su “marxismo-leninismo” de salón, que le sirvió para abrir las puertas de los medios de comunicación y forzar debates inservibles en la Europa actual, no es una tarjeta de presentación adecuada para obtener la confianza de los españoles. Por eso evita hablar de izquierda y derecha, o se muestra dispuesto al ejercicio del “derecho a decidir” que no cabe en ninguna de las ideologías clásicas de la izquierda, y por fin se ha declarado socialdemócrata, condición hasta ahora reservada al PSOE. Así es el camaleónico Pablo Iglesias, cuyo último capítulo ha tenido que ver con los piropos a Zapatero.
Forzando el alcance del piropo cabría preguntar a Pablo si en el catálogo de virtudes ejercidas por Zapatero cabe incluir la modificación del Artículo 145 de la Constitución que estableció el principio de estabilidad financiera para limitar el déficit. Es una pena que Iglesias no estuviera en el Congreso entonces para saber hoy su comportamiento, pero ha tomado la decisión de poner la diana en Zapatero, que fue un Presidente ejemplar por el alcance de su sentido democrático y por su dimensión social. Cometió errores, claro está, pero su balance fue muy positivo, sin embargo lo que resulta criticable es que Pablo Iglesias haya elegido a Zapatero, el ex Presidente español, para poner en vigor su comportamiento político, tan interesado como abominable.
Tal comportamiento parece copiado del comic de Ásterix titulado “La Cizaña”. En él un personaje que se hace llamar Perfectus Detritus sale de un campamento romano para instalarse en la aldea gala en que viven Ásterix y Obelix. El personaje se dedica a crear discordias constantemente entre quienes viven en la popular aldea, lo cual provoca no pocos conflictos entre los famosos y bárbaros personajes del comic que ven como sus conflictos contra los soldados romanos terminan siempre en infructuosos para ellos, porque la cizaña se convierte en un ingrediente esencial que impide y resta eficacia a la estrategia de los habitantes galos. El ejemplo cobra auténtico sentido si comparamos a la derecha española con los romanos y las izquierdas con los diferentes personajes de la aldea gala.
Pablo Iglesias se ha convertido en un Perfectus Detritus, incapaz de trabajar en contra de esta derecha española que ha conseguido instalar la precariedad y la desigualdad en la sociedad española, pero también ha instalado un caldo de cultivo que ha permitido que los Perfectus Detritus, como el ínclito Pablo Iglesias, lleguen a cercenar los efectos de unas izquierdas plurales, y debidamente compaginadas que fueran capaces de procurar ese cambio que sí, que es posible y necesario siempre que Pablo Iglesias no quiera hacerse con el cargo de Sumo Emperador Romano… Y ejercer de tal.


FDO.   JOSU MONTALBAN

miércoles, 15 de junio de 2016

DEBATES ESTÉRILES (El Diario Norte, 15 - 06 - 2016)


DEBATES ESTÉRILES

(En torno al debate entre los líderes políticos ante el 26J)

Haré una confesión previa. Vi el debate de los cuatro magníficos, -Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera-, con muy poco entusiasmo, convencido de que aquello era una sucesión de poses e impactos diseñada por los “listos” de cada uno de los partidos representados. Desde luego que esa fórmula hermética, y pactada, que cronometra las actuaciones de cada cual, está basada en la desconfianza de los cuatro líderes que acuden al debate con estrategias debidamente pensadas con el objetivo de contrarrestar los efectos positivos que pudieran acarrear las actuaciones de los otros. En esta ocasión, una vez más los contendientes se empeñaron en mirar al pasado en lugar de desbrozar el horizonte del futuro. Era la estrategia más fácil y sencilla para abordar el debate en las condiciones por las que atraviesa el país. Unos (PP y PSOE), afectados por ser más protagonistas de la crisis económica y social actual, por haber estado presentes en las Instituciones mientras se ha gestado; y los otros (P´s, y C´s), afectados por ese delirio que les lleva a asaltar los cielos con el único instrumento de las promesas halagüeñas, que sean cumplibles o no es lo de menos.
Sin embargo, no son precisamente los líderes que pugnan los máximos responsables del fracaso del debate. La mayor responsabilidad es de quienes han diseñado tradicionalmente el formato y de la churrigueresca parafernalia que acompaña a los debates. La llegada de los líderes rodeados de sus equipos colaboradores recuerda en alguna medida a la llegada de los toreros previa a un festejo taurino. Los recibimientos, rodeados de una solemnidad a todas luces excesiva, consiguen un adocenamiento de los líderes que es irreal, porque a nadie se le ocurre pensar que, por ejemplo, las imágenes de Rajoy o Iglesias puedan ser superponibles, y en el debate lo parecen, o se pretende que lo parezcan. El escueto decorado, más o menos adecuado y bello para la ocasión, tampoco dice nada a favor de la improvisación necesaria en cualquier debate o discusión, de modo que parece que todo hubiera estado tan programado que incluso los líderes esgrimen carteles en medio de sus intervenciones, como si sus palabras necesitaran la fe de los periódicos o de los notarios. Y, por fin, finalizado el debate, los televidentes aún siguen la evolución de los líderes que han contendido, en sus camerinos, en las inmediaciones del lugar del encuentro, o en las propias sedes de sus partidos, a las que llegan para ser recibidos en medio de los gritos eufóricos de sus incondicionales… Aún queda por desarrollar otro detalle del programa: las encuestas que los diarios digitales desarrollan para que respondan a ellas incluso los que no han presenciado el debate, por medio de las Redes sociales.
Como todo esto acontece en medio de un clima de seriedad y rigor excesivos, da la impresión de que no se trata de un acto electoralista más, sino de un prolegómeno del mismo día de las Elecciones. Esta lectura y valoración del debate es la que ha hecho que siguiera el debate con tan escaso entusiasmo. Porque ninguno de los cuatro arriesgó lo más mínimo, me quedó la impresión de que cada cual iba arrimando el ascua a su sardina, a cada una de las cuatro sardinas de forma paulatina, de tal modo que las sardinas terminaron igualmente asadas y saladas, lo cual hizo que al final fueran difícilmente distinguibles las unas de las otras. A la salida, a los cuatro les quedaba aún un rictus de sonrisa, a veces forzada, y les quedaba la ufanía impostada de mostrar ante los suyos y ante los entrevistadores, que habían sido los mejores en el debate.
Jugando con la interpretación de cuanto aconteció en el debate me permito advertir que terminé el acto del mismo modo que lo inicié, claro está que yo tengo una determinada ideología (que se corresponde con una formación política concreta) que conduce  mi voto hacia un objetivo y destino precisos –PSOE-, que vienen avalados por principios, por programas y por la Historia, lo cual no es óbice para que pueda estar equivocado.
Y termino, dejando una reflexión en forma de pregunta: ¿No creéis que estos debates se quedan en poco más que mero folklore, en un producto televisivo más? Terminarán siendo patrocinados por las marcas comerciales… Si no, al tiempo…


FDO.  JOSU  MONTALBAN       

martes, 14 de junio de 2016

¿QUÉ SOY YO? ¿SOY ACASO EUROPEO? (DEIA, 15 - 06 - 2016)


QUÉ SOY YO: ¿SOY, ACASO, EUROPEO?

Cada minuto que pasa encuentro más dificultades para responder a esta pregunta. No debería preocuparme porque cada uno ha de ser aquello que se desprende de sus acciones, y mis acciones me delatan como lo que soy, pero en estos tiempos de incertidumbre continuamente nos interrogan los curiosos: primero investigan en secreto para saber quién eres, y después se empeñan en saber qué somos. En la medida en que lo que somos convenga a los otros, nuestro nombre, -quién soy-, empieza a ser pronunciado con mayor énfasis.
Me he hecho esta pregunta tras escuchar una entrevista en la que el responsable de una ONG que aboga por la integración cultural, religiosa, social y económica de todos los humanos se ha preguntado por la identidad y cualidades de la Europa actual y de los europeos. El pronunciamiento del responsable ha sonado en mis oídos como si fuera un SOS, una voz de alarma, una sirena plañidera y quejumbrosa.
A la vista de cuanto acontece no tengo interés en proclamarme europeo porque las autoridades comunes que rigen Europa la han convertido en un espacio miedoso e insolidario. Miedoso, porque esgrimen constantemente las fatales consecuencias que puede tener la llegada de los inmigrantes y refugiados que huyen de las miserias en que vivían en las áreas degradadas y pobres del Norte de África, principalmente. Insolidario, porque el cierre de las fronteras europeas a cal y canto nunca va acompañado de promesas creíbles y proyectos que mejoren el hábitat y las condiciones de sus vidas en sus tierras de origen. Europa ha convertido los espacios que la circundan en auténticos cementerios. Los libros tendrán que incorporar a sus páginas las imágenes de los fondos marinos atiborrados de huesos y calaveras. En dichos fondos también deambulan las ilusiones y esperanzas de quienes emprendieron sus travesías asqueados por tanto abandono, por tan flagrante inhumanidad.
Es por todo esto por lo que me duele tener que responder a la pregunta del título. Sin embargo la pregunta se me muestra como inevitable, porque los silencios se convierten en cómplices de las situaciones conforme se alargan, y la pregunta retumba en mis tímpanos como si fuera el atormentado redoble de un tambor de guerra. Las miradas inquietas de los refugiados que llegan hasta nuestras costas son una advertencia, pero son sobre todo una denuncia: la constatación evidente de que Europa ha perdido sus principios morales, que ha dejado su alma sumergida en el abismo de los océanos que la rodean. Los humanos convirtieron los mares en zonas transitables cuando inventaron las embarcaciones. En realidad un barco no es otra cosa que un trozo de un camino que flota sobre la inmensidad de las aguas: un camino que se mueve por el mar y soporta la furia de las aguas. ¿A qué responde que neguemos esa evidencia que representan quienes emprenden la travesía tomando esos caminos flotantes para llegar a encontrarse con nosotros? El diagnóstico es tan sencillo como certero: tenemos miedo a compartir lo que la Providencia nos dejó de forma absolutamente arbitraria y desequilibrada. En resumen, nos hemos convertido en humanoides, que es un modo muy defectuoso de ser humanos.
Y no solo eso, porque las prevenciones que han ido apareciendo en los países europeos han dado pie a la instalación de formaciones políticas de corte ultraderechista que están amenazando con practicar un revisionismo de la Historia que dé al traste con el espíritu que estuvo al frente de la construcción de la Europa social.
Europa fue un territorio con alma en cuyos habitantes siempre anidaron valores inconfundibles. Estaba llamada a servir como modelo para el Mundo. Se era “europeo” por pertenecer a un territorio determinado, pero se era tal sobre todo porque se participaba de una conciencia colectiva que convertía a la condición humana en un principio insoslayable que protegía los derechos humanos de todos y abordaba las políticas socioeconómicas como condición básica para forjar un marco de convivencia saludable e igualitario. Los padres de la Europa comunitaria partieron de un principio amplio. “No habrá paz en Europa si los Estados se reconstruyen sobre una base de soberanía nacional”, dijo en Argel el padre de la Europa comunitaria Jean Monnet. Y dijo también que “los países de Europa son demasiado pequeños para asegurar a sus pueblos la prosperidad y los avances sociales indispensables”. Como se ve, Jean Monnet preveía entonces, hace más de medio siglo los avances de la Tecnología, los descubrimientos cibernéticos, en suma, de qué modo evolucionarían la Economía y la Política  en el Mundo, convirtiendo a los países asiáticos en ogros “sobrehabitados” que se convertirían en amenazas para los países europeos y las economías con base social. África sería una gran reserva natural y animal, colonizable por los países y empresas multinacionales del Mundo más desarrollado. América sería un continente dividido en dos: un Norte de raíz europea más parecido a una tierra conquistada a través del poder económico, y otra América (Centro y Sur) también conquistada y al servicio de quienes llegaron hasta allí con la intención exclusiva de explotar sus riquezas.
En aquel contexto Jean Monnet creyó en Europa, y apostó por potenciar su unidad no solo para contrarrestar a los poderes pujantes de otros continentes y poblaciones, sino para potenciar el necesario desarrollo social. No era un hombre de gran bagaje intelectual, si por tal se tienen los estudios universitarios realizados y culminados, pero le asistían el sentido común y una formación humanista basada en la observación y en los sabios consejos de su padre: “No lleves libros…Nadie puede pensar por ti…Mira por la ventana, habla a las personas…Presta atención a quien está a tu lado”, le dijo cuando, con solo 18 años, partió hacia la ciudad canadiense de Winnipeg iniciando un proceso formativo basado en la observación de los fenómenos que se sucedían en diferentes partes del Mundo.
Me pregunto hoy, ¿qué proposiciones plantearía Monnet para regenerar a esta Europa pacata, miedosa e insolidaria? ¿Sería capaz de recuperar para ella el espíritu solidario? ¿Lograría reconducir las conciencias errantes de los europeos hacia espacios de solidaridad, conseguiría contrarrestar la pujanza de las formaciones ultranacionalista que han surgido en todos los países europeos y ya amenazan con ser fuerzas fundamentales y decisivas en sus países? Porque lo necesario es que Europa se reinvente de nuevo y vuelva a ser un ejemplo de desarrollo económico, pero soportado en el desarrollo humano. Esta Europa, que cuenta con más de 400 millones de europeos adscritos a la Europa comunitaria, no es capaz de acoger a los refugiados sirios a pesar de que en la guerra de la que huyen se jueguen intereses estratégicos de algunos países europeos. Todas las vías de acceso a Europa para los atribulados humanos que vienen huyendo de la miseria y las barbaries han sido valladas en contra de las leyes y tratados más modernos (léase Schengen). Los migrantes que llegan son deportados y expulsados, las barcazas se hunden en el mar empujadas por la intransigencia y las medidas de control de aforos de personas tan incontroladas como brutales.
Por eso me pregunto “qué soy yo”. En este caso sé muy bien qué quiero ser, pero sé mejor qué no quiero ser. No quiero ser europeo de los actuales, de los que asisten desde fuera a las Elecciones austriacas y solo porque sean consecuencia de un proceso democrático en su ejecución, apenas se sorprenden por el empate técnico entre liberales y ultraderechistas. De modo que soy “europeo” porque nací y vivo en territorio europeo. Lo es mi espíritu solidario y mi concepción de Europa como la que Monnet pergeñó junto a quienes iniciaron su construcción… Pero no soy europeo si para serlo tengo que considerarme uno más de los que ponen fronteras entre los países europeos, si tengo que aceptar el Mediterráneo como una barrera que separa y defiende a Europa en lugar de como vía de comunicación y confluencia de caminos, si tengo que asumir que las fronteras entre los países escandinavos y Rusia sean impermeables a ultranza, si tengo que aceptar que el Atlántico se convierta, junto al estrecho de Gibraltar, en un sepulcro silencioso. Si tengo que asumir todo esto, pido a las autoridades competentes que me borren del listado de los ciudadanos europeos.


Fdo.  JOSU  MONTALBAN       

sábado, 11 de junio de 2016

¿SORPASSO? ¿Y LUEGO QUÉ? (LaInformacion.com, 11 - 06 - 2016)


¿SORPASSO? ¿Y LUEGO QUÉ?

Dicen muchos especialistas que estamos ante unas Elecciones trascendentales, que el 26J va a ser una fecha histórica. Lo mismo que dijeron cuando, hace seis meses, se celebraron las anteriores elecciones que resultaron un fracaso flagrante y colectivo, razón por la que nos vemos abocados a volver a las urnas a ver si, entre todos, encontramos una solución para el desaguisado en que vivimos.
Trascendentales no digo que no sean, pero sobre todo presentan todos los ingredientes para que esperemos a los resultados con buenas dosis de ansiedad, a pesar de que sean bastantes las cosas que se van a repetir en relación a la convocatoria anterior. De momento conviene subrayar que el PP, que ha gobernado durante la última Legislatura, va a obtener el mayor número de votos a pesar de haber gobernado de modo tan sectario, y de haber sido el blanco de los dardos envenenados de todos los líderes políticos. A pesar también de que tras el 20D Rajoy se llamara andana y renunciara a formar un Gobierno que parecía imposible de configurar. Las encuestas se muestran contundentes mostrando al PP en el cajón más alto del pódium. ¿Por qué ocurre esto? Esto no se atreven a interpretarlo los comentaristas, que prefieren entretenerse en interpretaciones mucho más nimias en torno al comportamiento de los votantes con la nueva opción “Unidos Podemos”, o a la gran disyuntiva en torno a quién ocupará el segundo puesto. Es la primera vez que en unas Elecciones Generales provoca una mayor expectación quién ocupe el segundo lugar que quién ocupe el primero.
En resumen, que si el PSOE es segundo en escaños, todo dependerá de la soberbia que embargue a Pablo Iglesias, mientras que si es segundo “Unidos Podemos”, todo dependerá de que el PSOE opte por un rearme partidista o por ejercer la responsabilidad inherente a un partido tan apegado al Gobierno que ha ocupado y ejercido durante el 65% del tiempo de nuestra Democracia posfranquista. Las operaciones tácticas que han acabado uniendo a Podemos e IU, al mismo tiempo que Iglesias se ha proclamado “socialdemócrata”, -es decir, como Felipe González-, a la vez que Alberto Garzón se ha definido como izquierdista inequívoco en contraposición a las palabras de Iglesias que negó la existencia de izquierdas y derechas, y al mismo tiempo que “Unidos Podemos” ha convertido su programa electoral en un catálogo de muebles perteneciente a una multinacional que explota a los trabajadores que confeccionan mesitas de noche y aparadores: esas operaciones tácticas no tienen otro objetivo que llegar a ese segundo lugar clasificatorio para poner al PSOE entre la espada y la pared, más o menos en el mismo lugar que estuvieron ellos tras los resultados del 20D… Y bien, si Podemos resolvió la situación practicando un contubernio cuyo objetivo no era otro que destruir al PSOE, ¿cabe pedirle al PSOE esfuerzos que Poddemos no quiso hacer tras el 20D?
La irresponsabilidad de Podemos, ahora remediada parcialmente mediante el apósito facilitado por la IU de Garzón (que no es la de Llamazares, ni la de Cayo Lara), no debe ser premiada ni con votos que pudieran responder a esperanzas aún infundadas, ni con ningún otro tipo de reconocimiento. Lo más contradictorio de cuanto está aconteciendo es que las encuestas no hagan pagar los platos rotos ni a la desidia de Rajoy ni a la soberbia de Pablo Iglesias (Turrión, que no Posse). De modo que se avecinan tiempos extraños, nada convencionales, en los que una vez más el socialismo se erige en árbitro y juez de una contienda absolutamente artificial que han puesto sobre la mesa esas fuerzas emergentes, -sobre todo Podemos-, pero que siendo surgidas del mismo magma que las no emergentes no ofrecen nada nuevo, nada que no está ya inventado.
La Transición no la hicieron los actuales “emergentes”, y esa “segunda transición” de la que hablan con la boca pequeña, es tan innecesaria como el populismo que rodea a tantas de sus propuestas. Si el PSOE está siendo arrinconado, a pesar de su legendaria y honrosa Historia, es porque los “emergentes” son incapaces, por inanidad o por cobardía, de apoyar a una izquierda potente, civilizada y constructora de sana convivencia, que en España, de momento, solo pasa por un Gobierno amplio alrededor del PSOE. Un Gobierno que reforme cuanto sea necesario a partir de consensos intensos y estables.


Fdo.  JOSU  MONTALBAN

miércoles, 8 de junio de 2016

IU (¿R.I.P.?), (El Diario Norte, 08 - 06 - 2016)


IU  (¿R.I.P.?)

El hecho de que Alberto Garzón tome las riendas de Izquierda Unida como Coordinador General, sustituyendo a Cayo Lara, va a ser interpretado de diferentes modos, pero no faltarán quienes lo interpreten como parte de un proceso de rejuvenecimiento de la formación en cuyo vientre aún palpita el PCE. Digo rejuvenecimiento porque un muchacho de apenas treinta años va a sustituir a un histórico militante de la izquierda española que ya tiene sesenta y cuatro años. De modo que si nos atenemos a las edades de ambos algún osado se atreverá a considerar el relevo como un modo de dejar el paso a los jóvenes, que es algo que está de moda en los comentarios de calle actuales, siempre tan alejados de los aspectos ideológicos propios de la Política.
Lo curioso es que Alberto Garzón se va a convertir en Coordinador General de una formación cuya más notable presencia en las listas electorales para el 26J es el puesto quinto en la candidatura de “Unidos Podemos” de Madrid. Se trata de un lugar casi residual porque, aunque tenga segura su elección y su presencia en el Congreso de los Diputados, el ninguneo al que le ha sometido Pablo Iglesias bien puede convertirle en el pito de un sereno cuando los debates suban de tono en la Tribuna de oradores. Creo que hubiera sido mucho más digno que IU hubiera concurrido a las Elecciones con su historia y su bagaje, intentando negociar con el nuevo Gobierno un cambio constitucional, o de la Ley Electoral, que favoreciese que su representatividad en la Cámara estuviese más acorde con los votos que obtiene en las urnas. Sin embargo, la decisión de Alberto Garzón sirve, sin duda, para certificar el acta de defunción de IU y, lo que es peor, el cierre de una “institución” política tan importante para nuestra Transición y posterior Democracia como fue el Partido Comunista.
Es curioso también, además de triste, que IU y el PCE vayan a sucumbir precisamente en manos de alguien que flirteó con ellos, y los abandonó, para acercarse al poder mediante ardides y slogans que han perseguido el arrinconamiento y el descrédito de las izquierdas que tanta carne pusieron en el asador para que al franquismo no le sucediera una nueva dictadura tras la muerte del Caudillo. Cuando Tejero entró, pistola en mano, en el Congreso de los Diputados y gritó “¡quieto todo el mundo!”, sólo tres diputados permanecieron sentados dignamente y por ello expuestos a recibir un disparo del sublevado, uno de los tres era Santiago Carrillo, un comunista ejemplar y en su momento máximo dirigente del PCE. Pues bien, ahora mismo el partido que aquel hombre dignificó en aquel momento se ha entregado con todas sus provisiones y vituallas para que Pablo Iglesias (Turrión, que no Posse) haga de su capa un sayo con él. Alberto Garzón no ha sopesado que P.I. le considera “casta” solo por el hecho de que el PCE sea un partido antiguo; ni ha sopesado que P.I. ha desacreditado a IU cuando ha dicho que no hay izquierda ni derecha, es decir, algo con lo que no comulgan ni Alberto Garzón ni sus compañeros de formación política; ni ha tenido en cuenta que Podemos ya ha sido ubicada por el mismo P.I. en la “nueva” socialdemocracia, si bien no en la derivada de la Guerra Fría, en que están precisamente el PCE e IU.
Da pena que las izquierdas clásicas estén sufriendo los empellones de este osado impostor que va de redentor de los pobres pero solo persigue la omnipotencia propia de los dioses. Da más pena aún que este proceso cuente con el beneplácito de un líder que solo tiene treinta años. No será porque no haya sido debidamente tratado por sus compañeros, por quienes han ocupado su puesto con anterioridad, porque sus predecesores ya le han advertido. Lo hizo primero Gaspar Llamazares, y lo ha hecho ahora Cayo Lara, cuya entereza le ha obligado a decir con majestuosidad “Alberto, tú has sido, eres y serás mi candidato a presidente del Gobierno”. Claro que a la vista  de los hechos ya culminados le ha advertido premonitoriamente: “Me va a costar votar en estas elecciones”…
… Lo mismo me ocurriría a mí si estuviera en su lugar. Con honda pena y tristeza asisto a este sepelio de IU y del PCE… Y lo digo desde el máximo respeto para sus militantes, incluido el “popularísimo” Julio Anguita.


Fdo.  JOSU  MONTALBAN       

lunes, 6 de junio de 2016

LA ALTERNATIVA AL PP (LaInformacion.com, 06 - 06 - 2016)


LA ALTERNATIVA AL PP

Texto de una viñeta de EL ROTO: “Los candidatos no han cambiado, los electores sí”. Más adelante, en otra sección del mismo periódico, en un artículo firmado por Pablo Iglesias (Turrión, que no Posse), se puede apreciar un nuevo quiebro en las ideas y estrategia de Podemos, -quizás solo responde a los vicios de Pablo Iglesias (P.I.)-, que responde al título “Somos la alternativa al PP”. Lo curioso de todo esto es que el título no contenga alusiones al PSOE, y que en todo el texto las siglas PSOE solo son utilizadas para ubicarlas como comparsas suyas. Curiosa simpleza la suya, porque teniendo en cuenta que las Elecciones del 20D dejaron al partido de P.I. a menos de la mitad de escaños de los obtenidos por el PSOE (recuperados gracias al apoyo de las “confluencias”, como tal, capaces de llegar a confluir con otras fuerzas, incluido el PSOE), cabría que se hiciera previamente la pregunta sobre si Podemos es la alternativa al PSOE. Su habilidad, tan impostada como su ideología, pasa por ignorar que en España la “socialdemocracia” que ahora propugna como línea de pensamiento en Podemos, tiene un depositario que es el PSOE. Por eso, para que su posicionamiento parezca algo creíble recurre una y otra vez al recurso de llamar “vieja” a la socialdemocracia de la que el PSOE es depositario legítimo.
Es tan poco riguroso su análisis, y tal la osadía de su impostura que, recurriendo a una crítica a las políticas de austeridad propugnadas por Alemania en Europa, afirma que “ha quedado abierto el espacio para una nueva socialdemocracia no condicionada por las contingencias de la Guerra Fría que pueda reclamar a un tiempo una política soberanista y europeísta de carácter social”. Esta reflexión le lleva a hacer una pregunta obvia: “¿Es posible ser soberanista y europeísta a la vez?”. Y sse responde a sí mismo con una duda que contiene una nueva impostura: “Debe serlo, si entendemos que la democracia ha de informar la legitimidad de las instituciones tanto estatales como europeas”. Este tipo de dudas son admisibles cuando son esgrimidas por los estudiosos o los politólogos, pero los líderes políticos y los dirigentes de los partidos, sobre todo los de expresión categórica como suelen ser las de P.I., siempre tan lleno de certezas propias para rebatir las ajenas, deben arriesgar mucho más y opinar con contundencia.
“Somos la alternativa al PP”, ha dicho en el título del artículo, como aquel ciclista que marchando en tercera posición en una carrera ignoraba que no solo tenía que adelantar al primero para ganar sino que antes tenía que adelantar al que iba en segunda posición. No es nada extraña esta actitud altanera y soberbia en P.I., pero resulta despreciable su categoría humana, sobre todo porque es responsable de sus actitudes cuando Pedro Sánchez y el PSOE le reclamaron su cuota de responsabilidad para poner orden en los enrevesados resultados del 20D. Si no fue posible el acuerdo entonces a causa de su intransigencia, ¿por qué le reclama ahora del PSOE con tanto énfasis? EL ROTO proclama en su viñeta dos realidades relacionadas entre sí. Es verdad que los candidatos apenas han cambiado. Los y las cabezas de las listas permanecen inalterables, y los candidatos para la Presidencia del Gobierno también. Acudirán a los debates y discursarán en los mítines sin avergonzarse lo más mínimo por su ineficacia a la hora de buscar y hallar acuerdos solventes. La farsa se repetirá, por lo que solo queda una esperanza: que los electores cambien y sean capaces de premiar o castigar las actitudes anteriores de los partidos. Si los programas electorales van a ser muy parecidos a los sometidos a las votaciones del 20D, solo cabe valorar el modo como se desenvolvieron los líderes durante los últimos cuatro meses de negociaciones.
Me permito una conclusión, si bien sintetizada: un desidioso, Rajoy, y un soberbio, Iglesias, han intentado por todos los medios el descrédito de los españoles mostrando la realidad como si fuera un galimatías de imposible solución. Mientras tanto el PSOE y C´s buscaron un acuerdo, y le hallaron, quizás no todo los bueno y deseable que se buscaba, pero siempre más apetecible que el erial al que quieren condenarnos las desidia del PP y la soberbia del Podemos de Pablo Iglesias.


FDO.  JOSU  MONTALBAN     

sábado, 4 de junio de 2016

¿LLEGAREMOS A PEDIRLES PERDÓN? (Blog de Josu Montalbán, "La Memoria de los días olvidados")


¿LLEGAREMOS A PEDIRLES PERDÓN?

¿Qué calificativo se merece la imagen de Hasier Arraiz despidiéndose de la Cámara vasca después de que la Justicia l haya inhabilitado por actuar a las órdenes de ETA? No encuentro ninguno, pero aceptaría cualquiera siempre y cuando alguien me explicara la razón. En principio me atrevo a adelantar que no llego a entender casi nada de todo esto. No entiendo cómo elude la cárcel alguien que se afirma “delincuente” convencido. Pero bueno, dejemos que sobre ello debatan los profesionales de la Judicatura que, al parecer, nunca se equivocan.
El asunto que me trae, una vez más, es la absurda parafernalia que Hasier ha usado para abandonar el Parlamento Vasco. Habría que adscribir el acontecimiento al apartado de las comedias de enredo si no fuera porque las siglas ETA son malditas, y toda alusión a ellas ha de hacerse con sumo cuidado para no herir a las víctimas de su brutalidad. El resumen es que el viernes pasado Hasier Arraiz acudió al Parlamento de Gasteiz para debatir sobre el punto del Orden del Día relativo a “Medidas para hacer frente a la estrategia recentralizadora  puesta en marcha por el Estado”. Fíjense los lectores la gran importancia de este asunto para una Comunidad como la vasca en la que están tan acendrados el nacionalismo autonomista y el independentismo. Pues bien, las palabras de Hasier Arraiz no dejaron dudas: “…he venido a despedirme”. Y la Presidenta del Parlamento se quedó callada hasta que Arraiz puso sus perlas sobre la tribuna de oradores. La escena recuerda a aquellas imágenes televisivas en que Francisco Umbral, que estaba siendo entrevistado sobre asuntos bien diversos, alzó la mano para advertir al entrevistador que “yo he venido a aquí a hablar de mi libro”. Al Parecer Bakartxo Tejería tenía miedo que le ocurriera algo así. A la vista del respeto con que aceptó la transgresión de Arraiz, da la impresión de que ya estaba avisada y había aceptado ya su complicidad.
Total que Hasier habló de su libro aunque en una especie de idioma dialectal cuya interpretación se prestó a casi todo. Dijo: “Quienes hemos sido injustamente juzgados hemos contribuido a crear un escenario de paz y convivencia… Lamento profundamente que falten personas a consecuencia de las diferentes violencias que hemos sufrido… A todas las víctimas les debemos memoria, reconocimiento y reparación”, para complacer a los suyos. Y dijo: “Lo peor que tuvo aquel escenario político es que llegamos a deshumanizar al adversario, sus derechos humanos dejaron de ser imprescindibles y así nos deshumanizamos nosotros mismos… Les llegamos a quitar la categoría de personas”, para complacer a las víctimas o a sus familiares y amigos. ¿Cómo compaginar ambos apartados? La verdad es que no tengo la fórmula mejor, solo tengo una: la mía, que no tiene por qué ser infalible. Eso sí, creo que la más honesta es la de comportarse con humildad y aceptar aquel trágico tiempo como lo que fue, una época negra en que los vascos y las vascas nos caracterizamos mucho más por nuestra debilidad que por nuestra nobleza.
Luego llegó la puesta en escena, es decir, eso que los medios de comunicación más imparciales y creíbles han llamado “autohomenaje”. Hasier Arraiz se paseó de un lado para otro, estrechó las manos de unos y otros, algo que no se hubiera atrevido a hacer cuando ETA, -a la cual ha dicho pertenecer, y depender de ella-, mataba sin piedad a costa de su barbarie y del silencio de los miedosos. Estrechó la mano de los nacionalistas y de los socialistas envuelto en un coro de aplausos de los suyos, mucho más vergonzante que agasajador. Quienes estrecharon su mano, ¿lo hicieron convencidos de que obraban bien, o lo hicieron pensando en cubrir el expediente? Yo bien creo que fue por la segunda razón, pero sobre todo porque en nuestra Euskadi se está poniendo de moda una blandenguería que acepta todo. ¿A cambio de qué? Pues a cambio de que los vascos que mataron a otros vascos (y españoles), tildándolos de ser malos vascos y buenos españoles (enemigos, por tanto, de los vascos), obtengan beneficios penitenciarios y medidas de gracia que les permita salir de las cárceles como si nunca hubieran roto un plato.
No voy a decir que la actitud del popular Gómez Damborenea, que negó el saludo a Hasier Arraiz, fuera el más razonable, porque al fin y al cabo no está de más hacer un esfuerzo para conseguir que la paz y la sana convivencia vuelvan a ser una norma, y no la excepción, en Euskadi, pero Hasier Arraiz no se merece el saludo, sobre todo porque su dignidad maltrecha no lo permite. De cuanto dijo me quedo con una sola frase: “Les llegamos a quitar la categoría de personas”. ¿A quiénes? A quienes se vieron obligados a vivir sobreprotegidos. A quienes tuvieron miedo porque hubo quienes se lo infligieron gratuitamente. A quienes no dudaron en considerar prescindibles a quienes no pensaran como ellos. A quienes se sientan perseguidos.
Por eso quiero valorar lo que ocurrió en el Parlamento de Vitoria el pasado viernes, y hacerlo con valentía. La mano de Hasier, de quien se ha prestado a aceptar su pertenencia a ETA, le convierte en un terrorista, asesino por tanto. La Presidenta no debió permitir aquella charlotada de tan escasa credibilidad. Ignoro la turgencia de la piel de quienes estrecharon la mano de Hasier Arraiz, pero su saludo rezumó cobardía. Todo aplauso fue miserable, proviniera de donde proviniera. Hasier Arraiz fue fiel a quien le paga, aunque no a la virtud. Euskadi necesita que sus líderes sean valientes y, sobre todo, dignos de respeto.
Hasier Arraiz, declarándose “etarra”, se ha declarado “asesino”, o cómplice de tal. ¡Sólo eso!


Fdo.  JOSU  MONTALBAN        

jueves, 2 de junio de 2016

ELECCIONES ENCADENADAS EN EUSKADI (Deia, 02 - 06 - 2016)


ELECCIONES ENCADENADAS EN EUSKADI

En un espacio de tiempo de solo cuatro meses van a tener lugar dos procesos electorales en la Comunidad Autónoma Vasca. El breve espacio de tiempo se complica aún más porque hace solo cinco meses se ha producido otro proceso cuyo resultado incierto y ajustadísimo ha puesto a los líderes políticos contra las cuerdas. El fracaso cosechado tras las Elecciones Generales del 20 de Diciembre del año pasado, también fue un fracaso en Euskadi, donde las fuerzas políticas de ámbito estatal han secundado el comportamiento de sus líderes nacionales, y las fuerzas nacionalistas o independentistas han optado por no dar ni un solo paso en ninguna dirección. Da la impresión de que en el tablero vasco, en el que se juega la partida electoral, las fichas se están moviendo solas, empujadas por el aire que levantan los sondeos y las encuestas. Da la impresión de que a los líderes y a las direcciones de los partidos vacos les están moviendo los vientos procedentes del Estado. Da la impresión de que todos ejercen la cautela y, agazapados, esperan las oportunidades propicias que no responden tanto al buen momento por el que puedan pasar en base a sus méritos sino al descalabro que puedan sufrir los otros por los casos de corrupción o los escándalos de todo tipo.
Está claro que hasta el 26J (fecha de las próximas elecciones generales) los líderes seguirán hablando de las mismas cosas que han venido hablando desde la Campaña electoral correspondiente al 20D. Las variaciones solo tendrán el componente oportunista que ha tenido el paso dado por Podemos e Izquierda Unida, -“Unidos Podemos”-, que se han enlazado matrimonialmente en una unión de intereses muy bien calculada por Podemos, pero bastante peor calculada por IU, que asistirá sin duda al principio de su agonía: no morirán los miembros de IU mejor ubicados en el escalafón actual del grupo ex comunista, pero se diluirán en las aguas turbulentas de Podemos, supeditados a las idas y venidas, imposiciones y caprichos del Gran Capitán. “Unidos Podemos”, que ha omitido el término “izquierda” de las tres palabras llamadas a darse la mano en la empresa (Izquierda, Unida y Podemos), solo ha conservado una de ella (Podemos), que será la repetida por quienes pidan el voto desde las tribunas de oradores en reuniones masivas y mítines electorales. Esta es la única incertidumbre, ver hasta qué nivel puede llegar la confluencia de intereses en que ambos han basado su “proyecto”.
Lo demás ya está más o menos controlado. Porque la derecha española mantendrá su nivel en las Generales, en votos y en escaños, pero las izquierdas siempre ponen un empeño excesivo en debatir con minuciosidad enfermiza las diferencias, aunque sean de escasa entidad, mientras desprecian la importante riqueza que suponen las coincidencias. En los comportamientos de las izquierdas y las derechas se produce un importante contrasentido. En las derechas apenas se discuten los liderazgos porque todos tienen claro cuál es el objetivo: alcanzar el poder. Mientras que las izquierdas discuten sin parar, -líderes contra líderes-, para conseguir en primer lugar el liderazgo dentro de la propia izquierda que les pueda llevar al poder. Esa actitud tan escasamente práctica es la que hace decir a Pablo Iglesias y a Alberto Garzón que su acuerdo pretende el “sorpasso” o adelantamiento del PP, es decir de la derecha, omitiendo e ignorando que para que tal adelantamiento se llegue a producir será necesario un “sorpasso” previo, -llamémoslo “sorpassito”-, mediante el cual adelanten al PSOE.
Esta es la absurda situación en que nos encontramos, tan absurda que ha llevado a los votantes a calcular las previsiones numéricas que adelantan las siempre interesadas encuestas en lugar de discernir entre las propuestas presentadas, -que constituyen la esencia de la ideología de los partidos-, para buscar las mejores para los ciudadanos. Los periódicos, que llenan sus páginas con los mismos asuntos, en los que se confunde los poselectoral y lo preelectoral en la tesitura actual, no cesan de hacer conjeturas que solo consiguen plasmar lo evidente: en seis meses casi nadie cambia su opinión, todos mantienen el sentido de su voto, por lo que el baile de escaños en que se fundamentará la futura estructura de la Cámara de los Diputados se asemejará mucho más a un pacífico tango, comparada con la anterior, que a un ajetreado rock and roll.
Si este es el panorama esperado, ¿cabe esperar alguna actitud nueva, más concienzuda y constructiva que la mostrada por los líderes tras los resultados del 20D? De nuevo no nos queda otra salida que esperar los acontecimientos. La clave está en quién protagonizará el “sorpasso” al PP, si ha de ser el PSOE o será ese engendro surgido del interés que se va a llamar “Unidos Podemos”. Como el número de escaños no va a ser suficiente ni en las izquierdas ni en las derechas, para asegurar un Gobierno fuerte habrá que volver a negociar el futuro, en unos casos para acordar el nuevo tiempo con buenas intenciones, y en otros con la intención tan artera como fundamental de hacer negocio. Para alcanzar la meta habrán de ser necesarios los escaños de las minorías –regionalistas, nacionalistas e independentistas- siempre dispuestas a intercambiar favores muy diversos.
Y ahí entramos en otro campo, igualmente importante, en nuestra Comunidad Autónoma. En el otoño serán las Elecciones Vascas para las que las encuestas se muestran dubitativas. Sin embargo bien se ve que el espacio que piensa ocupar Podemos en Euskadi se va a encontrar demasiado lleno. El desmedido afán por fichar a la juez Garbiñe Biurrun para competir contra Otegi ha quedado en agua de borrajas tras la renuncia lógica de la Juez que, me aventuro a adivinar, ha respondido al secundario papel que la esperaba sometida a una dirección de Podemos en Euskadi que no va a decidir si siquiera el color del papel que cubrirá las paredes de los despachos de su sede. El chip de las mentes de los vascos va a sufrir un importante shock entre Junio y Octubre, porque a pesar de la cercanía en el tiempo van a ser muy diferentes las circunstancias que rodeen a ambas elecciones. Serán diferentes los discursos, los programas, las consignas y los slogans. Serán diferentes los discursos aunque vayan dirigidos al mismo fin, como es la obtención de la mayoría de los votos. Y serán diferentes las intenciones de buena parte de los votantes aunque depositen en la urna las mismas papeletas. ¿Perseguirá Podemos en Euskadi el mismo “sorpasso” que pretende en España? En Euskadi no precisa de ningún “sorpassito” intermedio, por lo que su adversario (“enemigo” para algunos) será el PNV, pero si necesita cómplices para desbancarles, ¿a quién recurrirá? Podemos se mueve bien en las contradicciones, le sirven todos con tal de que voten, igual los rotos que los descosidos, los virtuosos o los desvirtuados… Puede darse la paradoja de que precisen los apoyos de los diputados del PNV en el Congreso de los Diputados, y tres meses después combatan al PNV, a brazo partido, para destronarle en las Elecciones Autonómicas Vascas.
Ocurre que cuando la esencia de un programa político es la urgente conquista del poder, a cualquier precio, caben estas situaciones que solo pueden resolverse en el diván de los siquiatras.


FDO.  JOSU  MONTALBAN