viernes, 31 de marzo de 2017

PRIMARIAS DEL PSOE (DOS): "¿Entre la Yenka y el Reggaetón?" (LaInformacion.com, 31 - 03 - 2017)




PRIMARIAS  DEL  PSOE (DOS)

“¿Entre la yenka y el reggaetón?”

Me ha llegado un wassap que vagabundea por las Redes Sociales con la siguiente inscripción o leyenda: “Si esto es el PSOE renovado, entonces la canción del verano será la Yenka”. Dicha leyenda pone pie a una foto que fue tomada en el acto de presentación de Susana Díaz como candidata a las Elecciones Primarias del PSOE. En dicha foto posan Rubalcaba, Felipe González, Susana Díaz, Rodríguez Zapatero y Alfonso Guerra, a los que el autor de la leyenda equipara con aquella famosa Yenka que tanto me ayudó a ligar cuando era un muchacho ávido de pavoneo y placeres. Ahora soy un hombre derecho, aunque no sé si hecho, que leo esa inscripción y desearía debatir con el autor de tan desatinada leyenda.

Como quiere que tal autor parece ser afiliado y militante del PSOE, y publica su slogan con perversa intención en contra de una de las candidaturas, de la de Susana Díaz, o quizás a favor de alguna de las otras dos opciones (Pedro Sánchez o Patxi López), el asunto merece algún comentario, que voy a hacer sin vincularme hacia ninguna de las candidaturas. La perversión radica en la infravaloración que hace de las personas que aparecen en la foto y, con ella, en el desprecio que extiende a quienes pertenecen a la generación de socialistas más significativa de cuantas perviven, porque constituyó la primera línea de acción cuando, muerto el dictador Franco, había que pergeñar una Transición eficaz que no aceptara la venganza como principio de actuación para la implantación y desarrollo de la Democracia que disfrutamos.

Quien compara a los personajes de la foto con la Yenka intenta ser gracioso, pero está profundamente desatinado. La democracia española surgió del poso anterior al franquismo que constituían quienes huyendo de él mantuvieron la llama de la convivencia dentro y fuera de España a pesar de la persecución a la que fueron sometidos. A bastantes de ellos la muerte del caudillo les pilló avejentados y quizás cansados, pero activos. Eran hijos de su tiempo que habían resistido y habían ido actualizando sus principios, actitudes y estrategias, pues no en vano la fe en la Democracia les llevó a esperar (con esperanza) al nuevo tiempo, y a armarse de ciertos ramalazos de “caridad” que no fueron confundidos con “debilidad”, y sirvieron para que la justicia no se vistiera de revanchismo y brutalidad. ¿Alguien cree que la Transición hubiera sido eficaz y pacífica, como lo ha sido, si no hubiera sido administrada por aquellos “viejos” –Rubial, Carrillo, Leizaola, Ajuriaguerra, Tarradellas, Líster, Morán, etc  -, o por otros algo más jóvenes aunque fogueados y enseñados en la clandestinidad – Felipe González, Alfonso Guerra, Nicolás Sartorius, Abril Martorell, Gerardo Iglesias, Semprún, etc…- ¿ (Perdónenme tantos como resistieron durante la Dictadura a la espera de que, por fin, la inevitable muerte de Franco permitiera recuperar la Democracia, a los que no he nombrado aquí).

Pues bien, quien pretende desacreditar a la candidata Susana a través del descrédito de sus acompañantes se equivoca, da alas a quienes niegan cualquier rigor y valor a las ideologías, a las que considera caducables por el mero hecho de que pase el tiempo. Es cierto que la emergencia de fuerzas que hacen valer sus “nuevos” modos de concebir y hacer la política, en contraposición a los modos tradicionales, está agitando a las formaciones “antiguas” que siguen desarrollando la acción política al modo de los foros parlamentarios de decisión. Pero no debemos impacientarnos porque sean las formas desenfadadas y procaces de los “nuevos”, incluso sus atuendos, los que parecen espoliar a quienes creen que actualizar las ideas y estrategias ha de llevar a arrinconar a personas entradas en años aunque plenas de experiencia y validez. Por tanto, lo más urgente para los socialistas es convertir al PSOE en un amplísimo foro de debate social y político que sirva para todos, para los viejos y para los jóvenes, para todos.

La alarma no ha surgido del envejecimiento de las izquierdas, sino del enflaquecimiento de sus principios, en alguna medida provocado por un populismo basado en el divertimiento de los políticos populistas de nuevo cuño que ni tienen proyecto, ni tienen pergeñado un modo de obrar, ni tienen siquiera un destino concreto al que llegar. Cuando ese modo de obrar “desenfadado y pueril” se ha puesto de moda, la Política ha corrido el riesgo de convertirse en una mera forma de relación social, y quienes la dirigen (o aspiran a dirigirla) lo hacen como si estuvieran al frente de una ventanilla de demandas o una oficina de pérdidas y hallazgos.

Que sean militantes socialistas quienes se atreven a desacreditar a otros socialistas adscritos a sus mismas siglas, da una idea del grado de crispación que asiste al PSOE solo porque haya socialistas que prefieren ser fieles a una pose, que ser fieles a un compromiso social y humano. No dudo ni un segundo de que el socialismo se rehará y ocupará el amplio lugar que le corresponde, el lugar que abrieron con sus políticas y sus responsabilidades institucionales quienes ahora están siendo comparados con la Yenka… Porque, Amigos y Compañeros, estas Primarias no deben quedar en una mera disputa alrededor de si preferimos la Yenka o el Reggaeton.

Fdo.  JOSU  MONTALBAN       

martes, 28 de marzo de 2017

PRIMARIAS DEL PSOE (UNO) LaInformacion.com, (28 - 03 - 2017)




PRIMARIAS  DEL  PSOE  (UNO)

(Queridos Amigos, con este artículo abro una serie de ellos que irán surgiendo con motivo de las Elecciones Primarias del PSOE)

Susana Díaz ya es candidata a la Secretaría General del PSOE. Su presentación como tal en Madrid ha constituido un alarde de fuerza, poder y representación. Las presentaciones de Patxi López o Pedro Sánchez, comparadas con la suya, parecen demasiado poco. Esa es la ventaja de quien se tira al ruedo cuando la lidia ya estaba en el segundo tercio, por lo menos. Una pregunta: “necesitaba Susana Díaz tal alarde? Yo creo que no, que la puesta en escena ha sido algo desmesurada, pero los tiempos requieren que el PSOE se rearme y muestre sus valores y poderes. Tras la presentación de Susana ya están en la arena las tres versiones del PSOE que, por cierto, son necesarias para derrotar al PP y a la derecha española. Las tres son necesarias, por eso es prioritario que a partir de ahora los debates entre los tres candidatos cuiden mucho no cercenar el poder ni la resistencia del PSOE.

Cuando ya están los tres aspirantes en liza leo tres titulares del mismo periódico, por cierto de gran tirada en España. “Díaz se presenta como la candidata que hará ganador al PSOE”. “Patxi López exige dejar de lado las peleas de barrio”. “Sánchez pide elegir entre un partido del siglo XX o de la militancia”. En su búsqueda del impacto emocional y la espectacularidad (en buena parte provocado por el propio medio) yerran los tres titulares. Porque es seguro que los tres candidatos quieren hacer ganador al PSOE, y no solo Susana Díaz. Porque ninguno quiere convertir la elección en una desordenada “pelea de barrio”, como acusa Patxi. Y porque el partido que se somete a Primarias siempre está en manos de la militancia y no en ningunas otras manos, incluso cuando atravesábamos el siglo XX, en contra de lo que apunta Pedro.

Va a ser difícil atemperar los ánimos porque la dirección del PSOE (Comisión Gestora) ha sido poco imperativa con quienes iban a optar a la Secretaría General, a los que debería haber conminado a someterse a unas reglas que convirtieran el proceso de estas Primarias en un proceso debidamente ordenado. En lo que puede considerarse el primer prolegómeno de estas Primarias, tal como ahora se desarrollan, que fue desarrollado en un Congreso del PSOE allá por el año 2000, celebrado en Madrid, hubo cuatro candidatos a Secretario General, - Bono, Rodríguez Zapatero, Rosa Díez y Matilde Fernández -, que representaban sensibilidades y tendencias bien diferentes dentro del PSOE. En aquel Congreso de produjeron debates encarnizados, y seguro que también hubo discusiones despiadadas entre bambalinas, y el resultado fue la victoria de Zapatero tras recibir el apoyo de compañeros en los que ni soñaba. Pero aquel proceso no mermó la fuerza del PSOE que, poco tiempo después, derrotaba a la derecha y hacia Presidente al mismo Zapatero. ¿Podríamos los socialistas obrar ahora de la misma manera? Es verdad que entonces se produjo una leve ruptura provocada por la ambición personal de Rosa Díez, pero las consecuencias para el partido y para el socialismo fueron nimias.

Ahora la situación parece ser mucho más difícil, de modo que el PSOE se muestra mucho más frágil y, por ello, mucho más proclive al riesgo de quebrarse. Y es eso lo que los tres candidatos tienen que cuidar, no vaya a ser que sea peor el remedio que la enfermedad. Parece ser que va a tener lugar un debate televisivo entre los tres candidatos. ¿Es bueno o es malo? En todo caso el morbo ya está servido, de modo que tal debate tanto podrá devenir en un diálogo (triálogo) académico o en la “pelea de barrio” que detesta Patxi López. Conforme se encarniza más el debate, sube la sonrisa placentera de quienes ni son socialistas ni lo van a ser nunca. Unos, porque son de derechas y quieren al socialismo dividido e ineficaz. Y otros porque juegan en el mismo terreno de la izquierda que el PSOE, y esperan recoger algún beneficio entre los restos de la batalla socialista. Así que unos y otros ocultan sus retorcidos colmillos mientras los socialistas del PSSOE debaten, para clavarlos en la yugular de quien resulte triunfador.

De esos también debemos cuidarnos los socialistas del PSOE, que pensábamos en las Primarias como un avance democrático necesario para afrontar los nuevos tiempos. Porque los nuevos tiempos no son tan nuevos como para que nos impongamos extrañar los tiempos antiguos que nos han traído hasta aquí.En solo la mitad de mi vida he visto como el PSOE se impuso a lo que quedaba del franquismo, he visto de qué modo el PSOE construyó el actual Estado de Bienestar que disfrutamos actualmente (aunque empequeñecido por el PP), he visto consolidarse la Democracia incluso estando, como estaba, amenazada por la organización terrorista ETA, he visto la normalización de la convivencia sin tener que recurrir a estridencias ni exageraciones… ¿A qué viene que quienes hicieron posible todo esto, en colaboración con gente de algunos otros partidos (aunque no con todos), sean considerados ahora mismo como “pasados de moda” y, por ellos, inservibles de cara al futuro?

El PSOE sigue siendo la garantía democrática de progreso que le queda a España y a los españoles. La lucha por el poder dentro del PSOE no tiene por qué ir en detrimento de la propia formación política que aún sigue llamada a consolidar grandes empresas y proyectos… Y quienes dicen ver los toros desde la barrera harán bien en guardar silencio o hacer sus comentarios con el debido respeto y discreción.

FDO.  JOSU  MONTALBAN

jueves, 23 de marzo de 2017

¡SED DECENTES! (El Diario Norte, 23 - 03 - 2017)




¡SED DECENTES!

ETA va a desarmarse. Buena noticia. Para hacerlo va a precisar de casi tres semanas, hasta el 8 de Abril. Espero que el anuncio haya sido real, que no haya sido un globo sonda, porque el maestro de ceremonias en el anuncio no fue ningún etarra encapuchado sino el sindicalista y ecologista “Txetx” Etcheverry. ¿Qué nivel de credibilidad debemos conceder al anuncio? Yo, de momento, le concedo toda mi confianza aunque, eso sí, esperaba que los terroristas fueran más valientes, acudieran al escenario del anuncio sin velos ni subterfugios, y pusieran sobre la mesa las armas y su acta de disolución porque, ¿de qué sirve la entrega de las armas si aún creyeran que ETA tiene alguna razón de ser y de seguir existiendo? Además, si como ha dicho el presentador del desarme en esta ocasión, las armas ya no están en manos de los terroristas, ¿a qué viene que no se disuelvan? ¿Acaso esperan que recibamos a los terroristas en las capitales vascas para darles las gracias por tal renuncia?

Y sin embargo el anuncio ha provocado buenas dosis de escepticismo en cuantos han opinado al respecto. Porque quien tenía la obligación de anunciar el desarme debería haber sido la propia ETA, aunque repitiera una vez más la macabra imagen de los encapuchados tocados con la clásica txapela. Han preferido una imagen diferente, menos subversiva, a pesar de que iban a hablar de armas mortíferas. Van a ser 280 armas las entregadas, debidamente empaquetadas y ocultas, que han permanecido durante los más de cinco años que no han sido empuñadas, en zulos y escondrijos bajo tierra. Las armas, supongo enroñecidas y deterioradas, con sus detonadores atascados, quizás  envueltas en papeles de estraza, debidamente engrasadas, si bien la grasa estará enmohecida. Lo cierto es que el 8 de Abril nos desayunaremos con el desarrollo de la noticia en las radios y televisiones. No faltarán los entusiastas excesivos que aplaudirán fatuamente, pero en muchos rostros aflorarán las lágrimas de pena por los que han muerto a causa del terrorismo de ETA.

El día 9 de Abril aún andará por ahí una ETA, aunque desarmada,  que mientras no asegure lo contrario podrá rearmarse a nada que una ocasión lo requiera, o que a un descerebrado se le ocurra. Por eso conviene atemperar el optimismo y atenuar la euforia. Lo primero de todo ha de ser valorar las reacciones de los líderes políticos y sociales. Quienes se han expresado lo han hecho con mesura, dejando las especulaciones para otros momentos. Todos sabemos que a ETA le han derrotado la voluntad popular y el Estado de Derecho, por eso este anuncio de desarme debe ser interpretado como una rendición. Nada de armisticio. Rendición, aunque el pueblo se exprese con serenidad y cordura y no haga alarde de deseos de venganza. Así se han expresado los demócratas, con una prevención necesaria, sin euforias ilimitadas, con pena por haber perdido tanto tiempo en luchas y especulaciones.

Pero Otegi no ha actuado como debiera haberlo hecho. Ha pedido que “este capítulo se cierre de forma ordenada”, y ha pedido a los gobiernos español y francés que “no pongan obstáculos a este desarme definitivo e integral”.  Para ello da validez al ya viejo grupo de verificación que entronizó la propia ETA, aquel que nos aduló y premió en 2014 con la imagen de una escueta mesa sobre la que lucían una docena de pistolas y saquitos de explosivos, más propia de la infraestructura de un delincuente callejero que de una organización terrorista de alcance internacional, como es ETA. Dicho lo cual sería juicioso que la discreción condujera los próximos pasos de todos. 

Y sin embargo, la discreción no tiene por qué implicar ni debilidad ni complacencia. A partir de ahora tiene que primar el rigor si no queremos que el resultado final se parezca mucho más a un trueque o un cambalache que a un acto de justicia. No vale el famoso trueque (“paz por muertos”) que viene a ser el resultado final que pretenden algunos, si hacemos una lectura despiadada del desastre terrorista y su evolución, por eso la reclamación de Otegi a los gobiernos español y francés es más propia de un sinvergüenza que de un líder político, aunque lo sean de corte “pseudodemocrático”.

La verdad es que el anuncio que ETA nos traslada al 8 de Abril para el anuncio de su desarme abre nuevas esperanzas a los demócratas, siempre ávidos de sorpresas halagüeñas. Si a ETA aún le queda un poco de vergüenza debería anunciar ese mismo día su disolución, y dejarse de pamplinas y estrategias baratas. Y Otegi debería, igualmente, de empeñarse en ello. Si le quedan “arrautzas”, que convoque un acto público en que pida a ETA, se lo exija más bien, su disolución con las mismas características que el desarme, es decir, unilateral  e incondicional. Nada, salvo eso, es lo que pedimos y exigimos los vascos, españoles y franceses decentes. Quien no lo pida así es que no ha conocido la decencia.
        
FDO.  JOSU MONTALBAN            

lunes, 20 de marzo de 2017

LOS POBRES, EN ENTREDICHO (DEIA, 20 - 03 - 2017)




LOS POBRES, EN ENTREDICHO

Los pobres están en entredicho. Cobran muy poco, apenas unas migajas que caen de las mesas de los epulones, que son los ricos y acomodados, pero los periódicos se llenan de noticias que cuestionan sus comportamientos y les tachan de tramposos, de hacer fraude a las arcas públicas, en resumen, de ser ladrones. A mí me surge una primera conclusión: para ser ladrones da la impresión de que los pobres no lo son demasiado o, en todo caso, se conforman con muy poco. Cualquier rico “ladrón” se embolsa fraudulentamente, mediante el famoso fraude fiscal, mucho más que lo que pillan los pobres con sus picardías u omisiones de datos.

Cualquier disculpa o circunstancia sirve para cuestionar e intentar desacreditar a quienes perciben ayudas económicas para mitigar sus carencias y hacer que sean un poco menos pobres, que no ricos. Por si fuera poco en los corrillos de gente en los que se habla de forma divertida e intrascendente, se repiten hasta la saciedad los comentarios hirientes hacia todos los que perciben las ayudas, solo porque se hayan podido descubrir comportamientos engañosos y fraudulentos de quienes tienen la poca decencia, y ninguna vergüenza, de robar metiendo la mano en la bolsa destinada a los parias de la Tierra.

Hace muy poco tiempo apareció este titular en un diario vasco de gran tirada: “La trama pakistaní cobró al menos 469.000 euros de la RGI (Renta de Garantía de Ingresos) con pasaportes falsificados”. Y claro, durante ese día y siguientes las calles, los parques y las barras de los bares se llenaron de comentarios sin que la mayoría de ellos de pararan a comprobar que se trataba de una estafa que, como todas las estafas de cualquier género, se había servido de artimañas y engaños, de falsificaciones (al menos trece identidades distintas soportadas en documentos falsos) y demás artilugios burladores de la Ley. A muy pocos “comentaristas”  de esos se les ha ocurrido pensar que aquella estafa ha formado parte de la excepción y no de la regla. Desde la derecha conservadora (y algo cavernícola) se han prodigado en descalificaciones del sistema extendiendo la irresponsable idea de que las ayudas sociales son un coladero de cobros irregulares e indebidos que, llevado al último extremo, permite a los más necios e interesados divulgar la noticia de que hay quien pasa de pobre a rico mediante el cobro de estas ayudas.

Cada vez que surge una noticia extraña en este sentido, como la ya aludida de la trama pakistaní, afloran las explicaciones pertinentes (e impertinentes): la derecha se empeña en criminalizar a todos los que cobran las ayudas y a desacreditar las leyes, condiciones y reglamentos que las regulan, y la izquierda recurre a otros fraudes mucho más abultados (como el fiscal, por ejemplo) como contrapeso, generando un debate absurdo en el que tirios y troyanos manotean los unos contra los otros, aunque sin dejar ni un solo espacio a la reflexión desapasionada, que siempre resulta más útil y razonable. Esa reflexión se deja para quienes tienen el deber y la obligación de hacer las leyes y controlar su cumplimiento, es decir los gobernantes e Instituciones Públicas a las que les corresponde apagar las fogatas que prenden los “estafadores” clandestinos y los ricos que buscan hacer cree a todos que sus fortunas son tan lógicas como conseguidas en base a esfuerzos ejemplares.

Ved, queridos lectores, los titulares que provocó la noticia sobre la trama pakistaní. “El fraude de la RGI se limita al 0,3% de las ayudas tras haber efectuado 135.000 revisiones”, ha informado LANBIDE, al tiempo que ha salido al paso de las críticas anunciando una revisión y posible reforma del sistema. Por su parte una parlamentaria vasca del PP se ha permitido afirmar que “llevamos mucho tiempo conociendo situaciones de irregularidades, abusos y fraudes en la percepción de ayudas sociales”, como si tal hecho hubiera colmado su paciencia. Y para profundizar en su preocupación impostada añadió casos de “tramas que falsifican pasaportes, perceptores acusados de tráfico de drogas o yihadistas”. Esta actitud solo puede responder al atrevimiento desmedido. Por eso la respuesta de la Consejera de Empleo ha sido atinada: “LANBIDE no pregunta al que pide la RGI si tiene intención de atentar o si ha atentado ya…, de eso se encarga la Policía”. La diplomacia parlamentaria, tal vez, le impidió recordar otros casos en que los estafadores del dinero público no pasaron a presentar ninguna documentación que justificara sus acciones, léase Granados, Rato, Blesa, Matas, Soria, Camps, etc…, lo cual les ha llevado a la cárcel o a los Tribunales de Justicia.

Con excesiva frecuencia se recurre a la necesidad de intensificar el control de las ayudas sociales. Como si los ardides de Rinconete y Cortadillo o las habilidades del Lazarillo de Tormes, -que comía las uvas que les regalaban de tres en tres mientras su jefe las comía de dos en dos-, fueran tan graves como las apropiaciones y vidas holgadas de sus patrones. El Gobierno Vasco ya ha anunciado una reforma inminente para atajar el fraude en la RGI. (“Las ayudas de la RGI están bien concedidas, pero quizá hay que mejorar el control”, ha precisado el Lehendakari en un intento de “templar gaitas” con los inconformistas del PP). Lo cierto es que este debate constituye una perversión más del sistema económico y social en que vivimos que nos somete, con una beligerancia creciente, a vivir con riesgos más evidentes de llegar a convertirnos en pobres. Las crecientes carencias son, además de fuentes de diversos tipos de sufrimiento, el prolegómeno de un aterrizaje forzado y muy doloroso en la pobreza.

El Lehendakari hizo una aseveración importante: “Por treinta casos de fraude no se puede estigmatizar a los 64.000 perceptores de las ayudas sociales”. Frente a las gratuitas aportaciones de los concejales del PP de Bilbao, que ven un más que posible estafador o defraudador en cada perceptor de la RGI, deseo culminar este artículo con dos frases del concejal (y amigo) Iñigo Pombo, al que le avalan bastantes años de lucha y compromiso social: “El fraude fiscal de los ricos es mucho más voluminoso que el de los pobres en la RGI”, y esta otra, “nuestro objetivo es que nadie que necesite una ayuda económica se quede sin ella”.

Cuando, allá por 1989, se implantó en Euskadi el Plan Integral de Lucha contra la Pobreza (que fue el preámbulo del actual sistema de RGI y otras ayudas sociales), los vascos estábamos asumiendo un compromiso con los más pobres y necesitados, en un tiempo de crisis y carencias que parecía pasajero, pero la evolución y el tiempo han convertido aquello en algo ya estructural por más que los ricos, los “populares” y los insolidarios se empeñen en desacreditarlo, dando a entender que se trata de un refugio atiborrado de “ilegales”. A la RGI actual se la llamó entonces “Ingreso Mínimo de Inserción” que, vistos los acontecimientos, me parece un nombre más acertado que el actual, porque lo que la RGI aporta es mucho más “mínimo” que “garantizador” o suficiente para casi nada, aunque constituya el hálito de la supervivencia de los pobres.

Habría que pedir a quien pone el grito en el cielo por el exiguo fraude de la RGI que recurra a su propia humanidad, a la solidaridad inherente a ella, o a la caridad si es cristiano, para evitar culpabilizar a los pobres de su pobreza, pues no en vano la existencia de pobres denota la existencia de ricos, aunque existan en mucha menor cantidad… Ricos que, por lo general, son mucho más insolidarios.

Fdo.  JOSU MONTALBAN