domingo, 16 de abril de 2017

HABLEMOS DE ETA (El Diario Norte, 16 - 04 - 2017)




HABLEMOS DE ETA

Sí, hablemos de ETA, ahora que podemos hacerlo con una mayor serenidad, quizás, tras su “desarme”. Podemos hacerlo los vivos, pero no quienes sucumbieron a su existencia y su miseria moral.

A la vista de lo acontecido tras el “desarme” solo caben las especulaciones. Esta farsa se desarrolla en capítulos, cada capítulo parece que invalida al anterior. Si el desarme del año 2014 fue digno de olvido, este del día 8 no merece mucho más crédito ni asombro, salvo que pasemos a considerar a ETA como una flojísima organización terrorista. Pero lo cierto es que ETA ha matado a mil personas, ha puesto bombas a tutiplén, ha extorsionado y arruinado a personas, familias y negocios, ha robado siempre que ha precisado fondos, ha metido miedo y causado pavor en las mentes de personas de buena voluntad de las que, según la Biblia, es el reino de los cielos, pero a los que ETA les ha privado de disfrutar de su reino en esta Tierra.

El acto precisaba más rigor y menos parafernalia. La concentración celebrada en Bayona ha constituido toda una provocación para quienes la hayan podido ver en sus casas, en las pantallas de sus televisores. En aquellas salas en las que tal vez hay un sillón vacío, que se ha mantenido así en honor de alguien que tal vez fue asesinado por ETA. (Conozco al menos un par de hogares en que ocurre así). Porque, curiosamente, el acto contó con una puesta en escena en que no faltaron los diseños modernistas ni las presencias espectaculares. Los carteles de fondo azul que muestran una mano retorcida no han sido una mera ocurrencia. Y la presencia, subrayada en todas las fotos, del “Carnicero de Mondragón”, el etarra Zabarte, que fue juzgado y sancionado por matar a 17 personas, ni más ni menos (quizás más), tampoco fue casual.

Estos tipos van anunciando sus festividades de tres en tres años. En el año 2011 anunciaron un cese de las acciones terroristas, en el 2014 ensayaron una entrega de armas con media docena de instrumentos y artefactos que movía a risa si no fuera por los recuerdos que inspiraban, y ahora nos han sorprendido, en pleno 2017, con otra entrega de armamento y explosivos que provoca tantas dudas como la anterior. A este ritmo tendremos que esperar al año 2020 para que nos entreguen otra remesa de material, o quizás para que anuncien la disolución de la banda, aunque Jonan Fernández la augure para fechas próximas. La verdad es que Jonan Fernández tendrá más datos que yo, que quizás estoy hablando a humo de pajas. En este caso mi deseo es que sea él, y no yo, quien tenga razón.

Pero es preciso hacer algún comentario en relación con el contenido del manifiesto que fue leído en el acto de Bayona. En ese acto sobraban algunas reclamaciones y otras escenificaciones. ¿Por qué reclamar el fin de la dispersión de los presos o la excarcelación de los presos enfermos en un acto de “desarme”? ¿No era un “desarme” unilateral y sin contrapartidas? ¿Acaso piensan quienes acudieron a la comedia que la paz definitiva no va a traer beneficios para todos? Lo evidente es que si uno analiza las palabras proferidas en nombre de los cincuenta que subieron al escenario, con el “Carnicero de Mondragón” a la cabeza, lo que quisieron subrayar solo fue que ETA y los Estados español y francés merecen igual tratamiento en este pasaje terrible de nuestra Historia. ¿Caben más beneficios penitenciarios que los allí presentes en una sola persona? Josu Zabarte, el repetido “Carnicero de Mondragón”, fue acusado de haber cometido o intervenido en 20 atentados en los cuales asesinó a 17 personas, lo que llevó a una condena de 615 años de prisión, sin embargo se hallaba gritando y voceando “tonterías” en el lugar más preeminente del acto.

En el acto había profusión de carteles con leyendas y símbolos alusivos a ETA y a sus presos. ¡Qué descaro! Anunciaron que “no pervertirán la historia en beneficio propio”. Sin embargo el acto de Bayona es en sí mismo una perversión que, además de no esclarecer ninguno de los trescientos asesinatos sin autoría real aún, se ha entretenido en reivindicar libertades inmerecidas para asesinos convictos.

Hay que avanzar, claro que hay que avanzar, pero para hacerlo habrá que tener bien claro cuál es la dirección del avance y cuál la del retroceso. Estamos tan deseosos de vivir en paz quienes hemos padecido las consecuencias del terrorismo y la violencia, -que no hemos sufrido todos por igual-, que protestamos y seguimos avanzando. Perdonamos con un rictus de “olvido” camuflado en nuestros semblantes incluso lo imperdonable. Siempre fieles a los refranes, a la sabiduría popular, vivimos adscritos a ese de “por la paz una avemaría”… Y ya van más de cien rosarios.

FDO.  JOSU  MONTALBÁN

sábado, 8 de abril de 2017

"ETA NUNCA ESTUVO BIEN"




“ETA NUNCA ESTUVO BIEN”

A partir del día 8 de Abril ETA no tendrá armas en su poder, de modo que no podrá volver a matar. Se trata de una previsión, tal como ha sido anunciado por alguien que no pertenece a ETA, pero que tampoco deberíamos adscribir exactamente al otro lado porque sus relaciones con la banda parecen ser, si no estrechas, sí cercanas.

Desde que, hace quince días, fuera anunciado el famoso “desarme”, unos y otros no han parado de anunciar eventos relacionados con el hecho. Ignoro si saben más que yo al respecto pero soy consciente de que la entrega de las armas debe exigir mucha discreción a quienes deben entregarlas y a quienes deben hacer el papel de depositarios. Las noticias al respecto se han extralimitado porque han surgido espontáneos, en buena medida inducidos por esa Izquierda Abertzale que, falta de pundonor y de vergüenza, aún no se atreve a asegurar que ETA no ha servido más que para arruinar moralmente a los vascos.

El desarme, como cualquier desarme, solo puede responder a un armisticio o a una rendición. En este caso no puede responder a un armisticio, pues no hay dos partes en guerra. Incluso conviene dejarlo en algo más liviano: un mero acuerdo para la entrega de las armas. Con esto nos basta a las víctimas, a quienes nos hemos librado de la losa de una amenaza de muerte y a quienes han perdido a algún ser querido, o amigo, o vecino, o semejante, en este capítulo herrumbroso de la Historia de Euskadi y de España. Pero quienes no encontraron remilgos para vocear en las calles “¡ETA mátalos!” o “¡ETA, el Pueblo está contigo!”, deberían callar como si fueran los sepulcros que cobijan a las víctimas. Lo que ahora viene es la entrega de las armas. Uno de los denominados recientemente “artesanos de la paz” ha afirmado que la entrega será hecha de forma “sobria” pero solemne, y ha dicho también que “queremos precisar que las armas no están en nuestras manos”. Esta afirmación ha formado parte de una entrevista publicada en prensa por un tal Mixel Berhocoirigoin, “Intermediario Civil del Desarme”. Es también un Artesano de la Paz, pero creo que no puede ser considerado una víctima del terrorismo etarra, y a mí como a tantos me preocupan sobre todo las víctimas de ETA, que han de ser las que certifiquen el final del terrorismo, aunque deban hacerlo con los ojos bañados en lágrimas.

“Por la paz una avemaría”, es el slogan de los condescendientes que queremos la paz sin poner grandes condiciones, sin proponer coartadas, asumiendo la maldad que ha supuesto la existencia del terrorismo etarra. Aceptar el desarme, tal como ha sido anunciado, es como rezar esa “avemaría”. Sin más. La sociedad vasca ganará tranquilidad pero, aún, la dignidad no estará garantizada, porque el entramado de asociaciones y organizaciones vinculadas por igual a la Izquierda Abertzale y al “movimiento pro ETA”, no han hecho otra cosa que rechazar el terrorismo, pero desde un criterio de equidistancia que solo ha servido para educar mal a quienes no conocieron las atrocidades de ETA por no haber sido coetáneos de sus crímenes.

Espero al día 8 con esperanza y con la humildad propia de quien ha sufrido ante la miseria moral y la tristeza, propias de quien ha visto morir a inocentes sin otro juicio acusador que la brutalidad y la intransigencia de unos desalmados que se consideraban ungidos por los dioses vascos. Será un día señalado para recibir a la paz con una sonrisa. ¡Sólo con una sonrisa! Porque una alegría desatada solo servirá para hacer protagonistas en el futuro a quienes han convertido nuestras vidas en auténticos calvarios. El día 9 de Abril todo será diferente, pero no sabemos aún si será muy diferente o solo un poco diferente. Quienes siempre hemos preconizado la paz la recibiremos con ese entusiasmo interior propio de los pacíficos. Nada de lo perdido podemos recuperar, pero el futuro será un bello lugar de acogida. Estaría bien que los que ahora, y no antes, se avienen a cultivar la paz muestren su arrepentimiento y conmiseración.

Ved, Amigos, lo que ha respondido Julen Madariaga, que fue uno de los creadores fundadores de ETA, hace 50 años, cuando la Dictadura franquista encolerizaba y desesperaba: “ETA tenía que haber dejado las armas hace mucho, pero mejor tarde que nunca… Si en un momento dado puedes poner fin a las víctimas que está causando, pues mejor… Muchas veces me he planteado de una manera dura si lo que hicimos fue la mejor manera de conseguir lo que queríamos… He dudado mil veces de si lo que hicimos estuvo bien… Me pongo en duda a mí mismo… No sé…”

Julen Madariaga es un sabio, un filósofo al que le asisten todas las certezas. En las dudas que expresa está precisamente su afirmación más rotunda, su sabiduría: “ETA nunca estuvo bien”.

Fdo.  JOSU MONTALBÁN