lunes, 29 de mayo de 2017

TRES MISIVAS ENCADENADAS (El Diario Norte, 30 - 05 - 2017 )




TRES MISIVAS ENCADENADAS

Culminadas las Elecciones Primarias en el PSOE, su preámbulo, su desarrollo y su celebración me han suscitado estas tres cartas a los protagonistas de ellas.

CARTA A PATXI LÓPEZ

Amigo y Compañero Patxi;

Culminado el proceso de Primarias en que con tanto honor has participado me queda algo que hacer, agradecerte tu actitud constructiva y noble, más propia de un educado aristócrata que de un ambicioso contendiente por el poder.

Nos conocemos, y quizás por eso esta carta puede parecer a algún malintencionado el tributo con que pago esa amistad. Pero no es así. Nunca he sido un “bienqueda”, uno de esos aduladores capaces de lisonjear gratuitamente.

Has sido valiente resistiendo hasta el final después de que anunciaras que te presentabas el primer día. En todo caso has sido el auténtico socialista, porque la nobleza de tu empeño contrasta con el oportunismo de tus competidores.

En aquella ocasión, cuando anunciaste tu deseo de concurrir a la elección, te escribí un sms que transcribo: “Querido Amigo Patxi: Probablemente no estás esperando ningún consejo mío, pero siempre te he valorado y apreciado. Creo que de la guerra actual en el PSOE el principal derrotado será el que gane si hay varios candidatos. Al PSOE actual solo le puede salvar la prudencia de quien aspire a dirigirle…”. Continuaba, pero el resto de mi escrito quizás ya no viene a cuento toda vez que el combate ya ha deparado unos resultados que yo, como socialista, acato y admito, más aún, ponen en mis manos y en mis intenciones ejercer el deber de convertir al elegido en el próximo Presidente del Gobierno de España.

Durante los últimos meses has tenido que competir en ese terreno tan controvertido que es la Política, en un momento difícil, crítico para el Partido que hemos compartido durante tanto tiempo. Y tengo que agradecerte los momentos en los que has pedido el apoyo a la causa socialista en lugar de perseguir el puesto más poderoso. Sabías que la empresa era casi imposible, pero perseveraste.

El desenlace no ha servido para que seas el próximo Secretario General del PSOE, pero tu aportación a la cordura y a la decencia, que han de ser características irrenunciables en la vocación política, ha sido notable.

Un abrazo, querido Patxi.


CARTA A SUSANA DÍAZ

Ya está. Las Primarias, de las que nos dotamos cuando nos decidimos a democratizar y hacer participativo al PSOE nos deparan una sorpresa tras otra. La verdad es que el debate que culminó en las Elecciones Primarias para la elección de los cargos internos y los responsables institucionales del Partido tuvo lugar cuando las luchas intestinas dentro del PSOE le desangraban, amenazaban romperle víctima de liderazgos que competían entre sí, y pocas veces alcanzaban acuerdos que sirvieran de ejemplo para quienes se relacionaban entre ellos con el término “compañero”.      

Y bien, se producían divisiones en las que la cantidad siempre estaba por encima de la calidad, en las que la ausencia de un proceso selectivo convertía los Congresos en discusiones fatuas, y los debates en reyertas. De pronto se agolparon todas las vacilaciones porque las figuras más importantes y representativas del Partido formaban grupos de presión que imponían no tanto sus tesis como sus influencias. Eran los famosos “aparatos” que se aferraban al poder y no lo soltaban si no era por algún fracaso electoral, por agotamiento, o por capricho.

Los actuales “aparatos” son mucho más frágiles y mucho menos influyentes. Incluso, como ha ocurrido en esta ocasión, la notabilidad de quienes te han acompañado en las imágenes ha jugado en tu perjuicio. El importantísimo “aparato” del que te has rodeado, te ha devaluado, a pesar de que contaras con el más importante Presidente de Gobierno de la Transición (Felipe González), y con el Presidente que puso en marcha las políticas sociales y de igualdad más fructíferas para los españoles. Desgraciadamente, una parte importante de las “bases” del Partido, mal administradas intelectual e ideológicamente, indebidamente aleccionadas, creen que esas élites que tienen un lugar en la Historia de España, no deben tener un lugar de honor en la historia del PSOE. “¡Que se vayan y nos dejen en paz!”, dicen algunos miembros de esas bases con la cólera invadiendo sus miradas. Esta es una consecuencia más de este proceso que ha sido mal administrado en esta ocasión.

Y la anécdota, que se convierte en argumento esencial, es que fuiste, querida Susana, la que apadrinaste a quien ahora te ha llevado por delante. Dijiste que Pedro Sánchez era más idóneo que el compañero Madina para Secretario General del PSOE. ¿Lo sigues pensando?

Ahora, tras el desenlace, se trata de ser socialistas, del PSOE, y de demostrarlo. Pasada la tristeza debemos propiciar la serenidad y tranquilidad de ánimo para hacer del PSOE el instrumento adecuado para servir a los ciudadanos con cordura y solvencia.

Querida Susana, que la melancolía no nos obnubile, que el ansia de venganza no nuble nuestros semblantes ni nuestras intenciones. El socialismo también es satisfacción y alegría.

Un Abrazo, Compañera Susana.


CARTA A PEDRO SÁNCHEZ

Compañero Pedro:

De nuevo eres mi Secretario General después de este proceso excesivamente “violento” en el que los socialistas no nos hemos comportados como “compañeros”, ni siquiera de viaje.

Te iba la vida en ello, lo comprendo, al menos esa ha sido la impresión que hemos dado. Hemos inundado las Redes Sociales de improperios con perversa intención en lugar de utilizarlas para divulgar ideas, informar sobre las intenciones y buscar adeptos con naturalidad. Esto no lo digo con animadversión, pero sí convencido de que el socialismo debe incitarnos a utilizar los instrumentos de que nos provee el progreso con cordura y decencia.

Ahora, después de que todo se haya consumado, la responsabilidad ha caído principalmente en tus manos, en tu conciencia y en tu consciencia.

Enderezar a los mal intencionados, refrenar a los vengativos, ubicar debidamente a tus partidarios más directos durante estos últimos tiempos en el tablero de la Política, llamar a la cordura, analizar los modos y maneras que nos han trasladado hasta aquí para no cometer nunca más los mismos errores, abrir los brazos sin cerrar los ojos, abrir los ojos sin cerrar los brazos, reconstruir la convivencia maltrecha por tanto debate inútil, hacer del socialismo una herramienta transformadora en lugar de una razón para la discordia, distinguir a los adversarios de los enemigos, convertir la sociedad en un hábitat halagüeño, etc…

Sólo ha pasado un día de la elección cuando escribo esto y ya parece que la clama se está instalando en la “familia” socialista, y también en la sociedad española que ha vivido este proceso con interés, pues no en vano sus consecuencias van a tener una influencia vital en las vidas de todos, ya seamos socialistas o no lo seamos. Pero también en el terreno pacificador debes imponer tu autoridad, ahora que la tienes porque te la has ganado en buena lid. No valen las venganzas. (Te lo digo yo que, en otra ocasión, gané unas Primarias, como tú, y tuve después que batirme con los “vencidos” mientras aún les quedaba algo de representatividad y poder) No valen las altanerías. El Secretario General del PSOE no tiene ningún pedestal ni urna predestinado para él. Su lugar es la calle, representándonos a todos los socialistas, de momento, y a todos los españoles cuando le reclamen como Presidente del Gobierno de España. Ese es tu destino, Compañero Pedro, porque el socialismo solo será útil en la medida que sirva para detectar injusticias y remediarlas, percibir las desigualdades e intentar convertirlas en igualdades, conquistar derechos para quienes no cuentan con ellos, suavizar los rigores de las vidas de quienes sufren estrecheces y miserias.

Compañero Pedro… De momento no debes obstinarte en alcanzar la gloria del poder, sino su servidumbre, más bien allana el camino para que los socialistas dejen de discutir sobre si son galgos o podencos los que nos persiguen. Durante casi un año los propios socialistas no hemos sabido si éramos galgos o podencos, peor aún, nos hemos perseguido a nosotros mismos.

Nos queda pues una delicada tarea. Debemos reconstruir el Partido para que el socialismo sea útil, y será más útil si convertimos su ideología en transformadora de la sociedad, para mejorarla, más que en un reducto que solo sirva para satisfacernos a nosotros mismos. El PSOE no debe ser un salón rodeado de espejos en los que nos regodeemos sus militantes. En resumen, debemos hacer que esos espejos en que nos miremos, tan halagüeños, en que nos miremos no sean barreras o muros que nos alejen de los ciudadanos.

Estoy convencido de que lo vas a conseguir, Compañero Pedro. ¡Enhorabuena, Secretario General!

Fdo.  JOSU MONTALBÁN          

EL PROGRESO NO ERA ESTO ( DEIA, 30 - 05 - 2017 )




EL PROGRESO NO ERA ESTO…

Con mi buen amigo Pedro Vigara, -hombre sagaz y perspicaz, capaz de opinar con propiedad y sacar conclusiones con diligencia-, comentaba la actualidad, debidamente acompañados por dos copas de vino blanco y fresco, para contrarrestar el rigo del caluroso mediodía. Alrededor de una copa de vino la amistad parece más fructífera porque la conversación se hace más distendida, y como ambos dos somos a la vez los que disertamos y escuchamos, el diálogo ordenado permite acrecentar la riqueza tanto en los criterios esgrimidos como en los matices.

Yo llevaba unos recortes de periódicos en el bolsillo en los que el titular más destacado era “España sufre el mayor ciberataque de su historia”. Puntualizaba que “el ciberataque afectó a una docena de operadores estratégicos”. Y ahí nos quedamos porque mi amigo Pedro , que es versado en la materia, intentó explicarme algo de los entresijos de la noticia, pero no estaba yo receptivo en aquel momento ni en aquella materia. Sin embargo la conversación derivó hacia un concepto mucho más amplio, etéreo y, por eso, abstracto: el progreso. ¿El progreso era esto? Esta fue la pregunta que nos hicimos los dos, alrededor de aquella noticia que con tanta intensidad nos trasladaba a un espacio imperceptible, infinito e indeterminado en el que están almacenados tantos pasajes de nuestras vidas: nuestras señas de identidad, la relación de lo que hemos estudiado y de lo que somos, los trajines de nuestros teléfonos fijos o móviles, los paseos que nos damos por todos los confines a través de nuestros ordenadores, los ficheros en los que constan nuestros expedientes policiales o nuestras vinculaciones políticas o nuestros historiales médicos… Lo cierto es que la conclusión no pudo ser más desalentadora porque, al parecer. Cualquier estudioso o experimentador furtivo que opera en un garito miserable (uno de esos que se llaman “hacker”) puede hacer desaparecer tus datos del archivo en que debieran obrar, debidamente custodiados.

¿Qué ha pasado Amigo Pedro?, le preguntaba yo, y cuando intentaba explicármelo con mucha mayor propiedad que la que yo tenía para escucharle, yo le cortaba porque creía que me hablaba de fantasmas, de ese espacio apocalíptico en el que yo no deseo instalarme por más que el ensayista e intelectual indio Pankaj Mishra me lo haya propuesto en las reflexiones de su libro “La Edad de la Ira”. La verdad es que, a veces, soy un plagiador de las ideas ajenas cuando tales me parecen buenas. Por eso le dije a mi amigo Pedro que el futuro ha dejado de ser sinónimo de “progreso”, y plagiando a Mishra le referí que la ira que nos agobiaba en ese momento era consecuencia de la desesperanza, incluso de la desesperación: “Confiábamos en que el futuro sería mejor… De ahí viene nuestra ira… Con la modernidad llegó la promesa de igualdad y prosperidad… La democracia liberal y capitalista iban a procurárnoslas… Todos creímos en esa utopía, pero solo las elites disfrutaron de esa bonanza”.

Es decir, que el progreso que nos prometieron no es esto que hemos alcanzado. Peor aún, no hay soluciones en el horizonte que nos permitan albergar esperanzas porque lo que hemos potenciado, aquello que hemos venido construyendo y hemos aceptado como si se tratara de una meta halagüeña, ha devenido en una trampa en la que irremisiblemente vamos cayendo. Una de las formas del “progreso” era la globalización. Ella nos traería tiempos dichosos, tiempos mejores en los que podría llegar a cumplirse el anhelo recogido en la Internacional Socialista: “la Tierra será un paraíso, la patria de la Humanidad”. Pero este anhelo ha sucumbido frente a una evolución dañina que ha aniquilado el elemento aglutinador de la familia como grupo social y humano, propio de los países del sur de Europa, para dar paso al individualismo propio de los países anglosajones, basado en la competencia e interferido de forma brutal por la tecnología. “La globalización ha igualado los deseos de la gente, y eso ha hecho que se generalice la frustración” (Pankaj Mishra).

El Planeta está siendo esquilmado brutalmente, víctima de la invasión tecnológica que no se detuvo en sí misma, ni fue consecuente con la finalidad que debía perseguir. A ese proceso imparable responde el ciberataque que ha puesto en riesgo a España y a 74 países más de los cinco continentes. De cuanto ocurrió en dicho ciberataque no es fácil hacernos una idea. Ni siquiera mi amigo Pedro, que conoce la materia, ha encontrado las palabras precisas, las frases esclarecedoras, de modo que uno lee la noticia y siente algo de miedo ante las consecuencias que puede traer consigo. Veamos, el relato habla de 57.000 ataques simultáneos que afectaron a una infinidad de organizaciones, algunas de ellas tan sensibles y delicadas como la Red de Hospitales del Reino Unido, afectada en 16 Centros que se vieron obligados a paralizar sus servicios de urgencias. Los “hackers” son seres “superdotados”, no tanto porque sus inteligencias sean superiores a las de los demás, sino porque se han especializado en “ser peligrosos” y disponen de informaciones privilegiadas. Curiosamente la condición de “capturadores” de los hackers, una vez que sus eficacias hayan sido contrastadas, les convierten en elementos codiciados y, por eso, también muy cotizados.

Todo estaba previsto, pero el ciberataque se produjo con la mayor virulencia. Hace dos meses, a mediados de Marzo, Microsoft había distribuido parches que tenían como finalidad enfrentarse a la intensidad del virus, además y según advertencias de la Ciberseguridad española (CCN, CERTSI, Centro Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas y el Instituto Nacional de Ciberseguridad) “los piratas eran especialmente peligrosos porque estaban usando la información de una filtración que en Marzo había desvelado las tácticas de la CIA”. Mientras tanto el hacker Chema Alonso, que se define como “informático en el lado del mal” en su Blog personal, y ha sido contratado con un sueldo millonario por Telefónica para gestionar los datos de la multinacional y sus riesgos, ha echado balones fuera y no ha hecho declaración alguna en contra de los provocadores y artífices del Ciberataque.

Nos las prometíamos muy felices, primero con la Informática y luego con la Cibernética que muestra en medio de sus utilidades un ramillete de peligros, sobre todo un futuro lleno de oscuridad en el que apenas fulgen algunas luces de esperanza. El progreso no era esto. Cuando los luditas (partidarios del ludismo) se rebelaban contra la mecanización, destruyendo las máquinas que habían sido inventadas para sustituir a la mano de obra humana, no estaban tan desencaminados. Las máquinas fueron sustituyendo a los trabajadores. Los brazos de hierro suplieron a los brazos de carne y hueso. A aquel modo de lucha el historiador Eric Hobsbawn considero una forma de “negociación colectiva por disturbio”. Por tanto aquella rebelión contra la evolución, que sustituía las penalidades del trabajo físico por las máquinas obedeció a una causa noble, no así esos ciberataques que solo son una muestra de la maldad que adorna a quienes usan la inteligencia “en el lado del mal”, como el hacker que contrató Telefónica.

Habrá otras ocasiones para hablar de “hackers”, de ciberataques y de la maldad que esconde el término “progreso”. Escribió el poeta Angel Guinda en su libro “Crepúsculo Esplendor”, en los principios de la década de los ochenta un aforismo que viene al caso: “Hemos ido tan lejos / que no nos es posible regresar”. Yo no sé si la única respuesta que debemos dar a estos excesos que nos impone el progreso mal entendido es “regresar”, pero en todo caso somos rehenes de un Progreso mal utilizado, que detesto, que nunca valoraré como demasiado positivo, porque el Hombre no es su fin y objetivo más importante, porque es inhumano en buena parte de sus facetas.

El cantautor brasileño Roberto Carlos cantó al Progreso con sencillez. Yo quiero, para terminar, recoger uno solo de los versos de su canción, que tiene un gran valor porque fue escrito hace cuarenta años: “Yo quisiera ser civilizado como los animales”.

Fdo.  JOSU  MONTALBAN

viernes, 12 de mayo de 2017

EN TORNO AL DEBATE PRESUPUESTARIO (DEIA, 12 - 05 - 2017)




EN TORNO AL DEBATE PRESUPUESTARIO

El modo como el Gobierno de Mariano Rajoy ha superado las enmiendas a la totalidad presentadas a los Presupuestos Generales del Estado, ha generado comentarios, juicios laudatorios y críticas diversas que mueven a la reflexión. Prácticamente todos los grupos políticos con representación en el Congreso presentaron su enmienda a la totalidad. Incluso el PNV, -que ha sido fundamental para evitar que dichas enmiendas progresaran-, anunció que tenía la suya elaborada por si fuera oportuna y necesaria. Al fin, todas las enmiendas a la totalidad decayeron porque los votos que las apoyaron o las rechazaron fueron los mismos. El empate las hizo decaer, lo cual viene a corroborar que no se trata de los mejores Presupuestos posibles, pero además pone sobre la mesa algo más, que hay escaños en el Congreso cuyo valor se multiplica por “x” cuando son utilizados de modo preciso.

Eso es lo que ha pasado con los cinco escaños con que cuenta el PNV en la Cámara española. De modo que las contrapartidas obtenidas por el PNV, a cambio de sus votos, han sido calificadas en los medios de comunicación como “millonarias” o “multimillonarias”. Y lo han sido, claro está, porque en las cifras que se barajan en esos Presupuestos cualquier consecución favorable se traduce en millones fácilmente. Así ha ocurrido, en épocas pasadas, cada vez que una de las dos grandes fuerzas políticas del ámbito nacional (PP o PSOE) han necesitado del amparo de fuerzas nacionalistas o regionalistas. ¿Es malo que esto ocurra? No lo sé, en todo caso es inevitable. Las fuerzas de ámbito nacional, salvo C´s, han puesto el grito en el cielo, e incluso C´s ha objetado que las concesiones al PNV han sido excesivas, tildando la liquidación del Cupo vasco de “cuponazo” en alusión al conocido premio de la Lotería.

Sin embargo creo que no se ha hecho una lectura rigurosa de lo acontecido en el debate presupuestario. El hecho de que el PP pase por un momento tan delicado, acuciado por la corrupción, ha atrincherado al PNV, del mismo modo que ha facilitado a otras fuerzas políticas razones y sinrazones para criticar el acuerdo alcanzado y tacharle de “compraventa”.

De los entresijos del acuerdo cabe hacer algunas valoraciones. Las reducciones en el Cupo, que vienen siendo disputadas en el último decenio, son consecuencia de una negociación que, en esta ocasión, han puesto todo tipo de facilidades en el lado de la mesa en que se sentaba el PNV. Sin embargo, de ahí a decir que se han hecho regalos va un abismo que, en todo caso, es preciso explicar con detalle. Las copiosas partidas que van a facilitar la llegada del TAV hasta nuestras tierras tampoco han de ser sobrevaloradas. ¿Alguien entiende acaso que el TAV llegara con tanta premura a Sevilla (primer tramo), y lo vaya a hacer con demasiado retraso al sur de Francia y Europa a través del País Vasco? Y, ¿qué decir de la rebaja tarifaria de la electricidad en una Comunidad Autónoma en que la desertización industrial ha sido tan dramática en los últimos cuarenta años? ¿No es una medida tan lógica como justa y beneficiosa? El resto de las medidas acordadas tienen menos alcance y responden a acciones puntuales. En todo caso no me caben dudas de que el PNV ha  extremado sus exigencias, lo que ha reverdecido envidias y deseos no debidamente justificados.

Sí, hay también detalles que no hablan en favor de la actitud del PNV aunque, a mi entender, no sean fundamentales. No es razonable que el PNV haya evitado las fotografías con el Presidente Rajoy. Ni lo es que justifique su acuerdo con el PP en la única razón de traer fondos para Euskadi, y nada más. El PNV debe involucrarse en los asuntos que conciernen al Estado y que influyen en todos los españoles, toda vez que los vascos y las vascas somos españoles. Y no solo por eso, sino porque son muchos los votantes vascos, procedentes de la inmigración española del siglo pasado, que tienen raíces y familiares queridos en otros lugares de España. Lo bueno que pasa en España es bueno para nosotros los vascos, del mismo modo que lo bueno que nos pase a los vascos ha de redundar en bondades para los demás. Del mismo modo, resulta algo pobre la puesta en escena del referido acuerdo que solo contó con la imagen fotográfica del portavoz del PNV Aitor Esteban y la presencia en un segundo plano del portavoz del PP Rafael Hernando. Si el acuerdo ha sido tan bueno, ¿por qué se rehúyen las imágenes de los protagonistas principales? ¿A qué se teme? Es verdad que las fotos junto al PP resultan comprometedoras en exceso, pero los hechos cantan, delatan, y el acuerdo presupuestario leídos en clave autonómica desde Euskadi no es nada pernicioso.

Interpretado el acuerdo en clave democrática es evidente que es necesario. Los Gobiernos y las Instituciones Públicas deben contar con Presupuestos actualizados. Un Presupuesto prorrogado sirve para salir del paso y resolver algunas eventualidades, pero no para dar solvencia a un Gobierno, aparte de que supedita el debate político al hermetismo de los números y no a la dinámica de las ideas y de las necesidades de los ciudadanos, siempre cambiantes. En este sentido el Presupuesto que ha superado las enmiendas a la totalidad será mejor, -tras las pertinentes modificaciones-, que cualquier Presupuesto prorrogado de los que elaboró el PP, él solo, durante la última Legislatura de mayoría absoluta. Quienes argumentan que ha sido una rendición ante el PNV podrían haber intentado modificar el Presupuesto mediante la presentación de enmiendas parciales (aún lo pueden hacer), ahora que la imposibilidad de aplicar los rodillos propios de las mayorías absolutas, abre la posibilidad de modificar acuerdos viejos, leyes y presupuestos antiguos y anticuados.

Llegados a este punto quiero subrayar que no bastan las propuestas de los nacionalistas vascos y canarios para arreglar el Presupuesto presentado por el PP. No es un buen Presupuesto porque tiene lagunas importantes, porque ha sido confeccionado desde la altives de la pírrica victoria del PP y no desde una lectura rigurosa y responsable de las necesidades ciudadanas. Los Presupuestos, a pesar de ser un documento estructurado desde la Economía han de tener alma, y principios inmersos en las cifras, porque detrás de cada euro destinado a cualquier fin concreto, hay personas que viven y sienten, que necesitan ser escuchadas y atendidas, que precisan protección y aliento en muchas ocasiones, que agradecen que las Instituciones (sin alma) las tengan en cuenta. No es extraño, por tanto, que el Gobierno haya salvado su Presupuesto en el último instante de la pelea y, quizás, cediendo más de lo debido.

Ahora es el tiempo de mejorar los malos Presupuestos. Se supone que los acuerdos pactados para evitar el éxito de las enmiendas a la totalidad no se conviertan en una muralla, en un valladar contra el que choquen todas las enmiendas parciales. Tal como está, el Presupuesto no es bueno, no sirve… Ni siquiera a los vascos nos debe servir…

Fdo.  JOSU MONTALBAN            

miércoles, 10 de mayo de 2017

PRIMARIAS DEL PSOE: CALASPARRA (El Diario Norte, 11 - 05 - 2017)




PRIMARIAS DEL PSOE: CALASPARRA

Casi desde el principio he dejado claro que el proceso de las Elecciones Primarias del PSOE, -mi partido-, se debe desarrollar con naturalidad, eso sí, con los “tiras” y “aflojas” propios de cualquier proceso en el que hay que elegir a uno entre varios aspirantes. Dado que los llamados a las urnas tenemos una condición básica y común, como es ser afiliados a una organización política a la que nos hemos adscrito por afinidad a un ideario y de forma voluntaria, cabe que debatamos pero siempre de modo ordenado y, en todo caso, preservando que el debate no incite al encarnizamiento. De manera que al final de la discusión, ya sea ideológica o estratégica, las aguas retornen a su cauce y todo fluya conforme a las leyes naturales y a normas de comportamiento adecuadas.

Pero ha habido un episodio que me ha sobresaltado. Un socialista (el Alcalde de Calasparra), por tanto “compañero” mío de militancia y adscripción ideológica, ha tildado de “mafiosa” a la actual dirección del PSOE. Y ha afirmado que dicha dirección “se ha adueñado de Ferraz (sede principal del PSOE) como si de una expropiación forzosa se tratase”. Y por fin, entreverado con otras aseveraciones gratuitas, ha llamado “Faraona” a Susana Díaz, a la que igualmente tacha de tener “una cara increíble”, supongo que habrá querido decir cara “dura”. Todo esto, en medio del proceso de Primarias, dice muy poco a favor del Alcalde, pues no en vano Calasparra es un pueblo de más de diez mil habitantes y punto álgido de un área en la que se cultiva arroz en importantes cantidades, claro que el alcalde tal vez de quisiera equiparar a la variedad de arroz más cultivada en la zona: el arroz “bomba”.

La única pregunta que estalla en mi interior ante tal evento es la siguiente: “qué se puede hacer ante tal comportamiento del Alcalde de Calasparra? Surgen un sinfín de contradicciones, de diferente orden sin duda, pero contundentes. Alguien que se muestra tan poco indulgente con su propio partido político, difícilmente podrá serlo con sus ciudadanos. Alguien que no asume la disciplina del partido que ha depositado la confianza en él, y se permite vilipendiar a su dirección, ¿será capaz de gobernar a sus ciudadanos como tal, o preferirá tratarlos como si fueran sus súbditos? Alguien que despotrica con tanto desprecio de las normas que a todos nos obligan para ponérselas por montera, “será capaz de cumplir las leyes que debe tener en cuenta como Alcalde que es? Pero hay otro detalle, más grave aún, que exige párrafo aparte.

En el mismo acto en que el fornido Alcalde pronunció sus ofensivas aseveraciones estaba presente Pedro Sánchez. Se trataba de un acto electoral, adscrito a las primarias del PSOE, en el que el Alcalde preconizaba que Pedro Sánchez es el mejor de los tres aspirantes a Secretario General del PSOE. Ignoro con qué semblante escuchó Pedro Sánchez las palabras del Alcalde, sin embargo en modo alguno suavizó o borró las insinuaciones o afirmaciones del Alcalde. ¿Es de aplicación en este caso el famoso refrán de que “quien calla otorga”? Si así fuera el silencio del aspirante es delatador de su desidia, se su irresponsabilidad o, como poco, de su complicidad. Cualquiera de las tres actitudes dice poco en favor de Pedro Sánchez, porque su aspiración a dirigir al PSOE debe llevar consigo, inalienablemente, la obligación de proteger al Partido, y de preservarle de quienes intenten debilitarle desde fuera, e incluso ampararle frente a quienes le “sobreprotegen” afectados por exceso de celo. Ni un PSOE “embalsamado” y sobre protegido, ni un PSOE desguarnecido en todos sus flancos, es decir, a la intemperie.

El Alcalde de Calasparra deberá ser “juzgado” internamente en el PSOE, incluso admitiendo como atenuante ese “exceso de celo”, por otra parte inadmisible como actitud o forma de comportamiento habitual. Y Pedro Sánchez debe rectificar al Alcalde y acólito suyo, salvo que esté pensando en hacer una criba en el PSOE que convierta al Partido Socialista, que ha sido históricamente un árbol frondoso, en un bonsay.

No es tiempo de revanchas ni de rendimiento de cuentas, pero sobre todo no es tiempo de noches ni de cuchillos largos. Deben (debemos) los socialistas ayudar a que amanezca en medio de esta oscuridad que tanto me (nos) entristece.

FDO.  JOSU MONTALBAN