REFLEXIONES ANTE EL NUEVO TIEMPO
El 20-D ha dejado perplejos a muchos analistas, a muchos
periodistas, a muchos opinadores y a muchos líderes políticos. Se han analizado
muchos factores, incluso se han tenido en cuenta muchas circunstancias que han
concurrido en estas elecciones y no estuvieron presentes en otras Elecciones
Generales, pero no se ha profundizado lo suficiente porque a nadie le ha
interesado mucho hacerlo. Sin embargo, estas fiestas navideñas dan para casi
todo. En la tranquilidad del sofá, el tiempo parece alargarse sin medida de
modo que alcanza para pensar, para reflexionar, para escudriñar en los viejos
periódicos y volver a interpretar los datos que analizamos con el escaso rigor
al que someten las prisas y los estados de ánimo. Supongo que lo que a mí me
sucede le sucederá también a quienes, como yo, están preocupados por la vida,
-la suya y la de todos-, porque se sienten atañidos por el posible sufrimiento
de los humanos.
Este artículo no va de sufrimientos, va más bien de
interpretaciones encadenadas que tienen que ver con los resultados electorales
del 20-D, y cuanto de ellos puede desprenderse.
Las Elecciones Generales han venido caracterizándose en
Euskadi por su comportamiento diferente a como se han comportado en el resto de
España. El hecho de que la Izquierda Abertzale (IA) no pudiera presentarse (por
prescripción facultativa) a algunas Elecciones durante bastantes convocatorias
dibujó un mapa algo complicado en el que era difícil saber cuántos escaños
correspondían realmente a los partidos, y cuántos a aquella circunstancia
derivada de la existencia de ETA y de sus entusiastas. En aquella situación casi
todo estaba sobrevalorado y sobredimensionado, pero el 20-D la concurrencia a
las Elecciones no ha sufrido merma ninguna por sanción, a la vez que afluyeron
dos nuevas opciones (Podemos y Ciudadanos), emergentes, cuya influencia aún
estaba por determinar. Una vez consumados los comicios cada cual ha hecho su
lectura de los resultados con una prudencia, no propia de sabios, sino de
temerosos y pacatos.
En Euskadi ha ganado Podemos. (Al PNV cabe puntualizarle,
desde la mejor intención, que su lectura anteponiendo el número de escaños al
de los votos introducidos en las urnas, tiene su antecedente en los resultados
de aquellas elecciones autonómicas en que el PSE obtuvo más escaños que el PNV
aunque menos votos: una lectura demasiado apasionada de aquel resultado, junto
a la cerrazón de EE, llevó a la Lehendakaritza a Ardanza en lugar de a Txiki
Benegas). Y Podemos no ha ganado por poco, que ha sido por más de quince mil
votos. Si las Elecciones hubieran sido autonómicas Podemos habría conquistado
la Lehendakaritza con cierta holgura. Es tiempo, por tanto, de hacer
importantes reflexiones. La primera de ellas es la que se desprende de ese
hecho, que llevaría a Ajuria Enea a una Lehendakari de Podemos, salvo que se
produjera una suma de siglas demasiado complicada. Podemos se haría con 21
escaños en la Cámara Vasca, y el PNV quedaría a cuatro escaños de diferencia,
por debajo claro.
Otra conclusión: la victoria en escaños de las formaciones de
izquierdas sería aplastante. 47 escaños representarían a fuerzas progresistas o
de izquierdas (Podemos, PSE, Bildu, IU), mientras que solo 28 escaños
representarían a fuerzas más conservadoras (PNV, PP o Ciudadanos). Es muy
difícil sacar conclusiones precisas de este hecho, principalmente porque los
vascos y las vascas tal vez no se comporten
del mismo modo en las próximas elecciones autonómicas, pero si llegaran
a comportarse del mismo modo en las autonómicas los acuerdos para la formación
del gobierno retratarían a los partidos, de modo que sería posible un Gobierno
que aglutinara a las fuerzas de izquierdas, o bien el “miedo escénico” llevaría
a Podemos a pactar con el PNV para lograr una mayoría absoluta, aunque
ajustada. De este modo probarían ese mejunje que ha venido impregnando la
política vasca a través de gobiernos acordados entre el PNV y el PSE, que han
permitido serenar la política y atemperar a los vascos más beligerantes.
Otra conclusión: si establecemos una nomenclatura que a todas
las formaciones las califique como vascas, porque ejercen su acción en Euskadi,
pero que añada otro calificativo (“vasquista” o “españolista”) según su
vinculación nacionalista-abertzale, o españolista (ya sé que suena mal la
palabra pero no encuentro otra, quizás “estatalista”), las formaciones
vasco-españolistas (o vasco-estatalistas) habrían obtenido más del sesenta y
uno por ciento de los votos. Aunque pueda resultar algo gratuito me permito la
conclusión de Euskadi y los vascos han ganado en españolidad en estas últimas
elecciones.
Sin embargo, estas conclusiones están cargadas de dudas,
sobre todo porque el debate político que tiene lugar en Euskadi es algo
enrevesado, y cualquier conclusión hecha a la ligera corre el riesgo de
olvidarse de procesos históricos, evoluciones electorales y matices del momento
presente que convertirían tales conclusiones en meras ocurrencias.
A lo largo de la Historia ha quedado constatado que el PNV le
unen más lazos con el socialismo y el republicanismo vascos que con el
abertzalismo extremo de la IA. ¿Cómo se comportará Podemos-Euskadi, teniendo en
cuenta que su éxito electoral ha tenido lugar gracias a que ha recogido muchos
votos que votaban antes a la IA? Podemos es una formación oportunista que
acopia sus votos de las formas más variadas. Por ejemplo, su propuesta de
ejercer el llamado, recientemente, “derecho a decidir vinculante” ha sido
presentado como una línea roja, a pesar de que no lo quieran ejercer realmente
ni las Mareas gallegas ni el Compromís valenciano, aunque sí la formación
catalana de Ada Colau. ¿Cómo tratará Podemos este asunto en Euskadi? ¿De qué
modo piensa Podemos satisfacer a los miles y miles de votantes que han hecho el
tránsito desde el independentismo abertzale a sus filas? ¿Cómo va a reaccionar
el PNV a cualquier iniciativa arriesgada de este estilo teniendo en cuenta las
características de su electorado? ¿Cómo van a responder SORTU y la IA a la
irrupción de Podemos en la Política Vasca mediante su estrategia de pillaje de
votos? ¿Qué papel va a jugar Arnaldo Otegi en el futuro? ¿Capitaneará Bildu la
nueva situación o instará a los suyos a acordar tácticas y estrategias con
Podemos? ¿Y si así fuera, será Otegi el candidato de Podemos en las Elecciones
Autonómicas?
Ya ven, queridos lectores, que los resultados electorales han
dejado, también en Euskadi, todos los espacios abiertos. Caben las conjeturas,
las elucubraciones, las interpretaciones más diversas, las complacencias de
todos los signos, las previsiones y las premoniciones. Yo, que no tengo (como
han visto) la solución de nada, os las dejo aquí con el deseo de que todos y
todas seais (seamos) muy felices en el 2016.
FDO. JOSU MONTALBAN