jueves, 4 de junio de 2015

LOS PACTOS EN EUSKADI: EL PACTO (El Diario Norte, 5-6-2015)

LOS PACTOS EN EUSKADI: EL PACTO
Ya se han dado los primeros pasos dirigidos a la conformación de los gobiernos municipales y forales en Euskadi. Tras los recuentos pertinentes y la constatación de que el PNV ha sido coronado como vencedor, y que EHBildu también lo ha sido como perdedor; tras la constatación de que aguanta, ¿avergonzado?, solamente su Ayuntamiento vitoriano y nada más; tras la constatación de que el PSE pierde su más preciado feudo –Baracaldo- y desciende en votos, en general, aunque consigue un buen resultado en Guipuzkoa, auspiciado por la debacle abertzale; y tras la constatación, por fin, de que los emergentes –Podemos y Ciudadanos- también han aflorado aunque de forma mucho más remisa, a la vez que la IU vasca –EB- y el partido de Rosa Díez se han ido casi por completo; mientras han tenido lugar estas constataciones los vascos y las vascas hemos seguido en nuestras labores y hemos asistido a la excesiva profusión de explicaciones por parte de los líderes y a las explicaciones de los opinadores de cara al futuro. ¿Y ahora qué?
El PNV, que ha sido designado por los resultados para tomar la iniciativa, la ha tomado con quien le ofrecía más garantías desde el principio, el PSE. Hay quien sospecha que los contactos y componendas vienen de tiempos anteriores a los comicios, pero el rigor electoralista llevó a unos y otros a negar lo normal y evidente. Desde luego que no podía volver a ocurrir lo que aconteció en el 2011, en que EHBildu se hizo con toda Guipuzkoa, el PP con Alava y el PNV con Bizkaia, solo porque en un alarde de puritanismo se impusieron unos a otros la estrategia de no llegar a ningún acuerdo que cuestionase las mayorías simples surgidas tras los recuentos. Pero la Democracia se construye poco a poco, admitiendo las mayorías y propiciando acuerdos que den fuerza a los gobiernos resultantes, y estabilidad a las Instituciones.
De eso se trata ahora, de formar gobiernos fuertes que resuelvan problemas y de conferir estabilidad a los Ayuntamientos y las Diputaciones Forales que durante la última Legislatura han experimentado demasiado y han decidido en muy pocas ocasiones con la debida responsabilidad. No se puede decir que esta última haya sido una legislatura perdida pero las fuerzas políticas fundamentales y los gobiernos más importantes han tropezado en exceso. Los emergentes, desperdigados en asociaciones, plataformas y foros diversos, apenas han encontrado un filón en que explotar sus recursos electorales, quizás lo hayan explotado en las antiguas filas de la Izquierda Abertzale, y del PSE en menor medida pero, ¿ofrecen alguna garantía? Servirán para completar algún proyecto o para remediar alguna falla pero el exceso en su catálogo de exigencias, algunas de ellas poco necesarias, más anuncian inestabilidad que firmeza para el futuro.
El PNV necesita apuntalarse y ha recurrido al único que, por vocación y por tradición, es el más hospitalario. El PSE ha protagonizado, junto al PNV, la mayor parte de los avatares de la Democracia en Euskadi. ¿No es normal que hayan sido PNV y PSE los primeros en intentar congraciarse? Ambos se necesitan. Ya se necesitaron hace cuatro años, pero porfiaron en exceso: el PNV enrabietado por la aventura protagonizada por el PSE en el Gobierno Vasco con el PP como comparsa, y el PSE ensoberbecido por la experiencia en la Lehendakaritza. Lo cierto es que, ahora que el PNV ha aceptado que la solución de la crisis, el mantenimiento del Estado de Bienestar y la generación de empleo son prioritarios ante las aventuras soberanistas de otro tiempo, el PSE no tiene que echarse para atrás. Se trata de aportar tanto como de exigir, pero siempre teniendo muy claro que los vascos necesitan soluciones y no florituras.

Fdo.  JOSU  MONTALBAN