LAS ÍNFULAS DEL VANIDOSO PABLO IGLESIAS
No salgo de mi asombro. Siempre he sido un defensor de mi
condición de zalluco, de vasco y de español. Podría seguir: de europeo, de
ciudadano del Mundo, de humano. Y ahora resulta que el inefable líder de
Podemos, Pablo Iglesias Turrión (no confundir con Posse) propone que “el PSOE
debe admitir el derecho a decidir si quiere nuestro apoyo. Lo ha dicho él, y lo
ha dicho su “papagayo” en Euskadi, Eduardo Maura. (Os adelanto una pregunta
“venial”: ¿por qué no lo dijo antes de las Elecciones?).
De modo que para incitar al voto habló de otras cosas, sin
duda más importantes para los ciudadanos, pero llegado el momento crucial se
han quedado en aquello que más les acerca al poder que ansían con nocturnidad y
alevosía si fueran necesarias. Para Pablo Iglesias lo más importante parece ser
la celebración de la consulta catalana, es decir, que la posible secesión de
Cataluña resulta para ellos esencial. ¿A quién quieren engañar con esa
propuesta, o condición, inalienable a cualquier acuerdo con el PSOE?
Sí, Podemos ha obtenido 69 escaños, que no son pocos, pero
tiene por delante a los dos partidos de la famosa “casta” a la que intentó
desacreditar con tanto anhelo. ¡Los dos le han ganado! ¿Imagináis a Pablo
Iglesias triunfador, teniendo en cuenta de qué modo se comporta el Pablo
Iglesias perdedor? Si a Pablo Iglesias le parece más importante un catalán con
ansias secesionistas que un catalán sumido en la pobreza, es debido
probablemente a la miserable condición que le acompaña, al parecer, o a la
voracidad con que ansía las mieles del poder. Suele ocurrirle a los piojos
resucitados, que siempre pican dos veces.
Lo suyo es la advertencia, el acecho a la espera del momento
de saltar sobre un adversario para degollarlo. Visto que Ciudadanos no parece
adversario de cuidado para él, se ha empeñado en adueñarse del espacio que ha
ocupado la izquierda responsable en España, primero atacando sin piedad ni
miramientos a IU, después ocupando el espacio de los partidos independentistas
vascos, gallegos y catalanes, y por fin arremetiendo contra el PSOE en el
momento más delicado para todos, -como es la formación de un gobierno
progresista-, por medio de la imposición de condiciones que difícilmente pueden
ser asumidas.
Se comporta, según un dicho de mis años juveniles, como los
perros pequeños, “que ni joden ni dejan joder”. Queda tiempo, porque el proceso
va a resultar largo. Y una vez más habrá de ser el PSOE el que resulte
esencial, pues no en vano es la formación política más antigua del Hemiciclo, y
la más responsable, que sabe de qué modo se ejerce el poder y el gobierno, que
son dos cosas bien diferentes, sin exclusividades ni soberbias.
De momento la condición propuesta por Pablo Iglesias y sus
acólitos resulta ser una condición propia de cobardes e interesados en exceso,
una propuesta surgida de sus entrañas doloridas y de su mente atribulada por no
haber logrado lo que pretendía. Sus voces no pasan de ser el jubiloso grito de
un derrotado.
Fdo. JOSU MONTALBAN