GARCIA ALBIOL, MAROTO Y LOS GALARDONES DEL PP
García Albiol, don Xavier, que ha sido alcalde de Badalona
hasta las últimas Elecciones Municipales, va a encabezar las listas del PP en
las Elecciones del 27 de Septiembre en Cataluña. La noticia no tendría nada de
especial si no fuera por las características y trayectoria del personaje, y por
el descaro con que ha sido presentado por la líder del PP en Cataluña, que ha
encargado a García Albiol abanderar la “marca España”. Allá el PP con sus
estrategias, que desarrolle las que le apetezcan, pero atreverse a subrayar que
un hombre con esa trayectoria puede representar a España desde la genuinidad de
una marca constituye una desvergüenza. Porque yo, aunque no sea del PP sí soy
español, y este tipo de persona no me representa de ninguna manera.
Sí, es verdad que Artur Mas ha planteado las Elecciones
catalanas con carácter de plebiscitarias, pensando en que todo el proceso y los
resultados sirvan para alcanzar esa independencia que, según él, constituye un
deseo y un empeño tan generalizado como multitudinario en Cataluña, pero los
demás partidos no han respondido en el mismo sentido, cada cual acudirá con su
candidato y sus listas respectivas, pensando en unas Elecciones que serán
trascendentales, pero no plebiscitarias. Desde el instante mismo de la
convocatoria se sabía que el PP, -y en buena medida Ciudadanos-, recogerían el
guante y aceptarían el reto de acudir a dichas Elecciones intentando
representar al dique de contención que haría frente al extraño bloque que han
formado CDC, ERC y diferentes grupos de la sociedad catalana que solo son
apéndices de tales formaciones. Pero lo que debería haberse quedado en el
programa electoral del PP ha trascendido y se ha convertido en toda una
denominación de origen: “Marca España”. Y ya, como español, me rebelo, porque
García Albiol también será español pero sobre todo ha dado sobradas muestras de
ser un xenófobo.
El señor García Albiol no cesó de negar ayudas económicas o
de cualquier otro tipo a vecinos del pueblo o ciudad en que gobernaba,
Badalona, solo porque su condición de inmigrantes. Esgrimió para ello que “es
de justicia que quien lleva años pagando impuestos acceda a las ayudas por
delante de quien acaba de llegar”. ¿No sabe acaso que en los Ayuntamientos y
demás Instituciones Públicas los presupuestos a los que se imputan tales ayudas
son de duración y vigencia anual? También afirmó que los inmigrantes rumanos
“han venido exclusivamente a ser delincuentes”, y les tildó de auténtica
“plaga”. Y en un alarde de impiedad y falta de generosidad consideró que los
gitanos, que han estado viviendo en Badalona desde tiempos inmemoriales, están
“repartidos por los barrios y haciendo la vida imposible a los vecinos”. ¿Acaso
prefiere los guetos y las segregaciones raciales? Y por fin editó con dinero
público de todos un folleto para pedir una opinión a los vecinos sobre
seguridad, en el que previamente acusaba mediante fotografías de rumanos y
gitanos de provocar inseguridades.
Es muy grave que una persona de esta calaña se presente como
el representante de la “Marca España” porque nuestro país está lleno de gente
acogedora que abre sus brazos a quienes llegan, a sabiendas de que la historia
de los españoles está llena de éxodos al extranjero protagonizados por los que
salieron en busca de la vida que su patria les negaba. Por lo tanto este premio
otorgado por el PP a García Albiol está claramente injustificado y supone una
afrenta para todos los que nos consideramos españoles, porque si algún español
está incapacitado para representar a su patria en algún lugar ese es García
Albiol.
Sin embargo, llueve sobre mojado. El PP ya premió hace no
mucho tiempo al que fue Alcalde de Vitoria, Sr. Maroto, después de que fuera
descabalgado de la alcaldía mediante un acuerdo de coalición de todos los
demás. Maroto y García Albiol habían seguido guiones semejantes en el
tratamiento de la inmigración. Ambos acuerdos, el que descabalgó a García
Albiol y el que descabalgó a Maroto, obedecieron al mismo criterio: un xenófobo
no puede ser el Alcalde de una ciudad con gente de colectivos, razas y procedencias
tan diversas. La verdad es que anda bastante xenofobia en nuestro país, sobre
todo en esta derechona clasista, empeñada en arañar votos oportunistas, que no
considera inmigrantes a los emires y sí a los que saltan las vallas de Ceuta y
Melilla. (Lo triste es que empieza a haber demasiados xenófobos en otras
tendencias políticas que se las dan de amantes de la justicia y la libertad).
Lo malo es que el PP, obsesionado con el poder que dan los votos al margen de
las manos limpias o sucias de las que procedan, premie la obscenidad de este
tipo de atrevidos que prefieren ser Alcaldes sin ética que personas humanas.
Fdo. JOSU MONTALBAN