POLÍTICA DE FICHAJES
El último fichaje sonado ha sido el de Julio Rodriguez, que
fue Jefe del Estado Mayor con el gobierno del socialista Zapatero, por Podemos.
El citado militar irá en la segunda posición en la lista de Zaragoza. Pero la
cosa no queda en el fichaje sin más, sino que además Pablo Iglesias ya le ha
prometido la cartera ministerial de Defensa en caso de que gane los comicios.
Sin embargo, no ocupará la primera, sino la segunda posición en la lista
electoral. Si este fichaje hubiera sido obra de alguno de los dos partidos de
la “casta”, a Iglesias no le hubiera gustado, porque los únicos uniformes que a
él parecían gustarle son los uniformes de campaña de Chávez. (En eso se parecía
a mí).
O sea que Zapatero e Iglesias piensan parecido en este aspecto,
aunque Zapatero pertenezca a la “casta” e Iglesias pretenda crecer a costa de
su fracaso. El hecho de que Podemos le haya fichado, y él se haya dejado
fichar, significa bien poco para él. Dada su trayectoria profesional y humana
solo caben las alabanzas, si bien era ya Teniente del Ejército en 1969, cuando
aún Franco ejecutaba penas de muerte y promulgaba estados de excepción en los
que sacaba a los militares a pacificar las calles a su manera. En aquel tiempo
Julio Rodríguez no era aún famoso, porque solo pudiera haberlo sido poniendo en
riesgo su vida. De cualquier modo Rodríguez era ya entonces una “rara avis” en
las milicias, por eso Zapatero le fichó, del mismo modo que llamó la atención
nombrando Ministra de Defensa a una mujer como Carmen Chacón. Así que no caben
ahora alabanzas desmedidas a este fichaje, salvo las mismas que se dedicaron en
su día al Presidente Zapatero y a su gobierno socialista.
Ya entonces decía Julio Rodríguez que el Ejército precisaba
cambios. En aquel tiempo en que pertenecía a la “casta” anunciaba que los
capellanes castrenses sobraban, que las fuerzas armadas “eran pacifistas
precisamente por conocer la guerra y sus efectos”, y que los militares han de
estar conectados a los acontecimientos. Nunca fue socialista de carnet porque
no podía disponer de él siendo militar, pero asumió el cargo como un socialista
más. Ahora que ya está jubilado se ha permitido hablar incluso del problema
catalán: “el desafío independentista se soluciona políticamente y no sólo con
la ley, hay que dialogar, dar afecto, llevar una propuesta que enamore y tener
paciencia”. ¡Quién lo hubiera creído!
Bien, creo que el fichaje es sonado. No más que el del Juez
Garzón para las listas del PSOE hace años, que acabó de no muy buenas maneras.
No más que el de Gabilondo para el Ministerio de Cultura primero y para la
Comunidad de Madrid. O el del actor Toni Cantó para UPyD. En esto de los
fichajes hemos avanzado demasiado poco, pero se me antoja una práctica bastante
perversa de la Política actual, porque los líderes políticos están diciendo
cada vez que presentan a sus estrellas advenedizas es que los políticos
afiliados en sus formaciones no son suficientes, que la Política no requiere
conocimientos específicos ni profesionalidad ninguna, y que es más eficaz
presentar a las Elecciones a un actor famoso, o a cualquier ciudadano célebre,
que a un militante o simpatizante debidamente ideologizado.
Hagamos un listado orientativo. Para el 20 de Diciembre,
antes que Julio Rodríguez ya había sido anunciada la militar y víctima de
abusos sexuales Zaida Cantera para el PSOE junto con la “tránsfuga” Irene
Lozano. Siguen la estela de otros fichajes como fueron Pizarro en el PP, o el
actor Juanjo Puigcorbé en ERC, o los deportistas Marta Dominguez, Teresa Zabel
y Abel Antón también en el PP. Al mismo tiempo, siguiendo el símil de las
puertas giratorias con que se desacredita a tantos políticos que recalan en
grandes empresas cuando abandonan la acción política, bien cabe hablar de las
puertas giratorias en sentido inverso usado por quienes acceden a la Política
para beneficiar desde ella a sus gremios profesionales o lobbys anteriores.
Sirva de ejemplo de ello la incorporación de Luis de Guindos en el actual
gobierno de Rajoy, que tuvo lugar hace cuatro años.
Que cada cual saque conclusiones. A mí esto de los fichajes
en la Política me parece una práctica absurda del modo como se hace. Un
profesional cualquiera, ejemplar en su disciplina, puede ser un besugo inhábil
en el proceloso e infinito universo de la Política. Piensen los líderes
políticos en las dificultades que entraña volver a sus labores tras haber
ejercido la Política, y aplíquenlo al revés. La Política es un arte noble y
ambicioso, un servicio dirigido a todos, que requiere mucha más vocación social
y entrega que esplendor personal y fama; lo malo es que la Política se haya
puesto al servicio del poder y la inmediatez, e importe mucho más el resplandor
que la luz.
FDO. JOSU MONTALBAN