ATENTADO DE PARÍS: EL PNV SE EQUIVOCÓ
Hay un aspecto de la práctica política parlamentaria que me
parece ridículo. Es ese momento en que los líderes discuten por un quítame allá
esas pajas, lo que termina provocando un “conflicto” de tan escaso fundamento
que ocupa páginas de periódicos pero apenas unos instantes en las
conversaciones de la calle.
Tal ha ocurrido, una vez más, con el texto que el PSE
presentó en el Parlamento Vasco para rechazar el atentado de París de hace algo
más de una semana, perpetrado por el terrorismo yihadista. La sencillez del
texto, -“solidaridad con Francia y rechazo a toda forma de violencia terrorista
e intolerancia”, y casi nada más-, hacía que cualquiera que no tuviera nada que
ocultar en su pasado, y fuera pacífico o pacifista, dijera que sí al texto,
aunque explicara y matizara su afirmación.
Pero no ocurrió así, de modo que PNV y Bildu coincidieron en
el “no” argumentando que ya había sido suficiente con los cinco minutos de
silencio que la Cámara Vasca guardó en consideración de dolor y respeto a las
víctimas. En lo de guardar silencio ante el terrorismo los vascos somos
experimentados, a pesar de que también lo seamos en convivir con el terrorismo
etarra. El silencio es una forma de condena, pero mucho más propia de los temerosos
que de los audaces, de modo que los vascos tendremos que ir borrando la audacia
de nuestro currículo de méritos.
Dijo Egíbar que, dado que los socialistas sabían que Bildu
diría que no al texto presentado, no deberían haber presentado la propuesta. Lo
cual me hace pensar que el PNV “protege” más a Bildu que a los demócratas ya
contrastados, lo cual es absurdo. Sin embargo, algo tan evidente y elocuente
como hubiera sido la condena de los atentados de París a manos del yihadismo,
que estaba en la mente de todos los humanos de buena voluntad (¡cuidado, que
aún quedan humanos de mala voluntad!), se quedó en agua de borrajas o, lo que
es peor, en una discusión irracional protagonizada por dos partidos que
firmaron un acuerdo de legislatura en dicha Cámara, y han firmado pactos de
gobierno en Ayuntamientos y Diputaciones Forales. ¿No es una pena?
En este caso no caben las medias tintas. La intransigencia
del PNV para aprobar el texto del PSE solo puede valorarse como un acto de
soberbia, como un kikiriki que entonó Egibar con el cuello estirado hasta la
desmesura en el corral del Parlamento Vasco. Pocos minutos antes, o después,
todos los grupos habían rendido Homenaje a Santiago Brouard, asesinado por un
grupo terrorista el 20 de Noviembre de 1984. En este acto de Homenaje no hubo
disidentes, lo que hace mucho más grave y absurda la cerrazón de Bildu, y sobre
todo del PNV, a rechazar y condenar los 140 asesinatos de París.
¡Vamos, que fue una querella de polluelos, cuando lo que
debería haber sido es un canto al unísono de todos los gallos del corral! ¡El
PNV se equivocó!
FDO. JOSU MONTALBAN