EL DESCARADO RAJOY
Ya compareció Rajoy a petición de PSOE, Unidos Podemos y
algunos más en el Congreso de los Diputados. El asunto del que trataba la
Comparecencia es archiconocido: la corrupción y el caso o trama Gürtel. De la
comparecencia solo cabe subrayar el hecho de que Rajoy se escurriera entre las
manos y las palabras de quienes pretendían acogotarle a preguntas, eso lo hizo
no ofreciendo ni una sola respuesta. (Dicen algunos expertos que, si se hubiera
tratado de una Comisión de Investigación, Raajoy no hubiera podido escaparse).
No respondió porque dijo que ya había hablado de Gürtel en 25 ocasiones antes
de esta última. Y yo me digo que si en las 25 ocasiones eludió las respuestas,
como en esta ocasión, el Congreso de los Diputados aún deberá seguir
insistiendo aunque, eso sí, eligiendo la fórmula más apropiada.
Estoy convencido de que para desentrañar las interioridades
de Gürtel va a ser necesario cambiar de estrategia. En todo caso mientras los
Tribunales de Justicia van resolviendo cada uno de los capítulos y tomos que
forman Gürtel las iniciativas parlamentarias deben ser preparadas con mucho
mimo. No se deben prestar medios para que Rajoy se esconda detrás de ellos, y
los preguntadores han de poner más empeño en lograr el objetivo que en su
propio lucimiento. Pedir cualquier tipo de opinión o parecer sobre corrupción
al jefe de una trama corrupta es como incitarle irremediablemente a mentir, a
contraatacar usando las mismas armas que quien pide las explicaciones. En
hablar sin decir Rajoy es un auténtico maestro. Sus trastabillones y tropiezos
cuando se expresa, -que tanto ilustran los programas televisivos del Gran
Wyoming, por ejemplo-, terminan siendo una coartada que encubre sus flagrantes
intenciones, que no son otras que dejarlo todo para el día siguiente, por
cierto un día que casi nunca llega.
En la comparecencia del miércoles ha usado la misma táctica,
hasta tal punto que incitó a la portavoz del PSOE Margarita Robles a hablar de
sí misma en lugar de vapulear al Presidente del Gobierno por la corrupción
imperante en sus filas; al portavoz de Podemos a desairar su intervención
mostrando su deseo de “expulsar” a Rajoy y al PP del Gobierno, sin caer en la
cuenta de la zafiedad del término toda vez que en Democracia los gobiernos se
consiguen en las urnas, que es donde se congregan las voluntades de los
ciudadanos en uno u otro sentido; y al portavoz de ERC, Sr. Tardá, a
despotricar de tal modo que llegó a vincular el proceso independentista catalán
con la corrupción imperante en España sin nombrar ni una sola vez los casos de
corrupción en Cataluña ni el famoso 3% que Maragall relacionó en su día con la
financiación de Convergencia, germen del imperante Junts Pel sí. Así fue como
Mariano Rajoy libró su batalla a media mañana sin que los periodistas sacaran
casi nada en limpio.
Pero he dicho antes que es necesario modificar la estrategia.
¿Es eficaz preguntar algo a quien tiene
pensado no responder, al margen del asunto de que trate la pregunta? Por tanto
propongo a quienes cuestionan el proceder de Mariano Rajoy que no pregunten,
que utilicen su turno para responder a las preguntas que están ya en la calle.
La palabra “Gürtel” tiene un significado bien claro: debacle, uso fraudulento
de fondos públicos, desviación de dinero público a la contabilidad del PP,
afloramiento de ladrones en las sedes del PP, prevaricaciones diversas,
procesos judiciales embarullados, presos, cárceles, etc… Pretender que el
“gallego” Rajoy aporte nitidez en medio de tanta turbiedad es labor titánica.
¿Para qué sirvieron las preguntas de Pablo Iglesias en la comparecencia?
Justamente para que don Mariano sacara
de su chistera otras cinco preguntas, por cierto, incontestables. De modo que,
sabiendo tanto como sabemos de la trama Gürtel no caben las preguntas, mejor
aportar las respuestas, eso sí, expresadas en el lenguaje más veraz y crudo
posible, para que don Mariano se vea obligado a acatar o en todo caso a
contrarrestar los testimonios con explicaciones más esclarecedoras.
No creo tampoco que una Comisión de Investigación sea
precisamente la solución a las dudas que nos afligen, si es que aún quedan
dudas y no certezas. Ahora mismo el tándem “PPero- Rajoy y Hernando”, muestra
un rostro de tez durísima, capaz de enfrentarse a las más brutales tempestades.
Dicho tándem resiste cualquier cruce de palabras porque son capaces de mentir y
falsear sin mostrar sonrojo. No es bueno malgastar la pólvora en salvas. De la
corrupción imperante en España ya sabemos bastante. Las razones que asisten
para sustituir democráticamente al PP en el poder y en el gobierno son
políticas y sociales, tienen que ver con los derechos humanos y las condiciones
en que viven los españoles, con la desigualdad, con la pobreza que afecta a las
capas más humildes, etc…
Así que, para otra ocasión, va a ser mejor ofrecerle a Rajoy
las respuestas previamente elaboradas, en lugar de las preguntas, para que
puntualice lo que tenga que puntualizar. A este hombre hay que retarle con
descaro… porque el es un auténtico descarado.
Fdo. JOSU
MONTALBAN