LA ALTERNATIVA AL PP
Texto de una viñeta de EL ROTO: “Los candidatos no han
cambiado, los electores sí”. Más adelante, en otra sección del mismo periódico,
en un artículo firmado por Pablo Iglesias (Turrión, que no Posse), se puede
apreciar un nuevo quiebro en las ideas y estrategia de Podemos, -quizás solo
responde a los vicios de Pablo Iglesias (P.I.)-, que responde al título “Somos
la alternativa al PP”. Lo curioso de todo esto es que el título no contenga
alusiones al PSOE, y que en todo el texto las siglas PSOE solo son utilizadas
para ubicarlas como comparsas suyas. Curiosa simpleza la suya, porque teniendo
en cuenta que las Elecciones del 20D dejaron al partido de P.I. a menos de la
mitad de escaños de los obtenidos por el PSOE (recuperados gracias al apoyo de
las “confluencias”, como tal, capaces de llegar a confluir con otras fuerzas,
incluido el PSOE), cabría que se hiciera previamente la pregunta sobre si
Podemos es la alternativa al PSOE. Su habilidad, tan impostada como su
ideología, pasa por ignorar que en España la “socialdemocracia” que ahora
propugna como línea de pensamiento en Podemos, tiene un depositario que es el
PSOE. Por eso, para que su posicionamiento parezca algo creíble recurre una y
otra vez al recurso de llamar “vieja” a la socialdemocracia de la que el PSOE
es depositario legítimo.
Es tan poco riguroso su análisis, y tal la osadía de su
impostura que, recurriendo a una crítica a las políticas de austeridad
propugnadas por Alemania en Europa, afirma que “ha quedado abierto el espacio
para una nueva socialdemocracia no condicionada por las contingencias de la
Guerra Fría que pueda reclamar a un tiempo una política soberanista y
europeísta de carácter social”. Esta reflexión le lleva a hacer una pregunta
obvia: “¿Es posible ser soberanista y europeísta a la vez?”. Y sse responde a
sí mismo con una duda que contiene una nueva impostura: “Debe serlo, si
entendemos que la democracia ha de informar la legitimidad de las instituciones
tanto estatales como europeas”. Este tipo de dudas son admisibles cuando son
esgrimidas por los estudiosos o los politólogos, pero los líderes políticos y
los dirigentes de los partidos, sobre todo los de expresión categórica como
suelen ser las de P.I., siempre tan lleno de certezas propias para rebatir las
ajenas, deben arriesgar mucho más y opinar con contundencia.
“Somos la alternativa al PP”, ha dicho en el título del
artículo, como aquel ciclista que marchando en tercera posición en una carrera ignoraba
que no solo tenía que adelantar al primero para ganar sino que antes tenía que
adelantar al que iba en segunda posición. No es nada extraña esta actitud
altanera y soberbia en P.I., pero resulta despreciable su categoría humana,
sobre todo porque es responsable de sus actitudes cuando Pedro Sánchez y el
PSOE le reclamaron su cuota de responsabilidad para poner orden en los
enrevesados resultados del 20D. Si no fue posible el acuerdo entonces a causa
de su intransigencia, ¿por qué le reclama ahora del PSOE con tanto énfasis? EL
ROTO proclama en su viñeta dos realidades relacionadas entre sí. Es verdad que
los candidatos apenas han cambiado. Los y las cabezas de las listas permanecen
inalterables, y los candidatos para la Presidencia del Gobierno también.
Acudirán a los debates y discursarán en los mítines sin avergonzarse lo más
mínimo por su ineficacia a la hora de buscar y hallar acuerdos solventes. La
farsa se repetirá, por lo que solo queda una esperanza: que los electores
cambien y sean capaces de premiar o castigar las actitudes anteriores de los
partidos. Si los programas electorales van a ser muy parecidos a los sometidos
a las votaciones del 20D, solo cabe valorar el modo como se desenvolvieron los
líderes durante los últimos cuatro meses de negociaciones.
Me permito una conclusión, si bien sintetizada: un desidioso,
Rajoy, y un soberbio, Iglesias, han intentado por todos los medios el
descrédito de los españoles mostrando la realidad como si fuera un galimatías
de imposible solución. Mientras tanto el PSOE y C´s buscaron un acuerdo, y le
hallaron, quizás no todo los bueno y deseable que se buscaba, pero siempre más
apetecible que el erial al que quieren condenarnos las desidia del PP y la
soberbia del Podemos de Pablo Iglesias.
FDO. JOSU MONTALBAN