ELECCIONES
VASCAS: LA MEMORIA QUEBRADIZA DE LOS VASCOS
Resulta difícil de comprender que un partido que no ha
cometido importantes errores, ni en su acción política ni en el comportamiento
de sus líderes ni de sus miembros más destacados, coseche tan funestos
resultados apenas siete años después de haber obtenido un resultado
espectacular (426.500 votos) en unas Elecciones Generales. Pero la Política es
así, y la democracia deposita en los ciudadanos, en todos por igual, sin tener
en cuenta condiciones ni aptitudes, la sublime responsabilidad de elegir a sus
dirigentes y gobernantes. Tal le ha ocurrido al PSE, que ha obtenido apenas
nueve diputados en las Elecciones del domingo, que corresponden a solo 126.139
papeletas de votación. Resulta incomprensible pero ha sido la realidad de lo
ocurrido. ¿Qué nos ha pasado?, nos preguntamos los socialistas vascos.
En el año 2008 el PSE obtuvo 430.690 votos en las
Generales,más de cien mil votos sobre el segundo clasificado (PNV). Menos de un
año después el PSE obtuvo 318.000 votos y 25 escaños en las Elecciones Vascas
de 2009, ochenta mil votos menos que el primero (PNV), pero conquistó la
Lehendakaritza mediante un acuerdo con el PP, con quien solamente le podía unir
algo tan urgente como acabar con el terrorismo que mataba a populares y
socialistas por igual, pero no a nacionalistas. Patxi López fue lehendakari
porque la Ética exigía un Gobierno Vasco de choque y resistencia ante aquella
miseria. Dado que ETA ha resultado derrotada a partir de aquellos pasos “incomprensibles”,
no es fácil de entender que el PSE haya caído del modo que lo ha hecho en solo
cinco años, pues si el gobierno de Patxi López fue eficaz en lo fundamental (la
lucha antiterrorista) lo lógico sería que aquello hubiera quedado grabado en la
mente de los vascos… Pero no ha sido así, y no caben las disculpas.
Que el PNV viró con destreza al sustituir al osado Ibarretxe
por el discreto Urkullu es un hecho ya constatado, pero la poda de votos
socialistas solo puede ser obra de jardineros desalmados y olvidadizos. Los
vascos de hoy apenas conocen su pasado, -o lo han olvidado selectivamente-, ni
el más antiguo ni siquiera el más reciente, pero no quiero ensañarme para que
no parezca que estoy resentido. Los vascos han hecho lo que, democráticamente, les
ha apetecido. Ahora empieza el tiempo de los líderes políticos: de sumar y
restar escaños, y de contrastar urgencias y prioridades. A la vista de lo
ocurrido tales labores parecen sencillas, porque la política vasca ha pasado ya
por muchos avatares en otros tiempos, y sabe desenvolverse en medio de las
adversidades.
Es tiempo de espera, y de reflexionar en silencio. Es tiempo
de comparaciones y de resoluciones. Los socialistas tenemos que tomar
decisiones con templanza, sin prisas. Ahora mismo solo me embargan las dudas,
como socialista y como ciudadano. Sólo tengo una certeza: que la memoria de los
vascos es quebradiza… Pero con esta conclusión tan simple no resuelvo nada ni
voy a ninguna parte… ¡Demos tiempo al tiempo!
Fdo. JOSU MONTALBAN