SOCIALISTAS: LOS MÁS
DESEADOS ACOMPAÑANTES…
Ahora tofos desean que
el PSOE sea su novio, su acompañante. Unos y otros, al margen de su ideología o
de su condición, reclaman la atención del PSOE, aunque lo hagan con intenciones
diferentes. En los debates y tertulias quienes defenestraban al PSOE a causa de
la cerrazón de su slogan (“no es no”), ahora alaban el quiebro dado por sus
órganos de dirección y ni siquiera critican la violencia con que se preparó y
culmin´´o dicho quiebro. Lo hacen las izquierdas y las derechas porque ambas
esperan sacar algún beneficio, si bien las razones que asisten a unas y otras
son muy diferentes. Mientras tanto, el PSOE va restañando las profundas heridas
que le han sido producidas por la tozudez de la izquierda oportunista de
Podemos, mucho más preocupada por lograr el debilitamiento del PSOE que por
culminar un gobierno de cambio, y por la de la derecha desidiosa del PP que,
soberbia y orgullosa, ha reclamado al PSOE una responsabilidad que no ejerció
ella cuando ha gobernado durante la última Legislatura, con mayoría absoluta,
usando un rodillo brutal e inmisericorde.
Las dos fuerzas
emergentes, -Podemos y C´s-, han obligado a recapacitar a las dos fuerzas que
han venido configurando el famoso bipartidismo, pero sobre todo han supuesto un
factor de enrarecimiento del debate político, porque han partido de un
diagnóstico brutal en torno a lo acontecido en nuestra sociedad desde la
llegada de la Democracia. Partiendo de tal diagnóstico solo cabían disputas
demasiado encarnizadas para las que C´s no estaba preparado, pero llegados al
culmen, tampoco lo ha estado Podemos porque su líder máximo, Pablo Iglesias, es
alguien poseído por una ambición desmedida que solo la sacian cuatro años en la
Moncloa. De modo que tras su primer fracaso, que le dejó en tercera posición,
tras PP y PSOE, su máxima urgencia fue avanzar en la clasificación mediante un
sorpasso al PSOE, que tampoco pudo culminar. ¿Qué ha ocurrido después?
Que ha visto cómo se le
abrían los cielos con la llegada de la crisis del PSOE. Ahora sí, ahora ya
aspiran a que el sorpasso se produzca, aunque para ello es imprescindible que
se produzcan unas Terceras Elecciones. Dado que la crisis socialista puede
llevar precisamente a que esas Terceras no lleguen a tener lugar, los líderes
de Podemos no cesan de ofrecer sus escaños al PSOE para favorecer ese gobierno
“de cambio” que no están dispuestos a consumar. Porque solo un acuerdo
“PSOE-UnidosPodemos-Ciudadanos” puede sumar los 176 escaños imprescindibles.
Cada vez que los líderes de Podemos, con sus títulos universitarios a cuestas,
pretenden denostar al PSOE, que debate encarnizadamente en sus adentros
buscando la decisión última y definitiva, hacen caso omiso interesadamente al
hecho de que son imprescindibles los 176 escaños. La mezquindad de Podemos es
propia de trileros oportunistas. Ellos no hacen juegos de manos ni practican el
ilusionismo, lo que hacen son trampas con las que engañan a los ciudadanos
menos avispados.
En un alarde de
desvergüenza los líderes de Podemos no dudan en interferir el debate interno
del PSOE, como si les preocupase realmente más allá de pegarle una buena
dentellada de votos y por tanto de escaños. En plena embriaguez Pablo Iglesias
se ha proclamado ya líder de la oposición. Yo no le niego nada para no aguarle
la fiesta, pero su empeño no es como para envanecerse demasiado ni echar las
campanas al vuelo. Eso sí, le advierto que, si tal se considera, ocupa en el
ranking de diputados del Congreso el número de orden 221, por detrás de los
diputados de los grupos que obtuvieron más votos que Podemos. En todo caso no
estará mal que, llegados al caso de que se produzca la investidura de Mariano
Rajoy antes de unas Terceras Elecciones, PSOE y Podemos sean capaces de ejercer
una oposición firme y democrática que favorezca a los más humildes. Después de
ver las reacciones de unos y otros, tras la crisis del PSOE solo me queda
advertir que los socialistas se han convertido en los “deseados acompañantes”
para todos los demás. Al fin y al cabo su “batalla” interna es consecuente con
los tiempos complejos en que vivimos. No sabía cómo justificar esta última
afirmación hasta que he leído las declaraciones hechas por la líder de Podemos
en Euskadi, Nagua Alba: “Un partido en el que todos piensan igual tiene algo
raro”. ¿No será precisamente eso lo que ha ocurrido en el PSOE? ¿No sería más
digno por parte de los osados de Podemos que respetaran el debate que está
teniendo lugar en el vientre y el cerebro del PSOE, al que le acreditan, de
momento, 130 años más de existencia que a las fuerzas emergentes?
Fdo. JOSU
MONTALBAN