lunes, 14 de agosto de 2017

DIMISIONES EN EL CONGRESO... (El Diario Vasco, 14 - 08 - 2017)





DIMISIONES DEL PSOE EN EL CONGRESO…

… y agresiones dialécticas en las Redes Sociales.

¿Qué pasa en el seno del PSOE? ¿Por qué las Redes Sociales se han convertido en un foro nada riguroso en el que unos socialistas, que dicen pertenecer a las “bases”, la emprenden a mamporros contra quienes han venido protagonizando la Historia del PSOE a partir de la muerte de Franco? ¿Cómo es posible que la dimisión, o retirada voluntaria, de los congresistas Eduardo Madina y Antonio Trevin haya sido respondida con vítores y muestras de alegría por esos socialistas de base en las Redes Sociales? ¿Cómo es posible que despotriquen del modo brutal e irrespetuoso como lo vienen haciendo, de quienes no han cometido otro “delito” que entender el socialismo del PSOE del siglo XXI de modo diferente? El PSO acaba de celebrar unas Elecciones Primarias y un Congreso, es decir, acaba de salir de los “boxes”, y debería haberlo hecho en las mejores condiciones para competir, sin embargo ha salido con demasiadas averías mal arregladas, ruidos extraños en el motor y serios desajustes en su sistema de estabilidad.

Lo que diré después, en todo caso, exige una aclaración previa. Desgraciadamente la militancia, y los simpatizantes socialistas, se nutren más de los desordenados debates que tienen lugar en Facebook y otras Redes similares que de los órganos oficiales, folletos o páginas de Internet, que salen de Ferraz. Esto viene al caso porque la proliferación de identidades falsas, o de seudónimos que hablan o escriben con su mayor inquina en contra de todo lo que se ciña al texto “oficial”, ha sido espectacular. Es ahí, en ese espacio virtual tan visitado de forma gratuita donde el atrevimiento se desata y las palabras dejan de ser instrumentos útiles que favorecen las relaciones ciudadanas, para convertirse en armas e instrumentos agresivos que solo persiguen el descrédito del adversario, sin que el agresor haya advertido que la agresión se descarga sobre un “compañero” al que puede llegar a ahuyentar de su formación política.

Cuando Pedro Sánchez ganó en las Elecciones Primarias últimas a Susana Díaz y a Patxi López, de forma categórica, no adquirió ninguna licencia para “liquidar” el PSOE. Eso ya lo sabía él. Su victoria le convertía, entre otras cosas, en el guardián de la Historia del Socialismo español hasta su llegada a la Secretaría General. Por tanto, quienes se comportan con otros socialistas no adscritos al “sanchismo”, están poniendo en desventaja al PSOE, que no es un mero club de amigos, sino que debe competir en la lucha electoral frente a otras opciones y formaciones políticas. El debate que ha acompañado a las Primarias, y al posterior Congreso, ha sido tenaz y, en muchos asuntos, contradictorio. Ha dejado algunas heridas que los líderes en litigio prometieron cicatrizar. ¿Han puesto el empeño suficiente para conseguirlo? Creo que no, porque Pedro Sánchez se obstinó y no incluyó a ningún “susanista” en su equipo, del mismo modo que Susana Díaz no ha incluido a ningún “sanchista” en el suyo. ¡Malos presagios!

Lo menos aceptable de cuanto está ocurriendo en el PSOE actual es el clima que se ha generado y consolidado, en el que figuras tan emblemáticas en la Historia Moderna como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, que llevaron las riendas del Gobierno de España durante la mayor parte de la Transición, tras la muerte del Caudillo, están siendo tratados como auténticos guiñapos o marionetas en manos de militantes que les insultan y zahieren, empeñados en desacreditar el socialismo del PSOE que ellos llevaron al éxito, para revalorizar al socialismo actual que, por el bien de los españoles, ojalá consiga lo antes posible reconquistar el poder. Por eso creo que el PSOE debe consolidar el liderazgo de Pedro Sánchez, pero eso sólo será posible si no se producen venganzas ni revanchas en el seno del PSOE. No es discutible que Pedro Sánchez haya elegido una guardia pretoriana formada por quienes le encumbraron, pero de ahí a ignorar que el PSOE obedece a un proceso y a un trayecto histórico, y de más de 130 años de antigüedad, va un abismo.

Aunque a quienes acaban de abandonar el Congreso de los Diputados, -Madina y Trevin-, les asistirán razones personales para abandonarlo en mitad de la carrera (legislatura), que yo respeto, siento pena de que tales abandonos se hayan producido, no solo porque se trata de dos personajes notables, -uno como Presidente Autonómico y el otro como directamente afectado por el terrorismo de ETA-, sino porque las reacciones que han desatado en las Redes Sociales, y en algunos otros medios informativos, impulsadas por “militantes” socialistas auténticos o camuflados, demuestran que el socialismo aún no está en condiciones de abandonar la UVI, por más que las encuestas del CIS nos muestren el lado más halagüeño de nuestra realidad.

Estamos en el tiempo de Pedro Sánchez, pero es él el que debe darse cuenta realmente en qué “guerra” combate. Algunos de sus “incondicionales” pueden no serlo tanto después de su contundente victoria. Ahora es él el que debe coger las riendas de la integración de todas las tendencias en un único PSOE, para que las diferentes alternativas no se conviertas en discordias ni disputas. Esa es la meta imprescindible porque al PSOE, como fuerza predestinada a gobernar a España, y en España, no le sobra ni uno solo de sus votos, es más, aún le faltan bastantes… Y el tiempo ya apremia, lo cual no  debe ser una justificación para actuar con prisa, pero sí una razón para avanzar en el empeño sin pausa.

FDO.  JOSU  MONTALBÁN