miércoles, 19 de agosto de 2015

EL SILENCIO Y LA DISCRECIÓN DE LOS LÍDERES POLÍTICOS (El Confidencial Digital, 19-08-2015)

EL SILENCIO Y LA DISCRECIÓN DE LOS LÍDERES POLÍTICOS

Estoy convencido de que el final definitivo del terrorismo de ETA llegará en un momento en que los dirigentes de los partidos políticos dejen de hablar de ello del modo que muchos de ellos lo vienen haciendo actualmente, de forma gratuita. Si ETA decidió en su día abandonar la lucha armada, -que es como llamaban a sus macabras felonías y atrocidades-, malo será que los líderes políticos se empeñen de nuevo en discutir públicamente sobre la idoneidad de tal lucha, o sobre su eficacia. Durante demasiado tiempo hubo osados líderes, y no todos pertenecientes a la izquierda abertzale, que se mostraron incapaces de condenar los asesinatos y extorsiones mediante “peros” y “aunques”. Había quienes, mostrando su convencimiento de que ETA había sido un cambatiente vital contra la Dictadura franquista, no debería dejar de actuar hasta que la dictadura fuera de toda vigencia. A esos ni siquiera la superación del amago de golpe de Estado de Tejero les bajó del burro, y han seguido hasta hace bien poco, erre que erre, alegrándose con las bombas y con los tiros en la nuca. Continúan aún en esa obsesión partidista que siempre utilizan para consolidar la fidelidad de sus votantes y, quizás, para curarse en salud. ¿Y los otros?
Los otros deberían evitar alimentar discusiones que son superfluas y aportan muy poco a la consolidación de la paz y de la convivencia. De pronto, en este agosto tranquilo y caluroso, el ínclito Pernando Barrena ha afirmado que “el PP y el PSOE han usado la violencia y el terrorismo de Estado con fines políticos”, y ha añadido que “el PNV ha hecho lo propio con la Ertzantza”. Para adornar su osadía ha añadido que “si lo que se exige a la izquierda abertzale es que abjure de su pasado y planteamientos ideológicos, esto no va a pasar porque no tiene ningún sentido”. Imagino a Pernando Barrena al final de la entrevista en la que dijo todo esto palpándose el pecho, apsadumbrado por su osadía, si aún le queda algo de decencia, y tomándose media docena de copas de orujo para poder llevar encima su culpabilidad y su insensatez.
Los líderes de los tres partidos aludidos (PP, PSOE y PNV) han salido a responder. Y ha habido una frase que han utilizado los tres, de forma clara o velada, que coincide curiosamente con otra dicha por Barrena y su cohorte de impostores de la paz actual: “Lecciones, las justas”. Es esta una frase que siempre exige explicaciones, pero es evidente que cincuenta años de terrorismo etarra están causando en el País Vasco tanta degradación moral como los casi cuarenta de la Dictadura. Empieza a ser urgente que la pacificación de la sociedad vasca (y española), frente al pasado de confrontación, dejen de protagonizarla tantos atrevidos líderes políticos que tienen como objetivo prioritario los votos, aunque sepan muy bien que el logro de la paz y la buena convivencia sean también primordiales.
Hay que avanzar, y para eso es mejor cultivar la Ética que imponer la venganza. Ahora los amenazados de antaño se han erigido en víctimas del presente. Protestan, con razón, y exigen justicia, aunque con tanta rabia, lógica, que parece venganza. Sobre víctimas y victimarios, justicia o venganza, cabe cualquier posición pero si, como todos queremos creer, ETA ha finiquitado su presencia entre nosotros, será bueno que se zanjen todas esas cuestiones que los líderes políticos sacan a colación de forma interesada para potenciar un debate que crispa más que apacigua, que enrarece más que aclara, y que desacredita a los líderes y pone en entredicho la eficacia de la Política para resolver los problemas sociales de la diaria convivencia entre humanos.
Nadie debe pensar que con estas reflexiones propongo el desistimiento ante el rumbo inevitable que ha tomado el proceso de pacificación en Euskadi y en España. Los ciudadanos saben lo que ocurrió, y quién o quiénes fueron los auténticos culpables. Está ya suficientemente contrastada la justicia que encierra todo comportamiento ético y aunque hay quienes dudan de que toda justicia (Ley) no siempre sea ética, parece impepinable que es más ético exigir el cumplimiento de una ley dudosa que permitir el incumplimiento. En todo caso, para terminar, hay que subrayar el buen comportamiento de la gente, la reacción esperanzada de esta sociedad que, de vez en cuando, se ve turbada por ciertos líderes políticos en los que pesa más el quedar bien ante la ciudadanía que la decencia. En realidad, prefieren no dar el brazo a torcer, pero no se dan cuenta de que han vivido durante mucho tiempo con el brazo torcido, en una u otra dirección.
Los terroristas han de cumplir sus penas mientras tantos ciudadanos llevan su pena a cuestas, a flor de piel, en sus miradas, en sus manos temblorosas, en sus palabras.


Fdo.  JOSU MONTALBAN

lunes, 17 de agosto de 2015

PRESUPUESTOS: DE "VAYASE SEÑOR RAJOY" A "ESPAÑA VA BIEN" (Deia, 16 de Agosto de 2015)

PRESUPUESTOS: DE “VAYASE SEÑOR RAJOY” A “ESPAÑA VA BIEN”

¿Merece la pena diseccionar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2016 que ha presentado el Gobierno? Creo que no, aunque esa era mi intención en el momento en que fueron dados a conocer por el ministro Montoro, eso sí, con ese rostro risueño de persona satisfecha y una Tablet en la mano derecha –que es la mano buena suya , por ser derecha y no solo por ser mano-. Y no merece la pena porque hay circunstancias y elementos colaterales cuya importancia es básica para explicar que estamos ante unos Presupuestos excesivamente “supuestos” y excesivamente “pre (previos)”. En realidad estamos ante un nuevo capítulo de aquel “España va bien” que hizo célebre el inefable y atrevido Aznar hace una década o un poquito más. Las últimas apariciones públicas del Presidente Rajoy parecen copia fidedigna de aquellas en que Aznar mostraba su profesión de fe hacia sí mismo y hacia su Gobierno.
Montoro también se ha armado de valor, de cinismo y de descaro para presentar unas cifras que han dado pie a ciertas promesas electorales y electoralistas, pues no en vano utilizó la coletilla ”si el PP gana las Elecciones” para explicar algunas de las cifras previstas. Marhuenda, el tertuliano “de derechas” que tiene más fe en los responsables económicos del Gobierno por el hecho de que sean economistas que por el hecho de que respondan a una ideología, en este caso conservadora de derechas, consideró recientemente que se trata de unos presupuestos serios y definitivos. Sin embargo, la cara de Montoro era más esclarecedora: se trata de unas previsiones nada rigurosas, cuyo objetivo es iniciar el debate electoral con las cosas a favor para el PP. Frente a las encuestas y al antecedente que han supuesto las elecciones municipales y regionales, este paso triunfalista de Rajoy para mostrar una nueva España, más alegre y próspera, es la añagaza que bien puede hacer que vuelvan al redil los que se han quedado agazapados en esa misma realidad. “España va bien”, ha venido a decir Rajoy, y se ha quedado tan campante.
La Historia se repite aunque los actores hayan cambiado. Ahora también hay quien repite aquella especie de estribillo de José María Aznar, refiriéndose a Felipe González. Como si se tratara de un murmullo procedente de todas las latitudes se escucha un “váyase señor Rajoy” que tiene sobre ascuas al Presidente, al Gobierno y al partido (PP) que le sustenta. Nadie duda de que la situación económica está mejorando, aunque lo esté haciendo a un ritmo lentísimo. Y nadie duda de que la mejoría traerá aparejado un descenso en la tasa de desempleo que la sociedad española viene soportando con doloroso estoicismo. Pero los españoles no pueden, ni deben, olvidar que a la actual situación le ha llevado el presidente Rajoy y su partido, el PP, que no ha dudado en infligir a la sociedad española el castigo de tener que soportar unos niveles de desigualdad insoportables.
Dichos niveles de desigualdad aumentarán en el futuro, desde luego que no van a ser estos Presupuestos los que alivien la desigualdad y saquen de la pobreza a más de la cuarta parte de los españoles, que actualmente la sufren. No lo serán porque su electoralismo, que ha anunciado un aumento del 3,8% en los gastos sociales también ha anunciado una bajada del IRPF que no ha especificado ni ha cuantificado en los Presupuestos. ¿De dónde sacará las partidas económicas necesarias para dicho aumento en el gasto social? El electoralismo le ha conducido directamente al delirio. Si los ingresos tributarios del año 2015 van a ser, según previsiones del propio Ministerio de Hacienda, de cuatro mil millones de euros menos que lo presupuestado, ¿cómo explicar que se presupuesten más de 11.000 millones más que la cantidad que se va a recaudar este año? Un delirio, no sé si será tremens, es esto que ha afectado al Sr. Montoro y por simpatía al Presidente Rajoy, pero se trata de un delirio muy medido, porque las becas de Educación, que han ido diezmándose en estos últimos cuatro años, solo subirán un 0,2%; y las inversiones en I+D+i, que han estado congeladas en los últimos años, crecerán un 2,2%; otro tanto ocurrirá en los fondos que se van a emplear en atender la Dependencia, después de que la Ley de tal esté en punto muerto como consecuencia de la crisis. Hay otros datos que resultan definitivos, porque las inversiones totales del Estado, tan fundamentales para relanzar la Economía y alentar el bienestar de los ciudadanos y las familias, sólo van a crecer un 1%. ¿Y las pensiones, cuánto van a subir las pensiones? ¡Asómbrense, un 0,25%!
Sobre las pensiones resulta curioso advertir que subirán un 0,25%, lo mínimo acordado en la Comisión de seguimiento y evaluación del Pacto de Toledo que, durante este legislatura, no ha obedecido a consenso ninguno. Teniendo en cuenta que la previsión de la evolución de los precios para el año próximo anuncia una subida del 1,2%, parece demasiado escuálida esa revalorización del 0,25%. De modo que al retroceso en el poder adquisitivo, que va a ser de un punto en este año, habrá que añadir otro punto para el año que viene: es decir, dos puntos en dos años. El 0,25% previsto como aumento para las pensiones se traduce en una cantidad que avergüenza a cualquiera, porque en el caso de quien cobre exactamente la pensión media de jubilación, que está actualmente en 1.020 euros, la subida será de 2,5 euros al mes, y quien cobre la prestación máxima verá aumentada su pensión en 6,5 euros mensuales. ¡Menos da una piedra!
El economista coreano (del Sur) Ha-Joon Chang afirmó recientemente que “se nos ha hecho creer que la economía hay que dejarla para los expertos, lo cual es un obstáculo para la democracia”. Sin embargo, no se considera un radical por anteponer la democracia y su ideología de izquierdas a los principios en que los economistas neoliberales, que tanto proliferan, se sustentan. Mientras la crisis que hemos padecido ha sembrado miseria en las clases medias, y ha depauperado a las más bajas hasta sumirlas en la pobreza extrema, los beneficios empresariales, principalmente los de las empresas cotizadas en la Bolsa, han crecido un 37%. En el caso de los grupos empresariales de tamaño medio y pequeño, el beneficio del 2015 ha crecido un 123% con respecto al mismo periodo del 2014, según datos del Diario El País. ¿Son estos los “brotes verdes” de los que hablaba Rajoy? ¿Corresponden estos datos a esa superación de la crisis que Rajoy ha venido vaticinando y ostenta públicamente como una consecución suya?
Si así es, que se aplique también el crecimiento de la desigualdad y la instalación de la pobreza en nuestra sociedad. Porque ha sido él el que ha gobernado España mientras, a la vez que la desigualdad y la pobreza aumentaban, los consejeros de las grandes empresas cotizadas ganan un 13% más, y los directivos de tales empresas un 17% más. Rajoy no solo permite estas injusticias sino que las valora positivamente. No debe extrañarnos, porque Rajoy es de derechas, y cuando la Economía se viste de derechas crea riqueza, si puede, pero sobre todo crea ricos, no muchos pero cuanto más ricos, para que alimenten con migajas a los pobres… Y así han hecho Rajoy y el Gobierno del PP.

FDO.  JOSU  MONTALBAN                

viernes, 14 de agosto de 2015

¿HA RENUNCIADO EL PNV A LA INDEPENDENCIA DE EUSKADI? (El Diario Norte, 14 de Agosto de 2015)

¿HA RENUNCIADO EL PNV A LA INDEPENDENCIA DE EUSKADI?


Un articulista político de larga trayectoria no suele poner títulos interrogativos a sus trabajos, pero lo hago yo en esta ocasión porque confluyen en mí algunas circunstancias: todo el mundo sabe que pertenezco al “bando” no nacionalista y, como militante de un partido político, mis artículos son interpretados tras ser pasados por tamices previos. Aclarada la forma, voy al fondo de mi artículo.
¡Sí! Resulta evidente que el PNV no tiene, ni entre sus prioridades ni entre sus intenciones, la lucha por la independencia vasca en estos momentos. Desembarazado de las prietas ataduras en que le dejó el Lehendakari Ibarretxe con su Plan (independentista), ahora permanece tranquilo gozando sobre un remanso de aguas mansas y apaciguadas y, curiosamente, disfrutando del más importante poder social e institucional desde que llegó la Democracia posfranquista. El actual PNV ha dejado atrás a los intransigentes a los que había revestido de un poder omnímodo dentro de la formación: Garaikoetxea se fue a otra sede que él mismo improvisó; Arzallus también se fue acuciado por sus fracasos y por sus excesos, pero dejó a Ibarretxe como abanderado de la siguiente generación nacionalista, aunque dotado de los mismos vientos de intransigencia. Hubo dirigentes intermedios, pero todos ellos transicionales, porque la huella de Arzallus tardaba demasiado en ser borrada.
Actualmente, ni de la dirección del partido ni de los responsables institucionales surge el más mínimo desaire que desemboque en una reivindicación para lograr la independencia de Euskadi. El conflicto catalán no ha llegado siquiera a impacientar a los dirigentes del PNV, que apoyan las reivindicaciones catalanas y los pasos que vienen dando para alcanzarlas, pero siempre después de recalcar que lo hacen porque no les queda otra salida que esa. Sin embargo, lo hacen con una falta de rigor y de vigor manifiestas, vean si no de qué modo tan resignado se expresa su burukide Mediavilla: “Si la mayoría absoluta de los catalanes así lo estima, ¿qué deberíamos hacer? ¿Negar la evidencia? ¿Contrariar la voluntad democráticamente expresada?”. Así, con este pase de pecho ha liquidado todas las dudas que pueden agobiar a sus fieles afiliados y votantes, pero nada dice de la pretensión del Presidente Mas de declarar la independencia catalana de forma unilateral con solo disponer de la mitad más uno (68) de los parlamentarios catalanes. ¿Y si fueran 68 pero en una Elecciones con una abstención superior al cincuenta por ciento? Porque podría darse el caso de que los 68 parlamentarios se consiguieran con solo un veinte o veinticinco por ciento de los votos de todos los catalanes con derecho a votar para la candidatura CDC-ERC. ¿Sería, en ese caso, legítima una declaración unilateral de independencia?
No lo sería. En todo caso se trataría de un atropello a quienes hubieran optado por no ir a votar, porque si ir a votar constituye en este caso una aceptación de las normas (y del carácter plebiscitario) del proceso impuestas por Mas y Junqueras, no ir a votar y conseguir una abstención desorbitada puede ser interpretado como un desprecio al proceso, es decir, la no aceptación de las bases por caprichosas, antinaturales y antidemocráticas. Esto, tan fácil de entender, no suele ser comprendido por quienes ponen la imaginación (el famoso “imaginario”) por delante de la realidad, que suele ser una estrategia muy generalizada en los grupos nacionalistas. Pero el PNV se ha aferrado a la realidad y ha abandonado la aventura independentista, eso sí, aportando algunas razones para que no parezca que se trata de una renuncia o un desistimiento: “El PNV ha hecho escalas en el trayecto porque la inteligencia aconsejaba asegurar el terreno ganado. También ha perdido generaciones en el camino, pero no se ha detenido… La reforma estatutaria que promueve se concibe como una estación tránsito desde la que el andén de destino comienza a ser alcanzable. Sin complejos, sin almas opuestas, simplemente con corazón y cabeza” (Koldo Mediavilla).
Este nuevo posicionamiento tiene lugar a la vez que ha conseguido, en las urnas, en los restaurantes y en las oficinas, el mayor poder institucional que nunca ha tenido en la Democracia: gobierna en el Gobierno Vasco, en las Diputaciones Forales de los tres Territorios y en las capitales de Euskadi. Por si fuera poco gobierna también en la Comunidad Foral Navarra. Con tanto fruto cosechado no resulta raro que haya abandonado su reivindicación independentista y la haya sustituido por Ponencias de Autogobierno y otras zarandajas, que se dirimen entre bastidores y se quedan en el objeto, nada desdeñable pero escasamente “independentista”, de “reformar” el actual Estatuto. El PNV sabe, porque lo comprobó en sus propias carnes, que los extremismos de Ibarretxe llevaron a que se consumase un pacto tan antinatural como el del PSOE-PP, con la colaboración de UPyD, que sacó al nacionalismo de Ajuria Enea. Sabe también que un “sabino arana”, en nuestros días, no se comería un rosco siquiera, y que la independencia del País vasco, Euskadi o Euskal Herria, -como se quiera expresar-, es tan absurda y contraproducente como imposible.
Vendrán nuevos tiempos y…


Fdo.  JOSU MONTALBAN     

lunes, 10 de agosto de 2015

¿SERÁN UN PROBLEMA LAS PENSIONES? (Deia, 8 de Agosto de 2015)

“¿SERÁN UN PROBLEMA LAS PENSIONES?”

Hace aproximadamente un mes el catedrático de Hacienda Pública Ignacio Zubiri, contestando a las preguntas del entrevistador en relación con el futuro del sistema de pensiones dijo lo siguiente: “Hay una idea generalizada de que el sistema de pensiones se tiene que financiar exclusivamente con las cotizaciones sociales. Esto va en contra de la experiencia histórica hasta 1995 y en contra de lo que hacen la mayoría de los países”. La entrevista continúa hasta que el catedrático responde a la pregunta definitiva: “¿Quién tiene que pagar el coste del sistema de pensiones?”. A lo que responde: “En Europa, las pensiones se actualizan según el IPC o los salarios. España ha optado por pagar las pensiones con las cotizaciones de los trabajadores”. Y como esa condición supone intranquilizar a los propios pensionistas y a quienes aspiran a serlo, termina: “En el largo plazo la economía genera recursos suficientes para que una combinación entre cotizaciones, impuestos y, en su caso, deuda, se puedan financiar  unos niveles razonables de las pensiones. En resumen, que “los impuestos deben financiar las pensiones”.
Ignacio Zubiri es una de las mentes más lúcidas de cuantas vienen opinando al respecto, por la sencillez de sus reflexiones y, sobre todo, porque quienes ya son pensionistas, y quienes están más cerca de serlo, encuentran en sus opiniones una seguridad que no hallan en las declaraciones de los responsables políticos e institucionales. Los constantes debates al respecto, que se vienen sucediendo cada vez que los líderes políticos son abordados, generan una gran inquietud porque se producen como consecuencia de opiniones tremendistas que no suelen tener en cuenta la razón de ser por la que las pensiones fueron implantadas, de modo que su mantenimiento y sostenibilidad, cuando son cuestionados, constituyen una amenaza brutal en el sistema de bienestar y en los modos de convivencia de los ciudadanos. Si, como ocurre ahora, la crisis económica y el alto índice de paro  han convertidos a los mayores, pensionistas, en el sostén de los hogares de sus hijos desempleados, cualquier opinión poco meditada se convierte en una agresión.
La protección social, que en una de sus facetas ha devenido en los servicios prestados por la Seguridad Social, tiene su punto de arranque en la Comisión de Reformas Sociales, allá por el año 1883. En el año 1931 se legisló por primera vez al respecto, en el artículo 46 de la Constitución que aprobó la II República española: “El trabajo, en sus diversas formas, es una obligación social, y gozará de la protección de las leyes…”. No obstante la Guerra Civil se llevó por delante las buenas intenciones de la República. Incluso durante el franquismo se hizo algo al respecto promulgando el Fuero del Trabajo, por el cual el Estado se comprometía a ampliar los seguros de vejez, invalidez, enfermedad, etc… En 1963 apareció la denominada Ley de Bases de la Seguridad Social. Pero fue la Democracia la que consolidó todos los intentos anteriores. Como consecuencia de los Pactos de la Moncloa, que fueron la antesala de las grandes reformas, y contaron con la participación de todas las formaciones políticas que protagonizaron la Transición, se produjo la primera gran reforma mediante el Decreto de 16 de Noviembre de 1978, por el cual se crearon las diferentes instituciones que hoy conforman y gestionan el sistema de la Seguridad Social en España.
Desde aquel momento se han venido articulando acciones y medidas que han tenido como objetivo apuntalar y mejorar los sistemas de protección socias, concretamente y preferentemente el sistema de pensiones que en todo momento se ha visto amenazado por factores tan fundamentales como la demografía y las fluctuaciones de los niveles de desempleo, que han tenido un impacto importante en la Tesorería de la Seguridad Social. Fueron esas preocupaciones las que llevaron, en 1995, a la firma del famoso Pacto de Toledo, igualmente con el apoyo de todas las fuerzas políticas y sociales. Dicho Pacto partió de un análisis previo, decidió un diagnóstico común y estableció una dinámica de acción que muy bien puede ser considerada una terapia, basada en una hoja de ruta para conseguir la estabilidad financiera del sistema en general y de las prestaciones que estaban presentes en aquel momento en la Seguridad Social. Conscientes de los altibajos de la economía y de los cambios que se producían en el mercado de trabajo, se creó un Fondo de Reserva que tenía por objeto ahorrar en los tiempos de bonanza e invertir lo ahorrado para poder usarlo cuando llegaran las vacas flacas. No solo eso, también se propuso racionalizar el sistema introduciendo mecanismos flexibles de jubilación y medidas que incidieran en la prolongación de la vida laboral.
Sobre todo el Pacto de Toledo estableció una dinámica de trabajo, como si se tratara de un servicio permanente que se ocupara de todo lo que podía influir y poner en riesgo el sistema de pensiones, ya fuera en su totalidad o en alguno de sus apartados. Ese Pacto de Toledo tiene su representación en el Congreso de los Diputados a través de la correspondiente Comisión de Seguimiento y Evaluación de dicho Pacto. A dicha Comisión, -de la que fui Vicepresidente entre Abril de 2008 y Noviembre de 2011-, acuden todo tipo de expertos económicos, laborales, financieros y sociales a exponer sus puntos de vista y alertar de los riesgos que acechan al sistema. Por eso conviene advertir de que si el sistema de pensiones llegara a hacer aguas no sería porque no haya tenido modo de evitarlas. De ese modo, en cada Legislatura, se elabora un Informa de Evaluación y Reforma del Pacto de Toledo que da fe exhaustiva de los posicionamientos de cada uno de los componentes de la Comisión. Quiero subrayar con esto que la preocupación por el futuro del sistema de pensiones y su evolución no es patrimonio, o no debe serlo, de la izquierda ni de la derecha, aunque ambas puedan tener diferentes visiones sobre el asunto.
Habrá tiempo para volver sobre el tema y puntualizar algunos aspectos, pero hoy conviene subrayar que en todas las ocasiones en que se han presentado conflictos también han sido puestas sobre la mesa las posibles soluciones. Es cierto que hay problemas tan nimios que basta con articular medidas superficiales para su solución, mientras que si se presentaran problemas graves para su sostenibilidad, y no digamos ya para su mantenimiento, el asunto podría trascender incluso de la voluntad, buena o mala, de los integrantes de la Comisión del Pacto de Toledo. Y como es verdad que dichos integrantes ostentan ideologías y posicionamientos diferentes, deberían convenir todos en que los problemas inherentes al sistema de pensiones han de salir de las mezquinas discusiones interpartidistas, como si se estuviese hablando de derechos humanos inalienables.
Y para terminar vuelvo a mi economista de cabecera en este asunto, Ignacio Zubiri. Traslado a este artículo algunas frases utilizadas por él mismo en su participación  en la Comisión del Pacto de Toledo de Abril de 2009. Consideró un error la cerrazón del sistema (“Las pensiones no deben financiarse exclusivamente con cotizaciones”), porque cabía la posibilidad de que la economía no creara empleos suficientes para su sostenibilidad, como puede suceder. Dado que el gasto en pensiones en España se sitúa por debajo de la media europea, caben esfuerzos añadidos que no van a ser alcanzados mediante formas de capitalización, al modo de las prestaciones o seguros privados. Y establecía algunas conclusiones que continúan vigentes, solamente a falta de actualización. ¿Retrasar la edad de jubilación de forma escalonada?, sí. ¿Eliminar las jubilaciones anticipadas?, sí. Pero sobre todo “explicitar que las pensiones no se financiarán exclusivamente con cotizaciones”, pues para eso están también los Presupuestos del Estado. Y establecer un sistema de financiación suficiente que pase por considerar las pensiones como una base fundamental, sólida e indispensable para el mantenimiento de la actual y futura sociedad del Bienestar.
De modo que quien inquieta a nuestros mayores, y a quienes aspiran a serlo, apuntando riesgos de difícil solución en el sistema de pensiones, lo hacen de forma tan gratuita en sus argumentos, como interesada en sus objetivos.


Fdo.  JOSU MONTALBAN            

martes, 4 de agosto de 2015

LOS ALBIOLES Y LOS MAROTOS (El Confidencial Digital, 4 de Agosto de 2015)

LOS ALBIOLES Y LOS MAROTOS

¿Es ilegal emigrar? ¿Lo es, acaso, inmigrar? Las migraciones han estado presentes, siempre, en la Historia de la Humanidad. Pueblos enteros han protagonizado éxodos masivos. Etnias diversas se han visto obligadas a emprender larguísimas expediciones para aposentarse en lugares seguros donde no fueran asediadas por otras etnias poco amigas, o por caprichosos sátrapas o dictadores que les impusieran unas condiciones de vida inadmisibles. Estas migraciones están en los libros de Historia y, en la mayoría de los casos, o pasan desapercibidas o no pasan de ser vicisitudes superadas por el tiempo. No así ese éxodo por goteo que significa la inmigración en esta Europa nuestra que va de progre por el Mundo pero exhibe un tono retrógrado en sus posiciones que pone en tela de juicio el humanitarismo que siempre ha dicho practicar y defender.
Si el ex alcalde de Badalona, García Albiol, sorprendió a todos tildando a los inmigrantes de su ciudad de “delincuentes” o de “plaga”, si Maroto, el ex alcalde de Vitoria, -igual que Albiol, del PP-, se expresaba del mismo modo acusando a los inmigrantes vitorianos de vagos y delincuentes, ahora resulta que un instituto europeo que se dedica a hacer sondeos (Eurobarómetro) ha anunciado que el número de ciudadanos que se muestra preocupado  (añado yo, amenazado) por la inmigración es ya del 38%, con un aumento del 14% en los últimos seis meses. Este dato bien podría empavonar a Albiol y a Maroto, sin embargo les hace aún más culpables de lo que constituye una degradación moral de esta sociedad mercantilista e insolidaria que es capaz de abandonar a su suerte a tantos semejantes suyos que viven atribulados por peligros manifiestos (guerras, satrapías, conflictos tribales o religiosos, plagas, epidemias, etc), o por carencias flagrantes (pobreza, déficits alimentarios, degradaciones medioambientales, etc), que convierten sus vidas en auténticos calvarios. No solo a ellos, sino a tantos que callan y, al callar, otorgan validez a la situación.
Si antes eran las barreras naturales, -el Mediterráneo o el Atlántico, por ejemplo-, las que preservaban nuestro bienestar, el bienestar del Primer Mundo, separándole del Tercer o Cuarto Mundo, ambos africanos o del sureste asiático, ahora esa barreras han quedado superadas por la desesperación de los parias de la Tierra y por la fuerza que da el sufrimiento injusto a quienes lo padecen. Cuando la vida no ofrece casi ninguna satisfacción, y se convierte en el único bien del que disponen los parias, la esperanza es un impulso que lleva a librar vallas altísimas coronadas por hirientes concertinas, o a surcar los mares y océanos subidos sobre cascarones rudimentarios, o a atravesar fronteras acurrucados en receptáculos diminutos habilitados en las cabinas de los camiones, o… Por eso al espectáculo dantesco de los africanos que llegaban tras muchos kilómetros de travesía por el desierto al Monte Gurugú, para arribar a las tierras españolas y, por tanto, europeas, le ha sucedido este otro de los inmigrantes que han avanzado aún más, que han atravesado el territorio europeo y se disponen a llegar al Reino Unido a través del Eurotúnel  que parte de las costas francesas.
El asunto no es baladí, exige un estudio mucho más minucioso porque esta Europa que consideramos uniforme y homogénea es demasiado extraña y diversa. Empeñada en ser fuerte económicamente ha provocado que cada uno de los Estados que la forman lo quiera ser a su vez compitiendo con los estados que están a su lado. Ved, si no, las palabras del máximo dirigente de Hungría, Víctor Orban, que ha mandado construir una valla en su frontera con Serbia de 175 kilómetros de largo y cuatro metros de alto (700.000 metros cuadrados): “Si de mí dependiera, preservaría una Europa para los europeos, pero a lo que nunca renunciaré es a defender una Hungría para los húngaros”. Resume perfectamente el pensamiento de los “albioles” y “marotos” que tanto proliferan ahora mismo.
De momento, y a la espera de nuevos capítulos del culebrón, bueno es subrayar la coincidencia de Albiol con el máximo dirigente británico Cameron al tildar el hecho migratorio de “plaga” que, curiosamente, Cameron espera combatir con más guardias (humanos) y más perros (animales). Es cierto que los perros a los que se ha debido referir son “perros adiestrados”, pero no ha dicho para qué han sido adiestrados, porque hay perros lazarillos, hay perros pastores, hay perros de compañía y perros de muestra, pero hay también perros cancerberos y perros peligrosos (de razas malditas) que muerden sin piedad y no distinguen en las carnes humanas cuál es de monja o de inmigrante africano, qué carne es “legal” o “ilegal”.
Imagino a Albiol y a Maroto exultantes porque el Eurobarómetro parece darles la razón que ellos buscaban, pero tener razón no es lo mismo que estar en lo justo o e´tico. Es una pena que los humanos, ¡tantas veces!, nos expresemos con tanta inhumanidad, y aprovechemos el mal de muchos para considerarnos listos y no bobos consolados. La gran pena es que no seamos capaces de sacar conclusiones y enseñanzas ni siquiera de los contrastes. Queridos lectores, os dejo uno para propiciar la reflexión: “La pequeña playa de La Mirandole, en el municipio de Vallauris, cerca de Cannes, en el departamento de los Alpes Marítimos, estará cerrada al público durante los días que permanezca de vacaciones en el pueblo el rey de Arabia Saudí, Salmán Bin Abdelaziz. Así lo han decidido por motivos de seguridad las autoridades de la zona… La navegación también quedará prohibida a menos de 300 metros de la costa”. De modo que Salmán Bin Abdelaziz no es inmigrante, por lo que no hay que echarle los perros.


Fdo.  JOSU MONTALBAN           

GARCIA ALBIOL MAROTO Y LOS GALARDONES DEL PP (El Diario Norte, 3 de Agosto de 2015)

GARCIA ALBIOL, MAROTO Y LOS GALARDONES DEL PP

García Albiol, don Xavier, que ha sido alcalde de Badalona hasta las últimas Elecciones Municipales, va a encabezar las listas del PP en las Elecciones del 27 de Septiembre en Cataluña. La noticia no tendría nada de especial si no fuera por las características y trayectoria del personaje, y por el descaro con que ha sido presentado por la líder del PP en Cataluña, que ha encargado a García Albiol abanderar la “marca España”. Allá el PP con sus estrategias, que desarrolle las que le apetezcan, pero atreverse a subrayar que un hombre con esa trayectoria puede representar a España desde la genuinidad de una marca constituye una desvergüenza. Porque yo, aunque no sea del PP sí soy español, y este tipo de persona no me representa de ninguna manera.
Sí, es verdad que Artur Mas ha planteado las Elecciones catalanas con carácter de plebiscitarias, pensando en que todo el proceso y los resultados sirvan para alcanzar esa independencia que, según él, constituye un deseo y un empeño tan generalizado como multitudinario en Cataluña, pero los demás partidos no han respondido en el mismo sentido, cada cual acudirá con su candidato y sus listas respectivas, pensando en unas Elecciones que serán trascendentales, pero no plebiscitarias. Desde el instante mismo de la convocatoria se sabía que el PP, -y en buena medida Ciudadanos-, recogerían el guante y aceptarían el reto de acudir a dichas Elecciones intentando representar al dique de contención que haría frente al extraño bloque que han formado CDC, ERC y diferentes grupos de la sociedad catalana que solo son apéndices de tales formaciones. Pero lo que debería haberse quedado en el programa electoral del PP ha trascendido y se ha convertido en toda una denominación de origen: “Marca España”. Y ya, como español, me rebelo, porque García Albiol también será español pero sobre todo ha dado sobradas muestras de ser un xenófobo.
El señor García Albiol no cesó de negar ayudas económicas o de cualquier otro tipo a vecinos del pueblo o ciudad en que gobernaba, Badalona, solo porque su condición de inmigrantes. Esgrimió para ello que “es de justicia que quien lleva años pagando impuestos acceda a las ayudas por delante de quien acaba de llegar”. ¿No sabe acaso que en los Ayuntamientos y demás Instituciones Públicas los presupuestos a los que se imputan tales ayudas son de duración y vigencia anual? También afirmó que los inmigrantes rumanos “han venido exclusivamente a ser delincuentes”, y les tildó de auténtica “plaga”. Y en un alarde de impiedad y falta de generosidad consideró que los gitanos, que han estado viviendo en Badalona desde tiempos inmemoriales, están “repartidos por los barrios y haciendo la vida imposible a los vecinos”. ¿Acaso prefiere los guetos y las segregaciones raciales? Y por fin editó con dinero público de todos un folleto para pedir una opinión a los vecinos sobre seguridad, en el que previamente acusaba mediante fotografías de rumanos y gitanos de provocar inseguridades.
Es muy grave que una persona de esta calaña se presente como el representante de la “Marca España” porque nuestro país está lleno de gente acogedora que abre sus brazos a quienes llegan, a sabiendas de que la historia de los españoles está llena de éxodos al extranjero protagonizados por los que salieron en busca de la vida que su patria les negaba. Por lo tanto este premio otorgado por el PP a García Albiol está claramente injustificado y supone una afrenta para todos los que nos consideramos españoles, porque si algún español está incapacitado para representar a su patria en algún lugar ese es García Albiol.
Sin embargo, llueve sobre mojado. El PP ya premió hace no mucho tiempo al que fue Alcalde de Vitoria, Sr. Maroto, después de que fuera descabalgado de la alcaldía mediante un acuerdo de coalición de todos los demás. Maroto y García Albiol habían seguido guiones semejantes en el tratamiento de la inmigración. Ambos acuerdos, el que descabalgó a García Albiol y el que descabalgó a Maroto, obedecieron al mismo criterio: un xenófobo no puede ser el Alcalde de una ciudad con gente de colectivos, razas y procedencias tan diversas. La verdad es que anda bastante xenofobia en nuestro país, sobre todo en esta derechona clasista, empeñada en arañar votos oportunistas, que no considera inmigrantes a los emires y sí a los que saltan las vallas de Ceuta y Melilla. (Lo triste es que empieza a haber demasiados xenófobos en otras tendencias políticas que se las dan de amantes de la justicia y la libertad). Lo malo es que el PP, obsesionado con el poder que dan los votos al margen de las manos limpias o sucias de las que procedan, premie la obscenidad de este tipo de atrevidos que prefieren ser Alcaldes sin ética que personas humanas.


Fdo.  JOSU MONTALBAN