jueves, 28 de noviembre de 2013

OPORTUNISMO  DEL  PP

No se pueden negar las importantes dosis de oportunismo y de cinismo que le asisten al PP cada vez que se pronuncian sobre el terrorismo. Ya son dos años desde que ETA anunció que no se producirían más acciones terroristas pero ¿ha observado usted, querido lector, muchas diferencias  en los pronunciamientos de los señores del PP respecto a tal asunto a lo largo de los tiempos? Yo no tengo dudas de que la Izquierda Abertzale (IA) está siendo demasiado mezquina en sus valoraciones sobre el hecho terrorista ya finiquitado, al menos en teoría, pero la sociedad ha dado sobradas muestras de que quiere rubricar el final anunciado por ETA, con planes de convivencia que convierten el futuro en una época de concordia y paz evidentes. Sin embargo el PP continúa, erre que erre, poniendo sobre la mesa interpretaciones de cuanto acontece que no se corresponden con la realidad.
Mientras no se demuestre lo contrario ETA permanece en el letargo anunciado, que fue adelantado como definitivo. Como tal permanece, a pesar de que nunca falten intervenciones inoportunas, como la de Hasier Arraiz, que se negó a rechazar el pasado de la IA, que fue la ilegalizada Herri Batasuna. La inoportunidad del presidente de SORTU llamó al oportunismo del resto de las formaciones vascas cuyos líderes posaron ante los medios informativos subrayando lo evidente, por cierto, una evidencia que ya comparten buena parte de los partidarios de la IA que se han convencido, por fin, de que ETA y la Democracia en que vivimos desde la muerte del Caudillo Franco siempre fueron incompatibles. Pero el oportunismo del PP siempre ha ido un poco más lejos, sin duda para aprovecharse de las circunstancias.
En los dos últimos episodios relacionados con ETA y la IA el PP se ha lanzado al ruedo como si se tratara de espontáneos taurinos en busca del beneficio de la posteridad. Cuando el Tribunal de Defensa de los Derechos Humanos de Estrasburgo ha ordenado intervenir sobre la Doctrina Parot, el PP ha mostrado tantas dosis de cinismo como de cobardía: en lugar de aceptar el veredicto prefirió cuestionarlo aunque sin esgrimir razón alguna, pero no tuvo arrestos para ignorarlo y combatirlo. No podía hacer otra cosa, ni podía ni debía, pero entonces ¿a qué responden los pronunciamientos en contra si nunca tuvo en su mente combatir la resolución por la vía práctica? El PP alimentó una vorágine incontrolable de asociaciones de víctimas que, salvo honrosas excepciones, nunca tuvieron otro objetivo que hacer de punta de lanza para abrirles el paso, por eso las agitó para protestar contra Estrasburgo, y sus líderes acudieron a las manifestaciones públicas convocadas por ellos, arriesgándose incluso a recoger voces de protesta e insultos como fruto de sus presencias en tales actos.
Aquí, en Euskadi, Hasier Arraiz les ha facilitado una nueva coartada. No son pocas las iniciativas y los proyectos que van tomando forma y fondo en Euskadi. Sin embargo, el PP ha encontrado una nueva oportunidad y ahora propone un nuevo lugar de encuentro con el PNV y el PSE “para desmentir a quienes hoy avalan a ETA”. ¿Quién avala hoy, públicamente, a ETA? Incluso Hasier Arraiz se ha desdicho de su insensatez. En todo caso, están sentadas las bases para una convivencia en paz, y bien que se preocupan los líderes de la IA en no trasgredir dichas bases.
Por eso la propuesta del PP vasco solo está basada en el oportunismo y contiene buenas dosis de cinismo. Todos los fundamentos de su propuesta han sido ya debatidos y conseguidos: la deslegitimación del terrorismo, la inexistente razón de ser de ETA, la legitimidad de las instituciones democráticas, la preocupación de la sociedad superada por el comportamiento de las formaciones políticas democráticas o democratizadas, el prestigio de los principios éticos, el rechazo social,…, todo ha sido conseguido. ¿Para qué insistir en remarcar protagonismos? ¿No es mejor que las iniciativas y proyectos empezados culminen con toda su fuerza y credibilidad, aupadas por todos? ¿Por qué no intenta el PP que se integre en todos los proyectos del futuro, también, la IA? La Historia más reciente no ofrece dudas, pero la construcción del futuro exige menos oportunismo y menos cinismo.
Resulta curioso, y chocante, que quienes tanto empeño ponen en apuntalar la memoria inmediata, muestren tantos remilgos en aceptar los contenidos de la Ley de la Memoria Histórica, que hace alusión a hechos suficientemente graves y, aún recientes, que provocaron más de un millón de muertos en España. ¿No encierra demasiado cinismo esta actitud?
¡Cuidado, que nadie deslice su imaginación por falsos derroteros! Franco y ETA, berdin da.
FDO.  JOSU  MONTALBAN