miércoles, 11 de noviembre de 2015

POLÍTICA DE FICHAJES (El Confidencial Digital, 11 - 11 - 2015)


POLÍTICA DE FICHAJES

El último fichaje sonado ha sido el de Julio Rodriguez, que fue Jefe del Estado Mayor con el gobierno del socialista Zapatero, por Podemos. El citado militar irá en la segunda posición en la lista de Zaragoza. Pero la cosa no queda en el fichaje sin más, sino que además Pablo Iglesias ya le ha prometido la cartera ministerial de Defensa en caso de que gane los comicios. Sin embargo, no ocupará la primera, sino la segunda posición en la lista electoral. Si este fichaje hubiera sido obra de alguno de los dos partidos de la “casta”, a Iglesias no le hubiera gustado, porque los únicos uniformes que a él parecían gustarle son los uniformes de campaña de Chávez. (En eso se parecía a mí).
O sea que Zapatero e Iglesias piensan parecido en este aspecto, aunque Zapatero pertenezca a la “casta” e Iglesias pretenda crecer a costa de su fracaso. El hecho de que Podemos le haya fichado, y él se haya dejado fichar, significa bien poco para él. Dada su trayectoria profesional y humana solo caben las alabanzas, si bien era ya Teniente del Ejército en 1969, cuando aún Franco ejecutaba penas de muerte y promulgaba estados de excepción en los que sacaba a los militares a pacificar las calles a su manera. En aquel tiempo Julio Rodríguez no era aún famoso, porque solo pudiera haberlo sido poniendo en riesgo su vida. De cualquier modo Rodríguez era ya entonces una “rara avis” en las milicias, por eso Zapatero le fichó, del mismo modo que llamó la atención nombrando Ministra de Defensa a una mujer como Carmen Chacón. Así que no caben ahora alabanzas desmedidas a este fichaje, salvo las mismas que se dedicaron en su día al Presidente Zapatero y a su gobierno socialista.
Ya entonces decía Julio Rodríguez que el Ejército precisaba cambios. En aquel tiempo en que pertenecía a la “casta” anunciaba que los capellanes castrenses sobraban, que las fuerzas armadas “eran pacifistas precisamente por conocer la guerra y sus efectos”, y que los militares han de estar conectados a los acontecimientos. Nunca fue socialista de carnet porque no podía disponer de él siendo militar, pero asumió el cargo como un socialista más. Ahora que ya está jubilado se ha permitido hablar incluso del problema catalán: “el desafío independentista se soluciona políticamente y no sólo con la ley, hay que dialogar, dar afecto, llevar una propuesta que enamore y tener paciencia”. ¡Quién lo hubiera creído!
Bien, creo que el fichaje es sonado. No más que el del Juez Garzón para las listas del PSOE hace años, que acabó de no muy buenas maneras. No más que el de Gabilondo para el Ministerio de Cultura primero y para la Comunidad de Madrid. O el del actor Toni Cantó para UPyD. En esto de los fichajes hemos avanzado demasiado poco, pero se me antoja una práctica bastante perversa de la Política actual, porque los líderes políticos están diciendo cada vez que presentan a sus estrellas advenedizas es que los políticos afiliados en sus formaciones no son suficientes, que la Política no requiere conocimientos específicos ni profesionalidad ninguna, y que es más eficaz presentar a las Elecciones a un actor famoso, o a cualquier ciudadano célebre, que a un militante o simpatizante debidamente ideologizado.
Hagamos un listado orientativo. Para el 20 de Diciembre, antes que Julio Rodríguez ya había sido anunciada la militar y víctima de abusos sexuales Zaida Cantera para el PSOE junto con la “tránsfuga” Irene Lozano. Siguen la estela de otros fichajes como fueron Pizarro en el PP, o el actor Juanjo Puigcorbé en ERC, o los deportistas Marta Dominguez, Teresa Zabel y Abel Antón también en el PP. Al mismo tiempo, siguiendo el símil de las puertas giratorias con que se desacredita a tantos políticos que recalan en grandes empresas cuando abandonan la acción política, bien cabe hablar de las puertas giratorias en sentido inverso usado por quienes acceden a la Política para beneficiar desde ella a sus gremios profesionales o lobbys anteriores. Sirva de ejemplo de ello la incorporación de Luis de Guindos en el actual gobierno de Rajoy, que tuvo lugar hace cuatro años.
Que cada cual saque conclusiones. A mí esto de los fichajes en la Política me parece una práctica absurda del modo como se hace. Un profesional cualquiera, ejemplar en su disciplina, puede ser un besugo inhábil en el proceloso e infinito universo de la Política. Piensen los líderes políticos en las dificultades que entraña volver a sus labores tras haber ejercido la Política, y aplíquenlo al revés. La Política es un arte noble y ambicioso, un servicio dirigido a todos, que requiere mucha más vocación social y entrega que esplendor personal y fama; lo malo es que la Política se haya puesto al servicio del poder y la inmediatez, e importe mucho más el resplandor que la luz.


FDO.  JOSU  MONTALBAN