lunes, 17 de agosto de 2015

PRESUPUESTOS: DE "VAYASE SEÑOR RAJOY" A "ESPAÑA VA BIEN" (Deia, 16 de Agosto de 2015)

PRESUPUESTOS: DE “VAYASE SEÑOR RAJOY” A “ESPAÑA VA BIEN”

¿Merece la pena diseccionar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2016 que ha presentado el Gobierno? Creo que no, aunque esa era mi intención en el momento en que fueron dados a conocer por el ministro Montoro, eso sí, con ese rostro risueño de persona satisfecha y una Tablet en la mano derecha –que es la mano buena suya , por ser derecha y no solo por ser mano-. Y no merece la pena porque hay circunstancias y elementos colaterales cuya importancia es básica para explicar que estamos ante unos Presupuestos excesivamente “supuestos” y excesivamente “pre (previos)”. En realidad estamos ante un nuevo capítulo de aquel “España va bien” que hizo célebre el inefable y atrevido Aznar hace una década o un poquito más. Las últimas apariciones públicas del Presidente Rajoy parecen copia fidedigna de aquellas en que Aznar mostraba su profesión de fe hacia sí mismo y hacia su Gobierno.
Montoro también se ha armado de valor, de cinismo y de descaro para presentar unas cifras que han dado pie a ciertas promesas electorales y electoralistas, pues no en vano utilizó la coletilla ”si el PP gana las Elecciones” para explicar algunas de las cifras previstas. Marhuenda, el tertuliano “de derechas” que tiene más fe en los responsables económicos del Gobierno por el hecho de que sean economistas que por el hecho de que respondan a una ideología, en este caso conservadora de derechas, consideró recientemente que se trata de unos presupuestos serios y definitivos. Sin embargo, la cara de Montoro era más esclarecedora: se trata de unas previsiones nada rigurosas, cuyo objetivo es iniciar el debate electoral con las cosas a favor para el PP. Frente a las encuestas y al antecedente que han supuesto las elecciones municipales y regionales, este paso triunfalista de Rajoy para mostrar una nueva España, más alegre y próspera, es la añagaza que bien puede hacer que vuelvan al redil los que se han quedado agazapados en esa misma realidad. “España va bien”, ha venido a decir Rajoy, y se ha quedado tan campante.
La Historia se repite aunque los actores hayan cambiado. Ahora también hay quien repite aquella especie de estribillo de José María Aznar, refiriéndose a Felipe González. Como si se tratara de un murmullo procedente de todas las latitudes se escucha un “váyase señor Rajoy” que tiene sobre ascuas al Presidente, al Gobierno y al partido (PP) que le sustenta. Nadie duda de que la situación económica está mejorando, aunque lo esté haciendo a un ritmo lentísimo. Y nadie duda de que la mejoría traerá aparejado un descenso en la tasa de desempleo que la sociedad española viene soportando con doloroso estoicismo. Pero los españoles no pueden, ni deben, olvidar que a la actual situación le ha llevado el presidente Rajoy y su partido, el PP, que no ha dudado en infligir a la sociedad española el castigo de tener que soportar unos niveles de desigualdad insoportables.
Dichos niveles de desigualdad aumentarán en el futuro, desde luego que no van a ser estos Presupuestos los que alivien la desigualdad y saquen de la pobreza a más de la cuarta parte de los españoles, que actualmente la sufren. No lo serán porque su electoralismo, que ha anunciado un aumento del 3,8% en los gastos sociales también ha anunciado una bajada del IRPF que no ha especificado ni ha cuantificado en los Presupuestos. ¿De dónde sacará las partidas económicas necesarias para dicho aumento en el gasto social? El electoralismo le ha conducido directamente al delirio. Si los ingresos tributarios del año 2015 van a ser, según previsiones del propio Ministerio de Hacienda, de cuatro mil millones de euros menos que lo presupuestado, ¿cómo explicar que se presupuesten más de 11.000 millones más que la cantidad que se va a recaudar este año? Un delirio, no sé si será tremens, es esto que ha afectado al Sr. Montoro y por simpatía al Presidente Rajoy, pero se trata de un delirio muy medido, porque las becas de Educación, que han ido diezmándose en estos últimos cuatro años, solo subirán un 0,2%; y las inversiones en I+D+i, que han estado congeladas en los últimos años, crecerán un 2,2%; otro tanto ocurrirá en los fondos que se van a emplear en atender la Dependencia, después de que la Ley de tal esté en punto muerto como consecuencia de la crisis. Hay otros datos que resultan definitivos, porque las inversiones totales del Estado, tan fundamentales para relanzar la Economía y alentar el bienestar de los ciudadanos y las familias, sólo van a crecer un 1%. ¿Y las pensiones, cuánto van a subir las pensiones? ¡Asómbrense, un 0,25%!
Sobre las pensiones resulta curioso advertir que subirán un 0,25%, lo mínimo acordado en la Comisión de seguimiento y evaluación del Pacto de Toledo que, durante este legislatura, no ha obedecido a consenso ninguno. Teniendo en cuenta que la previsión de la evolución de los precios para el año próximo anuncia una subida del 1,2%, parece demasiado escuálida esa revalorización del 0,25%. De modo que al retroceso en el poder adquisitivo, que va a ser de un punto en este año, habrá que añadir otro punto para el año que viene: es decir, dos puntos en dos años. El 0,25% previsto como aumento para las pensiones se traduce en una cantidad que avergüenza a cualquiera, porque en el caso de quien cobre exactamente la pensión media de jubilación, que está actualmente en 1.020 euros, la subida será de 2,5 euros al mes, y quien cobre la prestación máxima verá aumentada su pensión en 6,5 euros mensuales. ¡Menos da una piedra!
El economista coreano (del Sur) Ha-Joon Chang afirmó recientemente que “se nos ha hecho creer que la economía hay que dejarla para los expertos, lo cual es un obstáculo para la democracia”. Sin embargo, no se considera un radical por anteponer la democracia y su ideología de izquierdas a los principios en que los economistas neoliberales, que tanto proliferan, se sustentan. Mientras la crisis que hemos padecido ha sembrado miseria en las clases medias, y ha depauperado a las más bajas hasta sumirlas en la pobreza extrema, los beneficios empresariales, principalmente los de las empresas cotizadas en la Bolsa, han crecido un 37%. En el caso de los grupos empresariales de tamaño medio y pequeño, el beneficio del 2015 ha crecido un 123% con respecto al mismo periodo del 2014, según datos del Diario El País. ¿Son estos los “brotes verdes” de los que hablaba Rajoy? ¿Corresponden estos datos a esa superación de la crisis que Rajoy ha venido vaticinando y ostenta públicamente como una consecución suya?
Si así es, que se aplique también el crecimiento de la desigualdad y la instalación de la pobreza en nuestra sociedad. Porque ha sido él el que ha gobernado España mientras, a la vez que la desigualdad y la pobreza aumentaban, los consejeros de las grandes empresas cotizadas ganan un 13% más, y los directivos de tales empresas un 17% más. Rajoy no solo permite estas injusticias sino que las valora positivamente. No debe extrañarnos, porque Rajoy es de derechas, y cuando la Economía se viste de derechas crea riqueza, si puede, pero sobre todo crea ricos, no muchos pero cuanto más ricos, para que alimenten con migajas a los pobres… Y así han hecho Rajoy y el Gobierno del PP.

FDO.  JOSU  MONTALBAN