miércoles, 9 de diciembre de 2015

"ADIÖS 1978..." (El Confidencial Digital, 09-12-2015)


“ADIÓS 1978…”

Los asesores de imagen de Pablo Iglesias (Turrión, que no Posse), -que son una muestra clara de la “nueva política”-, le han dicho que diga, pronuncie más bien, la siguiente frase: “Adiós 1978, hola 2016”. Y yo le diría a Pablo Iglesias que la política que tenía lugar en aquel año 1978 fue mucho más difícil de pergeñar que la actual, que requirió un compromiso social y ciudadano mucho más consistente que el de la política actual, que en aquel tiempo la política estaba sometida a riesgos evidentes, hasta tal punto que algunos años después Tejero entró, pistola en mano, en el Congreso de los Diputados para reclamar un “¡Quieto todo el Mundo!”, que fue superado porque la Constitución aprobada pocos años antes había sido condimentada con más consenso que disenso.
Ello tal vez es debido a que Pablo Iglesias Turrión nació en aquel mismo año 1978, dos meses antes de que se aprobara la actual Constitución, y nada de cuanto los españoles habían hecho merecía la pena según sus apreciaciones.
A mí la frase de Pablo Iglesias me parece un desatino propio de alguien que se cree el centro de la Historia y el ombligo del Mundo. Me pregunto, ¿qué ocurrirá si Pablo Iglesias no gana las Elecciones del 20 de Diciembre, habrá que retirarle el saludo de bienvenida (¡Hola!) al 2016? Eso es lo que se desprende de la frase redonda que pronunció. Y bien, no ha de extrañarnos demasiado que los líderes políticos utilizaran estas frases ostentosas y estentóreas en las campañas electorales cuando no funcionaban los archivos de prensa con la infalibilidad con que actúan ahora, lo que sí extraña es que esta frase no haya sido suficientemente matizada por su autor, máxime teniendo en cuenta su condición de profesor universitario. Vuelvo a preguntarme: ¿de qué modo explicará a sus alumnos todo, deplorable en buena medida, pero que también abarca unos pocos años en que España y los españoles vivíamos con ilusión aquella “primavera”? Da la impresión de que no concede ningún valor a las renuncias que tuvieron que hacer las izquierdas españolas para volver a la vigencia y construir la España democrática. Da la impresión de que no valora la actitud de que no valora la actitud de quienes no se atrincheraron en sus posiciones predominantes y asumieron el nuevo tiempo…
… Sí, los políticos de aquel tiempo asumieron la nueva situación con un rigor que a él le falta ahora. La aprobación de una Constitución para todos, y aceptada por todos (solo un partido se abstuvo claramente), no puede ser despreciada ahora que no hay ni ruido de sables como había entonces, ni sables siquiera. Fue, y sigue siendo, una Constitución aprovechable y útil, entre otras cosas porque ni en sueños se aparecía en la mente de los españoles de aquel tiempo, incluido Javier Iglesias Peláez, padre suyo y militante del FRAP.
Para ser politólogo, a Pablo Iglesias se le echa en falta rigor, y la decencia mínima y suficiente para no considerarse el centro del Universo. Se lo digo yo, que tenía 26 años en el 1978, que soy Libra como él, y voté la actual Constitución (no digo lo que voté) con algunas reservas. El tiempo me ha dado alas, a pesar de todo, a pesar del Pablo Iglesias Turrión de turno.

Fdo. JOSU MONTALBAN