jueves, 10 de noviembre de 2016

ELECCIONES VASCAS: LA MEMORIA QUEBRADIZA DE LOS VASCOS ( DEIA, 28 - 09 - 2016)




ELECCIONES VASCAS: LA MEMORIA QUEBRADIZA DE LOS VASCOS

Resulta difícil de comprender que un partido que no ha cometido importantes errores, ni en su acción política ni en el comportamiento de sus líderes ni de sus miembros más destacados, coseche tan funestos resultados apenas siete años después de haber obtenido un resultado espectacular (426.500 votos) en unas Elecciones Generales. Pero la Política es así, y la democracia deposita en los ciudadanos, en todos por igual, sin tener en cuenta condiciones ni aptitudes, la sublime responsabilidad de elegir a sus dirigentes y gobernantes. Tal le ha ocurrido al PSE, que ha obtenido apenas nueve diputados en las Elecciones del domingo, que corresponden a solo 126.139 papeletas de votación. Resulta incomprensible pero ha sido la realidad de lo ocurrido. ¿Qué nos ha pasado?, nos preguntamos los socialistas vascos.

En el año 2008 el PSE obtuvo 430.690 votos en las Generales,más de cien mil votos sobre el segundo clasificado (PNV). Menos de un año después el PSE obtuvo 318.000 votos y 25 escaños en las Elecciones Vascas de 2009, ochenta mil votos menos que el primero (PNV), pero conquistó la Lehendakaritza mediante un acuerdo con el PP, con quien solamente le podía unir algo tan urgente como acabar con el terrorismo que mataba a populares y socialistas por igual, pero no a nacionalistas. Patxi López fue lehendakari porque la Ética exigía un Gobierno Vasco de choque y resistencia ante aquella miseria. Dado que ETA ha resultado derrotada a partir de aquellos pasos “incomprensibles”, no es fácil de entender que el PSE haya caído del modo que lo ha hecho en solo cinco años, pues si el gobierno de Patxi López fue eficaz en lo fundamental (la lucha antiterrorista) lo lógico sería que aquello hubiera quedado grabado en la mente de los vascos… Pero no ha sido así, y no caben las disculpas.

Que el PNV viró con destreza al sustituir al osado Ibarretxe por el discreto Urkullu es un hecho ya constatado, pero la poda de votos socialistas solo puede ser obra de jardineros desalmados y olvidadizos. Los vascos de hoy apenas conocen su pasado, -o lo han olvidado selectivamente-, ni el más antiguo ni siquiera el más reciente, pero no quiero ensañarme para que no parezca que estoy resentido. Los vascos han hecho lo que, democráticamente, les ha apetecido. Ahora empieza el tiempo de los líderes políticos: de sumar y restar escaños, y de contrastar urgencias y prioridades. A la vista de lo ocurrido tales labores parecen sencillas, porque la política vasca ha pasado ya por muchos avatares en otros tiempos, y sabe desenvolverse en medio de las adversidades.

Es tiempo de espera, y de reflexionar en silencio. Es tiempo de comparaciones y de resoluciones. Los socialistas tenemos que tomar decisiones con templanza, sin prisas. Ahora mismo solo me embargan las dudas, como socialista y como ciudadano. Sólo tengo una certeza: que la memoria de los vascos es quebradiza… Pero con esta conclusión tan simple no resuelvo nada ni voy a ninguna parte… ¡Demos tiempo al tiempo!

Fdo.  JOSU MONTALBAN